Ensayo de Los maravillosos dos.

Los maravillosos dos.

En este ensayo se presentará un análisis propio acerca de la maravillosa etapa por la que pasan los niños cuando atraviesan por los dos años de edad, viéndolo desde una perspectiva diferente, ya que se pretende quitar la negativa idea que se acostumbra tener acerca de  “los terribles dos”. Toda esta etapa transcurre durante la primera infancia por lo que haré referencia a ciertos argumentos de esta, que manejan diversos autores como Payne, Vlahov y otros más. También se revisará lo que a mi parecer sería de gran ayuda conocer para atravesar lo mejor posible esta etapa, porque si bien se intenta quitar la denotación negativa hacia la misma, se debe de reconocer las dificultades que se atraviesan por esta, ya que el desarrollo de un ser humano es más complejo que un simple nombre hacia un periodo de vida.

Pero, ¿a qué se le conoce como los terribles dos? Precisamente es esta etapa que todo niño atraviesa cuando está cerca de cumplir los dos años y que puede prolongarse hasta pasados los tres, está etapa es siempre diferente para cada infante, no hay una tabla de valores o puntos específicos que definan con exactitud este término, pero lo que si podemos identificar de ella es que por lo general los niños entran a una edad complicada en donde comienzan a descubrir el mundo por medio de la experimentación, se dan cuenta de sus limitaciones ante este, y lo más importante, la etapa del egocentrismo comienza a marcar su final. Las relaciones sociales se hacen presentes, y en la mayoría de los casos el contacto con más seres humanos se vuelve necesario, presentándole al niño más retos.

Aparte de todo lo externo que se acaba de mencionar, a nivel cognitivo, una serie de cambios ocurren a la par, el hecho de comenzar a desarrollar un lenguaje que les permita comunicarse, y dar a conocer su sentir, se convierte en un reto más, siendo  uno de los más complicados a superar para el niño, ya que acto seguido, comienzan a identificar las emociones con las palabras, y a entender hasta cierto punto, el uso de algunas, como por ejemplo el `no´, que puede venir acompañado de un sin fin de actitudes negativas por parte del niño, todos estos cambios presentes en un pequeño de dos años, se ven reflejados con una serie de actitudes, que si bien no son terribles, por lo menos si son complicadas.

Es difícil en su momento tratar de comprender que todo esto tiene una raíz, que los niños no deciden ser molestos, sino que el hecho de desconocer su entorno, y sus capacidades, los orillan a expresarse de maneras que pudieran considerarse incorrectas para los padres o cuidadores del menor, quienes son los que pueden imprimir el  nombre de terribles a estos años, ya que ellos tienen una idea de lo que esperan del comportamiento del niño, quieren que esta, como todas las etapas por las que los acompañan, sea fácil, sea bonita, tranquila y llena de paz, pero deben comprender que ese niño al que están guiando es un ser humano, y que está en su derecho de crecer, vivir y experimentar plenamente.

¿Qué debemos esperar del comportamiento de un niño de dos años? Esta pregunta es muy subjetiva, ya que cada padre o cuidador espera algo diferente de su niño, pero según Vlahov “Los niños pequeños que exploran físicamente su medio ambiente, que socializan con otros niños y que interactúan verbalmente con los adultos, crean para sí mismos un ambiente enriquecedor, estimulante, variado y desafiante”.Vlahov, S. (2008), Mi hijo es hiperactivo ¿qué hago? p,21. Por lo mismo, se espera que un niño que se desenvuelve con libertad y al que se le estimula al presentarle oportunidades de experiencia, tenga más posibilidades de ser un niño que se desarrolle adecuadamente, por esto es de suma importancia tener la disponibilidad para vivir todo esto con el menor. Claro que  esta no es la fórmula secreta del éxito. El niño manifestará diferentes actitudes a pesar de tener la oportunidad de experimentar, ya que, como se había mencionado, más allá de ser solo una situación externa, los cambios que se originan a nivel cognitivo son impresionantes.

A esta edad el niño comienza a notar que el mundo no gira alrededor de él, que si bien es muy importante para la vida de sus padres o cuidadores, no solo existe él en el mundo, nota la presencia de más personas en su entorno, y el asimilar esto le cuesta bastante trabajo, el niño debe de aprender a socializar con todo tipo de personas, desde familiares, amigos de sus padres, hasta desconocidos en un centro de cuidado, lo que hasta ese momento conocía él cómo cierto, comienza a cambiar y a mostrarle retos de convivencia social. Como dijo Payne (2009) “Los niños necesitan relacionarse con otros seres humanos, para poder desarrollar habilidades sociales y su propia individualidad. No hay sustituto, ni una alternativa virtual para el poder vital de las relaciones, las mismas que forjan las identidades.” Pero aunque esto sea necesario para el desarrollo del niño, el proceso para que se dé puede llevar tiempo. AGREGAR LA NUEVA IDEA 

Por otro lado, en otra área del cerebro se está desarrollando el lenguaje, que será el medio de comunicación más eficaz con el que contara el niño, pero antes de que sea del todo claro, una serie de procesos neuronales acompañados de practica y error, nos llevan a esta complicada etapa, en donde el niño siente frustración al no poder darse a entender con claridad, hasta donde él puede expresar y comprender, hace todo lo posible para conseguir ser entendido, pero como es bien sabido, este proceso en cada menor es diferente, influyen muchos factores en la producción del habla del menor, desde restricciones físicas, hasta falta de atención al mismo, pasando por la ausencia de estimulación o práctica que debe de tener el niño para poder comprender el lenguaje y tener un correcto uso de él, por lo mismo habría que destinar momentos para dedicarnos a practicar palabras por medio de canciones o repetición silábica, para que el menor vaya relacionando estas con el lenguaje que le servirá para comunicarse con el mundo.

Otro punto de relevancia a destacar en el desarrollo de un niño de dos años, es la importancia que tiene el juego en su día a día, el juego es el medio por el cual, el niño experimenta gran cantidad de situaciones o elementos básicos para su desarrollo, ya que sirve para estimular su imaginación y como puente para socializar. Para que quede más clara esta idea, vale la pena revisar lo que nos dice Payne:

En los últimos años se ha visto mucho sobre cómo este juego imaginario y representativo ayuda a los niños a desarrollar capacidades cognitivas críticas conocidas como la función ejecutiva. La función ejecutiva incluye la habilidad de autorregularse, de corregir el comportamiento, las emociones y los impulsos propios de manera adecuada para el ambiente y la situación.

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