Ética de la arquitectura

ÉTICA DE LA ARQUITECTURA

La ética de acuerdo con Gabriel Cámara se define como la responsabilidad, intercambio, diálogo entre personas, así como el deber moral con el que procede un ser humano; la ética son un conjunto de normas que regulan el comportamiento pero considero que más allá de normas sobre el deber moral, es un valor con el cual crecemos y nos desarrollamos para una mejor convivencia.

Pero efectivamente este valor ha sido estudiado para convertirlo en normas de convivencia, y eso nos ha ayudado a ejercer profesiones en las cuales hay normas para practicarlas sin perjudicar a nadie y al contrario siendo servicial a la sociedad. Una de las profesiones donde la ética denota es la arquitectura.

La arquitectura es un arte, una ciencia y una técnica, la cual pone sus servicios a la sociedad y lo hace con plena consciencia de los efectos que pueda causar tanto en el medio ambiente como en las personas, por lo que el sentido del deber moral tiene que estar muy presente.

Existen cartas de ética profesional para las distintas profesiones, y por supuesto en la arquitectura hay, la cual menciona las normas a cumplir para el correcto uso de la profesión. Habla sobre los deberes y responsabilidades, el respeto a la ley, el uso correcto del título, plagio, lealtad, etc. Lamentablemente hoy en día eso no es penalizado como debe ser, la ética en la arquitectura se está perdiendo gracias a la falta de ética en las demás profesiones, se pierde cuando se habla de un respeto a la ley, la “ética” del querer hacer las cosas fáciles y rápidas ha hecho que la verdadera ética no tenga importancia, la crisis económica ha hecho que el uso correcto del título no sea correcto.

La arquitectura es una especie de “servidor público”, en dónde lo más importante debería ser la ética y respetar las leyes para cumplir esos servicios debidamente, saber tratar a las personas asesorando al cliente en lo que necesite, sabiendo realizar las obras como se deben y cooperando con un gran número de personas. La ética tiene que comenzar con uno mismo, no cayendo en las trampas de la gente que no tiene sentido del deber ser, sabiendo como ejecutar las cosas correctamente y así demostrarlo en las creaciones que se realizan y con los mismos clientes que se presentan. Así la sociedad ve esa forma de convivencia en orden y es un buen virus que se va contagiando para que podamos estar en una sociedad con armonía.

Mariana López Tenorio

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