Consumo de marihuana y desempeño en tareas de memoria en adolescentes de Córdoba
Enviado por SILVANA LUCERO • 3 de Agosto de 2015 • Documentos de Investigación • 9.130 Palabras (37 Páginas) • 263 Visitas
UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN PSICOLÓGICA
Consumo de marihuana y desempeño en tareas de memoria en adolescentes de Córdoba
AUTORAS:
Lucero, Silvana E.
Mecchia, Ana E.
Sartori, Vanesa S.
Comisión: Juan Carlos Godoy
Coordinadora: Cecilia Reyna
Córdoba, 9 de noviembre de 2006
Consumo de marihuana y desempeño en tareas de memoria
en adolescentes de Córdoba
INTRODUCCIÓN
Durante los últimos 35 años el estudio de la memoria humana ha constituido una de las áreas centrales de las investigaciones en Psicología. A lo largo de este tiempo los intereses se han diversificado hasta producir paradigmas experimentales, resultados empíricos y aproximaciones teóricas muy diferentes (Ruiz-Vargas, 1996).
Sin embargo, en la vida cotidiana nunca nos preguntamos qué es memoria o qué importancia tiene para todo lo que hacemos. Hay una concepción errónea sobre memoria, algunos creen que es un almacén en el que se guardan cosas que son necesarias sacar en un determinado momento, pero la memoria es más que almacenar y recuperar información, es según Ruiz-Vargas (1996) “...un complicado sistema de procesamiento de la información que opera a través de procesos de almacenamiento, codificación, construcción, reconstrucción, y recuperación de la información...” (p. 32). Otro autor la define de modo semejante como “...un sistema funcional complejo organizado en diferentes niveles activo por su carácter y que se despliega en el tiempo a través de una serie de eslabones sucesivos...” “...la memoria es un proceso psicológico superior...” “....es un sistema funcional...” “...la idea de localizar la memoria en un lugar concreto del cerebro no tiene sentido y es producto de posiciones localizacionistas estrictas ya superadas....” (León Carrión, 1995, p. 324).
La psicología de la memoria desde el punto de vista teórico se ha desarrollado por la influencia del asociacionismo, con el principal protagonista Ebbinghaus, para quien el problema básico de la memoria son las dependencias secuenciales entre los elementos que hay que aprender, y por la influencia de la Psicología Cognitiva, con autores como Neisser (1967) citado en Ruiz-Vargas (1996) que la definen como la psicología acerca de la adquisición, almacenamiento, manipulación y utilización de la información, supone que los patrones de conducta observables junto con las experiencias subjetivas, dependen de sucesos mentales inobservables. El objetivo fundamental de la Psicología Cognitiva es determinar las relaciones legales entre lo observable, lo sujetivo y lo inobservable.
Sin embargo Neisser deja de lado un tercer enfoque que influye ampliamente en los aspectos teóricos de la memoria: la neuropsicología en el marco de las neurociencias. Siguiendo a Kandel, Jessel y Schwartz (1999) “...la tarea de la neurociencia es aportar explicaciones de la conducta en términos de actividades del encéfalo, explicar como actúan millones de células nerviosas individuales en el encéfalo para producir la conducta y como a su vez estas están influidas por el medio ambiente...” (p. 3). Los estudios que más influyen en la formación de la neuropsicología son: los de Gall (1805) padre del localizacionismo, postuló que cada hemisferio funciona en forma diferente con unas funciones cognitivas concretas, Bell (1811) distinguió entre cerebro y cerebelo, Brocca (1861) denominó el tercio posterior de la circunvalación frontal y Wernicke (1874) denominó a la circunvolución temporal superior. El punto de partida de la neurociencia fue el hallazgo de Ramón y Cajal (1906) que descubrió la neurona como unidad independiente, las cuales establecen comunicación mediante sinapsis (Pérez Caro & Ramón Alonso, 2001).
La neuropsicología se interesa en la actividad biológica del funcionamiento cerebral, en especial del córtex. El énfasis está puesto en el estudio de los procesos psíquicos como lenguaje, percepción, memoria, etc. (Junque, 1995, citado en Pérez Caro & Ramón Alonso, 2001).
Es aquí donde consideramos convergen enfoques neuropsicológicos y cognitivistas. Creemos con León-Carrión (2006) que “...neurocientíficos, conexionistas, cognitivistas y neuropsicólogos tienen que ir conviviendo y colaborando en las mismas tareas...” “....Nada puede hacer el conexionista sin las teorías cognitivas, pero poco puede hacer el cognitivista si se limita solo a hablar de representaciones sin contrastarlas con datos procedentes del funcionamiento cerebral…” (p. 327), por esta razón la memoria como fenómeno debe ser abordado de manera interdisciplinar.
Habiendo hecho esta aproximación histórico-contextual de la memoria revisaremos ciertos aspectos más o menos consensuados, que forman parte de lo que se sabe de memoria, comenzaremos con las clasificaciones más utilizadas. Autores como Purves et al. (2001) hablan de dos tipos de almacenamiento de información, que definen la memoria según lo que se recuerda (memoria declarativa y memoria procedimental) y según el tiempo durante el cual es efectiva (memoria inmediata a corto plazo con un tipo llamada de trabajo y la memoria a largo plazo). Sin embargo Murdock (1967) citado en León-Carrión (1995) sostiene que un ítem de información pasa al menos por tres estados o procesos:
1) almacenamiento sensorial o memoria sensorial.
2) almacenamiento a corto plazo o memoria a corto plazo.
3) almacenamiento a largo plazo o memoria a largo plazo.
La memoria sensorial es un registro mnésico precategorial, que tiene una capacidad ilimitada y es de escasa duración (Neisser, 1967 citado en Ruiz-Vargas, 1996) es el proceso que convierte a un estímulo en sensación, no es analizado ni interpretado. Como subsistemas se encuentran la memoria icónica que registra información visual y la memoria ecoica que registra información auditiva.
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