El adolescente, parte de un contexto individual, social y emocional
Enviado por fada0827 • 7 de Diciembre de 2015 • Monografía • 2.399 Palabras (10 Páginas) • 268 Visitas
El adolescente, parte de un contexto individual, social y emocional
Una definición de adolescente es aquella que considerada un período acelerado de crecimiento o también llamado el estirón que marca la separación del niño con el adulto. La adolescencia ha sido considerada como la etapa más importante del hombre; siendo aquí en este período en donde se define la personalidad, sus roles dentro de la sociedad así como también su identidad sexual. La personalidad del adolescente está vinculada a procesos evolutivos que encajan con las relaciones sociales. La interacción con otras personas va pasando de la familia a un vínculo más estrecho en la escuela, ya que aquí se incorpora la relación con nuevos compañeros y nuevos adultos. Se da inicio a la importancia de la familia y se adquiere la autonomía personal e independencia social.
La adolescencia se considera como un período de estrés emocional provocado por los cambios psicológicos importantes y rápidos que se dan en la pubertad. Keniston (1975) menciona que un joven adolescente, puede darse cuenta de la influencia de lo que lo rodea. Se da una estrecha interdependencia entre el pensamiento del adolescente con su lenguaje. Esto trae como consecuencia una inestabilidad emotiva, inseguridad intelectual, nostalgia del pasado y el valor a la tranquilidad de su etapa anterior.
La autoestima en el adolescente
Los problemas emocionales son muy frecuentes entre los adolescentes. Los estados depresivos pueden no ser evidentes para los demás. El ambiente social es parte importante para la formación evolutiva de los caracteres emocionales y las actitudes del comportamiento.
En la interacción del adolescente con sus amigos o compañeros, es propicio para que algunos factores negativos se presenten.
La baja autoestima, desde la perspectiva de la depresión, destaca que las características de una persona que padece depresión emocional en donde el Yo, según Sigmund Freud considerado como el que se encuentra precisamente en el centro de ciertas fuerzas como son la realidad y la sociedad en sí, que al momento de unirse provocan en el individuo ansiedad de la realidad conocida por Freud como el miedo
El adolescente se encuentra en un momento de desvalijamiento como son: un deseo de ser valioso, amado y apreciado; deseo de ser fuerte y tener una gran seguridad; y un deseo de ser bueno y amable. En el período de la adolescencia aumenta la emotividad. En esta etapa, parte del desarrollo cognitivo, considerando importante en los procesos mentales para lograr aprendizajes en el aula, permite evaluar la moral. Las demandas de la vida pueden hacerlo sentir falto de valores y como consecuencia el autoestima va disminuyendo.
Los problemas más comunes en cuanto al comportamiento del adolescente en relación a la vinculación de la autoestima son: que no se puede comunicar con facilidad, hay incapacidad para escuchar y comprender el punto de vista de los que le rodean, cuando es tímido y evita las relaciones sociales; habla de forma negativa de su familia; nunca se ofrece a ayudar a alguien más; no cae bien a los que lo rodean; le gusta llamar la atención; tiene dificultades para expresar sus ideas y sentimientos, hasta puede molestarse por que lo tocan.
Los puntos que muestran singularidad en el adolescente presentan las siguientes indicaciones: se habla de manera negativa de sus logros y de sí mismo; su apariencia le agrada poco o nada; demuestra poca imaginación y rara vez proponen una idea; hace las cosas tal como se lo dicen sin aportar nada; se incomoda cuando en clase se le destaque o pregunte; busca elogios y cuando los obtiene se confunde y lo niega, alardea cuando no es el momento; adopta ideas de otros, es decir, le gusta seguir a otro pero no que lo sigan; critica sus características personales.
