Ética y psicología en los límites de las relaciones interpersonales

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Nombre de la alumna:

 Libia Gabriela Gómez Zamora

Nombre de la profesora:

Lorena Ortiz Ramos

Título:

Ética y psicología en los límites de las relaciones interpersonales

Fecha:

28/08/2014

Introducción: Este trabajo se plantea con la visión Gestaltica el impacto de los límites y cómo puedes emplear una estrategia para aplicarlos a través del darse cuenta, accionándolo y teniendo contacto, así como una breve explicación de los obtaculos para poner los límites y que pasa con las personas que tienen problemas al no poner los límites.

Objetivo: con la investigación que adquiera tener más claro el manejo de los límites en las relaciones interpersonales dentro de la ética y psicología para poder aplicarlos.

Meta: Adquirir mayor consciencia al establecer los límites y cómo manejarlos en las relaciones interpersonales.

Justificación: siempre es importante establecer los límites entre las relaciones interpersonales en la vida cotidiana pueden ser aplicadas en la profesión, principalmente me llamo la atención este tema porque en mi vida me cuesta trabajo aplicar los limites, creo que una vez aplicándolos en mi vida me resultará mucho más fácil relacionarme con los demás sin llegar a tener un momento incomodo o no deseado, como por ejemplo los acosos o abusos que se pueden presentar, pienso que si en la vida puedo aprender a cómo poner límites de este tipo para manejar apropiadamente mis relaciones de forma ética y profesional.

Desarrollo: La salud tóxica bloquea, impide, evita, interrumpe la formación y el cierre de las Gestalten, lo provoca ansiedad, depresión, resistencia al cambio, rigidez y control neurótico; se hacen intentos de manipular el ambiente, buscando obtener soporte del mismo, negando las experiencias personales con el uso de resistencias como la desensibilización, la proyección, la introyección, la deflexión y la confluencia.

La madurez es un proceso que consiste en desplazarse de la dependencia a manipular el medio para obtener soporte, a darse autosoporte, autosostenerse. Aunque a veces es necesario, incluso para las personas sanas, aprender a manipular con eficacia, lo que puede ser una forma sana de sobrevivir en un medio que no ofrece suficiente soporte. Una persona sana puede elegir una conducta manipuladora, cuando ésta le permite llegar a cierres satisfactorios, a diferencia del neurótico, que no se da cuenta de sus manipulaciones y los efectos de éstas sobre sí mismo.

Cuando el ciclo de la experiencia se autointerrumpe es cuando se produce un asunto inconcluso.

El cierre gestáltico se refiere a la tendencia inherente del ser humano a completar percepciones inconclusas o confusas. El cierre se rige por el principio de que la gente lucha activamente para completar la percepción o acción y no está satisfecha hasta que lo consigue.

Confrontar los asuntos inconclusos, alrededor de los cuales están atascados o bloqueados. Los sentimientos no expresados a las personas importantes son asuntos inconclusos que a menudo están relacionados con situaciones de intimidad y control, y especialmente tienen que ver con el maltrato en la infancia o situaciones traumáticas del pasado provocadas por una persona importante.

Tanto el terapeuta como el paciente están de acuerdo en que los resentimientos persistentes del pasado determinan sus emociones actuales y los conflictos con la familia. Nuestro equilibrio emocional, nuestra armonía, no puede lograrse y desarrollarse si no conseguimos identificar y cerrar las diferentes Gestalten de nuestra existencia. Otras necesidades han sido olvidadas, reprimidas y, sin embargo, continúan ejerciendo presión sobre nuestro comportamiento y sobre nuestra forma de ser en el mundo. Toda interrupción o bloqueo en el ciclo de la experiencia significa una necesidad insatisfecha o un asunto inconcluso. Eso impide que finalice o inicie otro. En ese momento la energía se concentra en la fijación o el bloqueo.

Llegarse a dar cuenta de lo que es figura de su existencia  en ese momento, el aquí y el ahora, movilizando la energía, para después descender a la fase de la acción, llegando a establecer contacto, y, por último, al cierre.

La desensibilización es la resistencia que impide el uso de los referidos sentidos y sensaciones.

El darse cuenta puede bloquearse con la proyección, una tendencia a responsabilizar al ambiente (objetos y personas) de lo que uno es. La persona que proyecta desarrolla suposiciones basadas en sus fantasías y no reconoce que ella misma crea esas suposiciones. La persona envía al entorno  partes de sí misma que no desea aceptar. No todas las proyecciones son neuróticas, proyectarse uno mismo en otra persona con empatía, comprendiéndola, es saludable y funcional cuando hay consciencia de los límites y se aprecian las diferencias. Los paranoicos racionalizan sus proyecciones, no aceptan su agresión hacia los otros; por lo tanto proyectan esas emociones a otra persona, grupos, o entorno. El darse cuenta es la eficacia de esta energía está determinada por la habilidad que tenga la persona para concentrarse en sus diferentes sensaciones.

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