¿Cómo afecta la esquizofrenia de un paciente en el día a día?

Universidad Nacional Autónoma de México

Colegio de Ciencias y Humanidades

Plantel Vallejo

Taller de Lectura, Redacción e Iniciación a la Investigación Documental IV

¿Cómo afecta la esquizofrenia de un paciente en el día a día?

Cornejo Santana Sofia 

Fernandez Cruz Lesli

Hernandez Morales Alheli

Hernandez Ruiz Pamela

Grupo: 444

Índice.

Capítulo I. Relato de una madre con un hijo esquizofrénico.

Capítulo II. El dibujo en la esquizofrenia. 

Capítulo III. El dibujo en la esquizofrenia.

Introducción.

La esquizofrenia es un diagnóstico psiquiátrico que se utiliza para un grupo de personas con trastornos crónicos y graves. Sus manifestaciones básicas consisten en una mezcla de signos y síntomas característicos.

Los síntomas afectan a múltiples procesos psicológicos, como la percepción (alucinaciones), ideación, comprobación de la realidad (delirios), procesos de pensamiento (asociaciones laxas), sentimientos (afecto plano, afecto inapropiado), atención, concentración, motivación y juicio. No hay ningún síntoma que sea por sí solo patognomónico de la esquizofrenia. Estas características psicológicas y conductuales se asocian a diversos tipos de deterioro. No todos los síntomas descritos están presentes en cada uno de los pacientes diagnosticados de esquizofrenia. 

Los síntomas característicos de la esquizofrenia se han clasificado a menudo en dos grandes categorías: síntomas positivos y negativos (o déficit), a los que se ha añadido una tercera, la de desorganización. 

El inicio de la esquizofrenia se da de una forma característica en la adolescencia y es muy raro que se presente antes de esta, como lo es también su inicio en la tercera edad y por ejemplo las personas que la presentan tienen peculiaridades de la personalidad o del comportamiento que preceden a la enfermedad, puede empezar a cualquier edad, pero lo más frecuente es que se inicia entre los 16 y 25 años. Como ya lo había mencionado es raro el inicio de la esquizofrenia después de los 40 años, así como los niños.

Es de mencionar que la esquizofrenia tiene comportamientos que discurre en brotes quiere decir que no de manera continuada sino con periodos en los que la persona está muy mal y en periodos en que está casi normal. La evolución puede ser muy variada, y es frecuente que dependa de la persona que tome la medicación.

Hablaremos sobre como aquellas personas con esquizofrenia pueden manifestar sus sentimientos o pensamientos a través de los dibujos, y la psicología que hay detrás de esos.

Capítulo I. Relato de una madre con un hijo esquizofrénico.

Hay síntomas frecuentes como las creencias falsas un pensamiento poco definido o confuso alucinaciones auditivas reducción de las actividades de relación y de la expresión de emociones e inactividad, estas personas por lo general muestran un lenguaje y pensamiento desorganizado delirios alucinaciones trastornos afectivos y conducta inadecuada. Ellos tienen dificultad para hoy diferenciar lo que es real de lo que es imaginario; o tienen dificultades para expresar sus emociones. (Alanen, 2003).

Para ayudar con esto, citaremos varios fragmentos del relato de la madre de un paciente esquizofrénico (Martín, 2005).

Aurora es una mujer de 54 años. En su casa, tiene dos hijos. Ya durante la infancia percibe en su hijo ciertos comportamientos desadaptativos: timidez y problemas en la interacción con el grupo de iguales. Comportamientos que en ningún momento hacen pensar en el desenlace. Esas conductas se mantienen e incluso acrecientan, apareciendo los síntomas prodrómicos de la esquizofrenia. Aquí nos habla un poco de cómo resultó todo inicialmente, muchas veces la madre o el familiar a cargo del paciente dándose cuenta de esto ya que es bastante común que el paciente no sea consciente de que posee esta enfermedad.

Menciona ella que no hacía amigos y no jugaba con ellos entonces la señora comenzó a preocuparse, pero lo dejó así porque se le hizo hasta un punto normal. Este fragmento nos habla del ambiente familiar en los inicios de la enfermedad, cuando aún la madre no sabía de la enfermedad de su hijo, solo había indicios y sospechas de esta.

En el comienzo de la enfermedad. Ella dice que no sabía que era lo que le pasaba incluso decía que si era el cambiar de escuela. Inicia contando la madre, para ella los cambios más notorios empezaron con su hijo cada vez pasando menos tiempo con ella y su esposo dentro de su casa, al igual que empezó a poner música cada vez más fuerte, lo que generaba discusiones cuenta que algo que le preocupaba mucho era el que su hijo no viera televisión ya que decía que había personas mirando dentro, cosa que preocupo a la madre, pero en su momento no le sonaba como a algo más. 

Les perdió la confianza, pero cuando de verdad la madre pensó que su hijo se había vuelto loco fue cuando se encerraba en su cuarto y apenas comía, además de que se le escuchaba hablar solo. 

Comparte ella que “llamaron a urgencias un día, y que antes ya había sucedido, pero ese día fue lo más fuerte. Se pasó en su habitación dos días enteros, no dejaba entrar a nadie, ni a su hermano, que siempre se habían llevado muy bien y siempre entraba en razones con él” (Martín, 2005) la madre, explicando el suceso que llevo al diagnóstico de su hijo y su internación por un mes, con lo que nos podemos dar cuenta que las personas que ven comportarse diferente a sus familiares actúan hasta que pasa algo más grave.

En la repercusión familiar, con su relato entendemos que no es fácil manejar una enfermedad así en el ambiente familiar. La madre cuenta de que sí hubo varios cambios significativos en la dinámica familiar, más que nada peleas entre su esposo y su hijo, pero que poco a poco con el conocimiento de esta enfermedad estas no desaparecieron, pero sí disminuyeron, al igual que el inicio de la medicación del hijo fue de gran ayuda a mantener un poco más el orden de las cosas. Cuenta como incluso ella toma terapia y que tienen ahora una enfermera que la guía en el proceso de cuidar mejor a su hijo, facilitando más las cosas. 

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