El Estudiante Venezolano
Enviado por aidaandrade • 29 de Febrero de 2016 • Ensayo • 2.507 Palabras (11 Páginas) • 256 Visitas
¿Por qué para el estudiante venezolano:
“Diez es nota y lo demás es lujo”?
Aida Eliana Andrade Contreras
Una de las mayores frustraciones a las que se enfrenta un educador en su labor cotidiana es la desmotivación del estudiantado frente al cumulo de conocimientos novedosos que se les ofrece.
¿Porque no hay un interés generalizado por el aprendizaje?, ¿Cual es la razón para que hayan hecho de la frase: diez es nota y lo demás es lujo, prácticamente un emblema?
¿Por qué se conforma con obtener la calificación mínima aprobatoria, que en nuestro caso son diez puntos, sin vincularlo al nivel de conocimientos adquiridos, en lugar de aspirar a mejorar su nivel de conocimiento sobre un tema específico? Sobre todo si es su elección participar como aprendiz en el sistema educativo, o acaso, ¿no ha sido esta su elección voluntaria?
Es este el punto que llama mi atención y que pretendemos dilucidar en la presente investigación.
La educación en Venezuela ha estado profundamente incidida por las diversas situaciones históricas que ha vivido; y ha librado, a través de su historia, duras batallas para alcanzar su estatus de componente social primordial en nuestro país. En su batalla contra la escolástica, la educación venezolana encontró en primera estancia, la popularización de su impartimiento, hecho que se ha enfatizado en diferentes épocas; y en segundo plano, una orientación hacia el trabajo.
Con la popularización o democratización de la educación, surge el entendimiento de la misma como derecho para todo ciudadano independientemente de la clase social a la que pertenezca. Esta concepción de la educación está fundamentalmente asociada a la preparación de un ciudadano integral, capacitado para defender su patria y su integridad como ser social.
Una vez derrocada la idea de la educación elitista, se abandona la idea de la educación retorica, dedicada al estudio por el estudio mismo y a la búsqueda de la verdad sin propósito especifico para enriquecerla, entendiendo la importancia de actualizar al hombre en el conocimiento que hasta el momento había alcanzado la humanidad pero al propio tiempo se entiende la misma como medio de preparación para la vida, por lo que se procura vincularla a la capacitación para el medio productivo y cambia su carácter general y etéreo por otro más conciso y orientado a la preparación para ser un ser socialmente productivo.
De este modo, se establecen estudios con un complemento capacitador para trabajos concretos y con ellos se crea el certificado de capacidad para la realización de una tarea específica. Siendo, estos certificados o títulos, hoy en día, un verdadero aval para la obtención de un trabajo; y la mayor especialización, un aval para ascensos y mejoras laborales.
Hace algunas décadas, la obtención del título de bachiller era aval suficiente para la obtención de un trabajo “decente”, como maestro, secretario u oficinista; en tiempos más recientes, el campo laboral se ha tornado más exigente y se ha hecho necesaria la obtención de un título universitario para ganar la carrera hacia una de las pocas plazas disponibles, y una vez alcanzada la estabilidad dentro de alguna institución pública o empresa privada, se hace necesario cursar alguna especialización o postgrado a los fines de reunir requisitos para los ascensos y promociones.
De alguna manera, la intención primaria de preparación para el logro de un medio de vida se transforma en el logro de un certificado o título para la obtención de un medio de vida, es decir, la educación pierde su valor esencial de formador y capacitador para reducirse a la adquisición de un documento que califica y etiqueta al ciudadano para la ocupación de un puesto de trabajo. Es aquí donde creo radica el interés desmedido del estudiante venezolano por garantizar apenas la calificación mínima requerida para hacerse de un documento que le permitirá acceder con mayor facilidad a las plazas de trabajo sin importar a priori, su verdadera capacidad o aptitud para el trabajo.
Aun cuando estoy convencida de que deben existir infinidad de causas para esta problemática, tales como el deterioro de los educadores, que también son producto de esta situación y que dan pie al origen de un circulo vicioso, como la politización de las plazas de trabajo de los educadores y la mala remuneración del magisterio en general, entre otras, es en la concepción del sistema educativo en la que pretendemos indagar, por considerar que es en este punto en el que radica el asunto y por creer que la preparación o capacitación para un trabajo nunca se concibió con la intención de desmeritar el gran valor de la adquisición de conocimientos, muy por el contrario pretendió ser la razón enriquecedora y capacitadora del ciudadano libre.
En las siguientes líneas, buscamos aclarar la anterior hipótesis, profundizar en sus fundamentos y encontrar, al menos una de las causas de la falta de interés y motivación de los estudiantes venezolanos frente al universo de conocimientos que a diario les rodea.
Iniciamos nuestra investigación en la recopilación de información experimental o deductiva de elementos asociados al tema y encontramos que aunque existe gran preocupación por los niveles de rendimiento de estudiantes en educación superior en Venezuela, no existe mucha información disponible, o al menos no mucha información de fácil acceso. Sin embargo, en nuestra búsqueda evidenciamos que existe en los trabajos relativos al rendimiento académico, el denominador común de bajo rendimiento estudiantil, pareciera existir gran preocupación por el constante incremento de estudiantes con bajo rendimiento e incluso elevadas cifras de deserción estudiantil.
El tema es abordado desde distintas perspectivas, se cuestiona la medición del rendimiento estudiantil por ser absolutista (Gonzales, 1988) e identificar solo el éxito o fracaso sin valorar los distintos niveles intermedios en los que existe apropiación de conocimiento por parte del estudiantado. También se critica que esta medida solo observa los elementos medibles y que en el rendimiento existen numerosos elementos de orden cualitativo que poseen igual relevancia que los cuantitativos, mas sin embargo, no son considerados con propiedad.
Se estudia la gran variedad de factores intrínsecos y extrínsecos que inciden en el rendimiento estudiantil, factores como el nivel de inteligencia, entorno sociocultural, aspecto socio económico entre otros (Garnica, 1997).
Pero curiosamente encontramos algunos trabajos que relacionan la motivación con el rendimiento académico, digo curiosamente porque es el punto en el que nos detuvimos por considerar que la motivación es el elemento central en nuestro planteamiento.
Considerado desde el punto de vista formal, la motivación es el estado anímico impulsor que aquella realidad atractiva ocasiona en nosotros, dando lugar normalmente a una tendencia productiva (Uria, 1998). Es el motor que nos lleva a realizar algunas acciones conducentes al logro de metas.
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