Como controlar la ansiedad antes de que esta lo controle a usted

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Ensayo final

Terapia Cognitivo Conductual[pic 4]

Introducción

La ansiedad es un fenómeno natural y útil que permite la supervivencia; se trata de una serie de sensaciones molestas, que nos avisan que algo desagradable puede ocurrir, y por tanto nos llevan a la acción. Surge cuando algo que deseamos se ve amenazado, como perder algo, sufrir dolor o una amenaza a nuestra vida o integridad. Sin embargo existen varios tipos y niveles de ansiedad, y puede ser muy fácil pasar de un tipo de ansiedad sana y útil a otro tipo de ansiedad que es malsana y entorpece nuestra manera de pensar y actuar para resolver problemas.

La ansiedad sana, a la cual podemos llamar también precaución, nos da control de nuestras propias emociones, y nos ayuda a manejar situaciones difíciles o peligrosas de forma eficiente y esta basada en miedos realistas o racionales; la ansiedad malsana, o pánico, nos puede llevar a perder el control, y consecuentemente afrontar mal o de forma deficiente o desastrosa las situaciones adversas a las cuales nos enfrentamos y usualmente se basa en miedo a que sucedan hechos con muy poca probabilidad de suceder, en miedos poco realistas.

La Terapia Racional Emotivo Conductual se basa en la distinción entre las emociones negativas sanas, como la frustración por ejemplo y emociones negativas malsanas como el pánico o la depresión. Para poder reconocer entre la ansiedad sana de la malsana debemos tomar en cuenta varias cosas: en primer lugar comprobando cual es la realidad y utilizando las leyes de la probabilidad; en segundo lugar, debemos tener en cuenta que los miedos no realistas usualmente son exagerados o basados en sobregeneralizaciones, en tercer lugar, debemos recordar que las cosas no son exclusivamente blancas o negras, buenas o malas, y que existe toda una gama de grises y por último debemos saber que la ansiedad malsana es hierprotectora, y por tanto, destructiva.

Como controlar la ansiedad antes que esta le controle a usted

Como seres humanos, nos encontramos con dos factores principales que nos hacen propensos a la ansiedad: en primer lugar el factor biológico, nuestras tendencias hereditarias a ser precavidos y vigilantes; en segundo lugar encontramos a los factores externos, los del entorno vital, que frustran y obstaculizan nuestros deseos.

Como seres humanos tenemos la capacidad de elegir, de tomar desiciones, de decidir que camino vamos a tomar para lograr nuestros objetivos; esto puede crear incertidumbre, pues nunca podremos estar totalmente seguros de que nuestra elección sea la correcta, o lo mejor para nosotros; creándose cierta “ansiedad existencial”; la ansiedad, la duda y la incertidumbre, por tanto, son parte de la condición humana.

Hay factores biológicos y del entorno que nos hacen proclives a la ansiedad, y estos factores muy difícilmente podremos cambiarlos, pues no podremos tener control por ejemplo sobre el clima o las acciones de otras personas; sin embargo, y afortunadamente si podemos modificar nuestros pensamientos acerca de la situación que nos pone ansiosos, y al modificar el pensamiento modificaremos nuestros sentimientos y por tanto nuestras acciones hacia otros más adaptativos y favorables.

Por tanto ante una situación adversa (A), surge nuestro pensamiento sobre dicha situación (B), lo cual nos lleva a la acción, es decir, genera una conducta (C). No podremos en la mayor parte de las veces modificar A, sin embargo, si podemos modificar B, cuestionarnos que tan real es, cual es la evidencia que lo soporta, y por tanto generar un pensamiento mas sano, y consecuentemente una conducta mas sana y adecuada (C).

Pensamientos racionales vs Pensamientos irracionales.

Cuando nuestros deseos se ven amenazados por x o y situación adversa, son nuestros pensamientos los cuales determinaran nuestra conducta y por tanto el resultado de dicha situación. Los pensamientos racionales (esto es, basados en la realidad y la probabilidad) son de mayor ayuda por que en general, se mueven en la misma linea de nuestros deseos y conllevan a sentimientos negativos sanos en caso de que se presente el fracaso, son útiles y generan efectividad y productividad. Sin embargo cuando nos damos cuenta que existen varias adversidades que pueden bloquear nuestras metas y deseos en fácil caer en la linea de los pensamientos irracionales (exagerados, sobregeneralizados, poco realistas y generalmente catastróficos); estos pensamientos irracionales pueden llevarnos fácilmente a caer en estado de pánico, interfieren en nuestro funcionamiento intelectual y dificultan nuestra capacidad para planificar o poner en marcha los esquemas necesarios para obtener el logro.

Principales creencias irracionales.

Hay cientos de creencias irracionales, cada una de las cuales llevan al individuo a padecer ansiedad, sobre todo cuanto más rigidamente las siga; estas creencias o pensamientos, son en general una orden o exigencia absolutista: un deber, una obligación o una imposición irracional. De estos cientos de creencias irracionales, el autor las agrupa en tres principales:

• Imposiciones dirigidas contra uno mismo. Las cuales al no poder conseguirlas llevan al individuo a sentirse ansioso, inseguro y deprimido.

• Imposiciones dirigidas contra otras personas. Las cuales al ser frustradas llevan a sentimientos de rabia, ira, furia y conductas violentas y destructivas.

• Imposiciones dirigidas contra el entorno o las condiciones vitales. Las cuales al ser frustradas producen baja tolerancia a la frustración, depresión, tendencia a posponer las cosas, adicciones, etc.

Junto a esta serie de creencias irracionales van otras creencias derivadas que las acompañan y suelen aumentar la ansiedad, dichas creencias suelen ser del orden de menosprecio o infravaloración de uno mismo, menosprecio o condena a los otros por sus fallos, tendencia a dramatizar y aterrorizarse, no lo soporto y pensamientos de todo o nada, blanco o negro y otras formas de generalización.

Disputar los pensamientos irracionales que generan ansiedad.

Es posible controlar la ansiedad y a la vez preservar en buena medida nuestra tendencia a la precaución y a la vigilancia. Se trata de conservar nuestras preferencias por hacer bien las cosas, tener la aprobación de los demás y a mantenernos fuera de peligro a nivel físico; pero evitar de manera consciente que estas se conviertan en imposiciones y exigencias; al detener el proceso e pensamiento cuando notemos que estas se están convirtiendo en algo impuesto y devolverlas al estado de deseos y aspiraciones.

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