El Manejo Adecuado del Estrés

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Materia: Habilidades Digitales | Maestra: Ada Alicia Martinez Saldívar

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Contenido

El Manejo Adecuado del Estrés        2

El concepto estrés        2

Etimología de la palabra        2

El concepto en Medicina        2

Significado del término        3

El estrés en el ámbito de la salud        4

Tipos de estrés        4

Signos y síntomas de estrés        4

¿Qué hacer frente al estrés?        6

¿Cuándo acudir al médico?        6

Recomendaciones para disminuir el estrés        6

Referencias        7

Conclusión        8

El Manejo Adecuado del Estrés

Es posible decir que todos nosotros, en más de una ocasión en nuestra vida, nos hemos sentido estresados, con estrés, por alguna situación particular:

• Un examen por presentar.
• Una entrevista de trabajo.
• Las cuentas por pagar.
• Etc.

El concepto estrés

Etimología de la palabra

Encontramos el origen de la palabra estrés en el vocablo inglés “stress”, que proviene del latín “strictus”^[1]. En un principio, en el inglés, este término era utilizado para referirse al fenómeno físico que ocurre cuando un cuerpo elástico se modifica por actúar sobre él una fuerza externa.

Se empleaba principalmente en el trabajo de los metales: cuando el herrero trabaja, coloca el acero caliente sobre su yunque y lo golpea con su martillo hasta forjar un espada. Los cambios que sufre el acero hasta convertirse en arma, son producto del estrés provocado en él por el brazo fuerte del herrador. (Treviño R., 2020)

El concepto en Medicina

Cuenta la historia, que los médicos Walter B. Cannon^[2] y Hans Selye^[3] fueron los pioneros en usar la palabra estrés en el ámbito de la Medicina, específicamente en sus estudios de Fisiología.

Existe un estado de equilibrio en el organismo vivo llamado homeostasis, cuando todos los órganos y células se encuentran llevando a cabo sus procesos y funciones de forma que se mantiene el cuerpo vivo. De acuerdo a lo descrito por ambos autores, cuando existe un agente externo que altera las funciones del organismo, se desencadena una serie de reacciones fisiológicas para mantener el equilibrio: a esta reacción natural le llamaron estrés.

Cuando un niño tiene una infección en la garganta: le da fiebre, tiene tos, escurrimiento nasal, estornuda, etc. Todos estos fenómenos ocurren por el esfuerzo que está haciendo su cuerpo para regresar al estado donde el niño no está enfermo. La bacteria que causó la infección es el factor externo, que generó el estado de estrés. (Navarrete, s.d.)

Significado del término

En el diccionario de la Real Academia Española, la palabra estrés significa “tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves”.  (Real Academia Española, 2019)

Hoy en día el concepto tiene un enfoque más en el área de la Psicología. Hablamos de estrés para referirnos a lo que causa un estado de tensión en nuestra mente y cuerpo. Llamamos estrés a esas situaciones que de forma subjetiva^[4] suponen una amenaza para nuestra persona.

El estrés es un proceso normal que se produce dentro de nosotros mismos para adaptarnos a los cambios que ocurren en nuestro entorno: como empezar la Universidad, cambiar de trabajo, mudarte de casa, que nazca un bebé.

Respondemos al estrés de forma natural, los problemas vienen cuando no se alcanza el equilibrio y nos acostumbramos a vivir en ese estado de forma crónica.

El estrés en el ámbito de la salud

Tipos de estrés

En el ámbito de la salud se habla de dos tipos de estrés: el estrés agudo y el estrés crónico. (Medline Plus, 2018)

El estrés agudo es de corto plazo. Lo sentimos cuando tenemos que entregar una tarea a cierto tiempo o por algún motivo discutimos con nuestra esposa/o, etc. La presión que sentimos nos permite controlar la situación amenazante y desaparece después de que el estímulo externo desaparece. Es por ello que nos sentimos tranquilos después de entregar la tarea y llegamos a un acuerdo con la pareja.

Diariamente, todas las personas, vivimos con momentos de estrés agudo, y es normal.

Por otro lado, el estrés crónico dura por un tiempo prolongado y tiene un impacto negativo en la salud de la persona.

En este caso la fuente de estrés es constante y no desaparece. Esto pasa, por ejemplo, en una situación de violencia familiar donde diariamente el esposo alcohólico maltrata a la esposa e hijos, quienes viven con el miedo de la hora en que llegue papá. Este escenario también es común para la gente que trabaja en el área de ventas o los emprendedores, donde se vive una presión diaria para alcanzar los objetivos de la compañía y ver por la rentabilidad del negocio.

Hoy, en la contingencia sanitaria del COVID-19 tenemos el riesgo de vivir un estrés crónico por la diaria exposición a las noticias de muerte, enfermedad y contagio. Si esto no cambia, como se prevé, tendremos problemas.

En otras ocasiones, la persona permanece en estado de estrés aun después que la fuente externa de amenaza desapareció o es difícil manejarla: un despido, el divorcio, la muerte de un familiar cercano, problemas de dinero/deudas, diagnóstico de una enfermedad grave, etc.

Signos y síntomas de estrés

Cuando vivimos un momento estresante nuestro cuerpo libera sustancias químicas que llegan al cerebro y lo hacen permanecer alerta, los músculos se tensan y se acelera el corazón para latir más rápido.

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