CONDUCTA SUICIDA.
Enviado por JJavier Antonio • 6 de Mayo de 2016 • Monografía • 3.025 Palabras (13 Páginas) • 390 Visitas
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FACULTAD DE HUMANIDADES
ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA
PSICOTERAPIA INDIVIDUAL
MONOGRAFÍA
“Conducta Suicida”
AUTORES:
Díaz Villalobos, Michelle
Correa Marin, Angelli
Ventura Vega, Javier
ASESOR:
Juan Agliberto Quijano Pacheco
Trujillo – Perú
2016
DEDICATORIA
A Dios por darnos la sabiduría y fuerza de seguir cada día pese a las dificultades que se presentan en el desarrollo de nuestras experiencias.
Los autores.
AGRADECIMIENTO
A nuestro docente quien ha estado a cargo de este curso y quien con su apoyo poco a poco ha disipado todas las dudas y dificultades que se han ido elaborando a través del desarrollo del trabajo.
Los autores.
ÍNDICE
DEDICATORIA
AGRADECIMIENTO
INTRODUCCIÓN
I. PAUTAS DIAGNÓSTICAS DEL TRASTORNO
II. DEFINICIÓN DE CONDUCTA SUICIDA
III. MODELO PSICOPATOLÓGICO
IV. OBJETIVO DE LA INTERVENCIÓN
V. ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN
VI. TÉCNICAS DE TRATAMIENTO
VII. CONCLUSIONES
VIII. REFERENCIAS
ANEXOS
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo titulado “Conducta Suicida”, se ha realizado por ser un tema asociado a la salud mental y física de las personas que intentan quitarse la vida, empezando desde un pensamiento insignificante de decir “no vale la pena vivir” hasta llegar al acto concreto del suicidio, sin tener la posibilidad de tomar otra decisión.
En los casos de Conducta Suicida, la vida social, educativa y familiar del paciente se ve afectada de manera tal que, puede asociarse a él otros trastornos y limitar así su posible mejoría.
Hoy en la actualidad la depresión se ha convertido en el principal factor de discapacidad para las personas que presentan estas conductas, pues al generar desesperanza, desmotivación, pensamiento negativo de la vida que impide ver más allá de las limitaciones, encapsulan los motivos por el que el individuo anhela acabar con su sufrimiento al no encontrar más que obstáculo en la vida que cree no ser capaz de superarlos.
Por esta razón es importante saber y conocer las pautas a seguir para su intervención y tratamiento respectivo.
Cabe mencionar que existen varias técnicas y/o terapias que ayudan a buscar una solución a dicho trastorno, pero en esta ocasión se trabajara con uso de la terapia Cognitivo-Conductual logrando así modificar dicha conducta, a través de pasos como: sondeos cognitivos, toma de decisión, el empleo de la dramatización, evocación de las experiencias de la niñez y el empleo de evocación de imágenes. Es así, que el presente trabajo tiene como objetivo proporcionar las pautas de la Conducta Suicida según el CIE-10; su definición, el modelo psicopatológico, el objetivo de la intervención, las estrategias de intervención y finalmente las técnicas de tratamiento.
PAUTAS DIAGNÓSTICAS DEL TRASTORNO
Pautas para el diagnóstico según CIE-10
Según la Organización Mundial de la Salud (1992): “una conducta suicida debe presentar la una alteración de la personalidad no directamente atribuible a una lesión o enfermedad cerebral importante, o a otros trastornos psiquiátricos, pero si debe que reunir las siguientes pautas”:
- Actitudes y comportamiento marcadamente faltos de armonía, que afectan por lo general a varios aspectos de la personalidad, por ejemplo, a la afectividad, a la excitabilidad, al control de los impulsos, a las formas de percibir y de pensar y al estilo de relacionarse con los demás.
- La forma de comportamiento anormal es duradera, de larga evolución y no se limita a episodios concretos de enfermedad mental.
- La forma de comportamiento anormal es generalizada y claramente desadaptativa para un conjunto amplio de situaciones individuales y sociales.
- Las manifestaciones anteriores aparecen siempre durante la infancia o la adolescencia y persisten en la madurez.
- El trastorno conlleva un considerable malestar personal, aunque éste puede también aparecer sólo en etapas avanzadas de su evolución.
- El trastorno se acompaña, por lo general aunque no siempre, de un deterioro significativo del rendimiento profesional y social. Para diagnosticar la mayoría de los tipos citados más abajo, se requiere a menudo la presencia de al menos tres de los rasgos o formas de comportamiento que aparecen en su descripción.
Lo expuesto, permite reconocer que la conducta suicida no es una manifestación necesaria de una persona que presenta alguna lesión o enfermedad cerebral como muchas veces se piensa, por el contrario debe reunir una serie de pautas para su diagnóstico correcto y lograr establecer un tratamiento adecuado
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