El poder del adolescente para cambiar las circunstancias de su vida indica ciertos problemas de comportamiento como: no hacer nada por su cuenta, lo que significa que se le tiene que decir constantemente los deberes que se le han marcado; se retracta de tareas que supongan para él un reto; tiene habilidades muy limitadas; muestra una actitud de desvalido y evita hacerse cargo de los demás; puede ser que haya ausencia de control emocional; la furia, miedo, histeria o incapacidad para afrontar la frustración son muestras de la carencia de control personal; puede ser terco o exigente; su liderazgo lo demuestra haciendo cosas de manera arbitraria siendo flexible negando compartir su autoridad. Los comportamientos que indican problemas de los modelos o pautas son las siguientes: se confunde con facilidad, malgasta el tiempo, no se sabe organizar en ideas y comportamientos; confunde lo bueno con lo malo, tarda en decidirse a hacer algo o decirlo, cuando se le dan instrucciones responde de modo confuso o rebelde; muestra inseguridad al trabajo en equipo.
El docente en el aula debe considerar que las diferencias individuales de cada joven en cuanto a habilidades y limitantes y son parte de la formación de su autoestima. Al momento de considerar esto se estimula la confianza en sí mismo, sentirse valorado e importante; así como también libre de expresarse en cuanto a sus sentimientos e ideas, respetado y querido.
Para desarrollar el autoestima en los adolescentes es conveniente que el docente realice lo siguiente: es importante prestar atención cuando lo requiera, demostrar afecto, elogiarlo, demostrar aprobación cuando se relacione con los demás, compartir los sentimientos con él haciéndolo sentir que también afectan; compartir aficiones, intereses y algunas preocupaciones; pasar algún tiempo con él, resaltar dotes, permitir que exprese sus propias ideas; trasmitir aceptación aun se dé la censura de su comportamiento; descubrir aspectos positivos en las ideas o en las conductas; reconocer sus propios trabajos en actividades o ideas; respetar sus puntos de vista; dejarlo que lleve sus tareas de tal manera que adquiera conocimientos de sus habilidades; estimular sus responsabilidades; ayudarlo a ser consciente de sus decisiones; verificar su procedimiento para la resolución de problemas; alabar y reafirmar sus éxitos obtenidos; respetar el grado actual de sus competencias; estimularlo para que logre sus objetivos personales; el docente debe representar un modelo a seguir; aclarar las consecuencias de sus comportamientos; ayudarlo a entender bien aquellas cosas en las que cree; proponerle objetivos de comportamiento y aprendizaje realista.
Para lograr que los alumnos mejoren su autoestima es importante crear un ambiente afectivo y de respeto; manifestar aceptación y afecto, que los límites o reglas sean claras y el ambiente debe ser afectivo, con respeto e interés en cuanto a lo que el joven adolescente siente el joven en relación a sus emociones.
El adolescente con autoestima sana es más probable que aprenda eficazmente. Sus relaciones son más gratas, aprovecha las oportunidades que se presentan, trabaja de manera productiva y es autosuficiente; posee una mayor conciencia del rumbo que sigue. Esto conlleva a que el adolescente si obtiene estas fortalezas en su autoestima, logrará forjar buenos cimientos para llevar una vida adulta productiva y satisfactoria. Algunas influencias en el adolescente en relación a la autoestima son: cómo se siente, cómo piensa, aprende y crea, cómo se valora, cómo se relaciona con los demás y cómo se comporta. Es importante que el adolescente experimente positivamente cuatro aspectos los cuales consisten en la vinculación, referida esta a lo que para él es que los demás lo reconozcan como importante. Singularidad, que se refiere al conocimiento y respeto que el joven adolescente tiene desde sus cualidades o atributos que lo hacen sentirse diferente o especial; esto con la aprobación que recibe de los demás por esas cualidades. Poder, considerado como la oportunidad y capacidad de éste para modificar las circunstancias de su vida de forma significativa. Y por último, los modelos o pautas que se consideran un punto de referencia que abastecen al adolescente de ejemplos humanos, filosóficos y prácticos adecuados que contribuyen a su escala de valores, ideales, objetivos y los propios modales.
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