Cuale sosn las Cárceles en México: población y rehabilitación

Introducción

Alrededor del mundo todos los gobiernos utilizan diferentes métodos en las prisiones, reformatorios y centros de detención, que hacen que el trato y el modo de vida de los internos en estos lugares sean diferentes y por lo tanto también lo sean sus efectos.

Esto incluye, por supuesto a nuestro país, que como todos, tiene su propio sistema penal y su propio modo de operar dentro de las cárceles. Pero queremos saber, ¿qué tan efectivo es el sistema penitenciario en México y a qué se debe que lo sea o no?

Se conocen listados de las mejores y las peores prisiones del mundo, las más concurridas, las que utilizan los métodos más crueles, las que tienen más efectos positivos en su población, pero ¿a qué se deben estas diferencias? Y ¿por qué algunas de ellas tienen efectos positivos en los criminales, haciendo que una vez fuera lleven una vida recta, mientras que otras no solo fallan en la tarea de mostrarle al criminal el sistema de crimen y castigo, sino que hacen que los crímenes de dicha persona se repitan o incluso aumenten una vez terminada la condena?

Muchos coinciden en que la forma de vida dentro de dichos lugares es determinante para la reformación de la persona que reside en ellos, y eso mismo es lo que analizaremos en éste ensayo. Específicamente, intentaremos explicar más a detalle esta relación entre calidad de vida en prisión y a lo que le podríamos llamar rehabilitación de un criminal en México.

Cárceles en México: población y rehabilitación

Situación en México

Como se ha expuesto ya en muchas notas en noticieros, páginas de internet y otros medios de comunicación, es un hecho que la población de las cárceles en México excede su propia capacidad haciendo que en algunas de ellos exista hasta el triple de personas de las que están diseñadas para poder alojar. Esto sin duda hace que la calidad de vida de los presos sea excesivamente baja, ya que al tener a tantos internos el problema no solo se vuelve cuestión de espacio, sino que también entra en vigor preocupaciones referentes a recursos, los cuales en una sobrepoblación como la existente en estos lugares, escasean.

Además de eso cabe mencionar la cuestión psicológica, ya que compartir una celda diseñada para seis personas con otras diez o veinte es sin duda algo que debe afectar en cuestiones de estrés, y ansiedad a los presos.

Esto no solo es hablar de su salud mental, sino también física, dado que personas con historiales delictivos sometidas a esos niveles de tensión son más dadas a liberarlo por medio de actos violentos, los cuales ocurren todo el tiempo en las prisiones de México. Tan solo hace poco se supo a nivel nacional del motín que provocó cuarenta y nueve muertes y muchos heridos en el penal de Topo Chico en Monterrey, Nuevo León; éste es un claro ejemplo de hasta donde son capaces de llegar los aquellos que están bajo el sistema penal de justicia mexicano para poder escapar de las precarias condiciones de vida a los que son expuestos una vez encerrados.

Queda claro, entonces, que las condiciones en las que viven los reos en las prisiones del país sin duda son ineficaces cuando se trata de rehabilitar a los internos sino que, al contrario, los hacen más violentos.

Rehabilitación de criminales

Uno puede pensar que este es el único problema que existe en las prisiones de México, pero no. Existe un término llamado “Rehabilitación del delincuente” que se refiere a aplicar estrategias educativas o de ayuda social con el propósito de compensar las carencias del delincuente que teóricamente se hallan vinculadas con su actividad delictiva. Estos programas en nuestro país son prácticamente

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