Entrevista a Bejamín Gónzalez Pérez director de Cultura Comunitaria de la delegación Tlalpan
Enviado por Antonio Sanchz • 19 de Junio de 2018 • Documentos de Investigación • 1.017 Palabras (5 Páginas) • 92 Visitas
Entrevista a Bejamín Gónzalez Pérez director de Cultura Comunitaria de la delegación Tlalpan
¿Cómo surge Cultura Comunitaria?
En realidad esto es una política pública, es resultado de un debate que se viene dando en México y en América Latina desde hace, por lo menos, unos veinte años. Tiene que ver con un cambio del paradigma original sobre las políticas públicas dirigidas en materia de cultura. Originalmente se tiene pensado que la labor del Estado es la promoción de los grupos y de las comunidades artísticas, ósea que el Estado tendría que promover al creador como objeto primordial, políticas de esta naturaleza sobran en el país y han sido parte del enfoque hegemónico durante muchos años.
Los creadores van a las áreas de cultura a pedir espacios para exponer, para solicitar que se publiquen sus libros, espacios para montar sus obras de teatro, lugares donde puedan bailar, dar clases, etc; la idea de Cultura Comunitaria es dar un giro a eso, es decir, las comunidades artistas son importante pero lo más importante es el ciudadano. El ciudadano que tiene derechos culturales a ejercerlos cotidianamente, que en lugar de verlos como públicos receptores de una política, es verlos como actores principales de esa política.
Que quiere decir esto, quiere decir que los recursos y las iniciativas de Cultura Comunitaria están interesadas en ubicar a la comunidad, al ciudadano como el principal actor del proyecto y del desarrollo cultural; mientras que los artistas nos ayudan coadyuvar esto. Voy a poner un ejemplo que ilustre lo anterior, vamos a pensar que un día llega una compañía de teatro a una oficina pública y pide espacios para presentar su puesta en escena, si ese fuera el caso de alguien que llegará a Cultura Comunitaria, nosotros les plantearíamos algo distinto, les diríamos que en lugar de ir y presentarse ante una comunidad trabajará con ella.
En ese sentido lo que hacemos es que los artísticas con las herramientas que han aprendido, siguiendo el ejemplo de la compañía de teatro, no trabajen en el montaje de su obra, no en la idea que tienen, no la que desarrollaron; sino que le enseñen a esa comunidad a escribir una historia a partir de sus propias experiencias, a construir una escenografía, a realizar técnicas de teatro, a montar una obra y luego esa obra se presente en la comunidad y en otros lados. Esto es más difícil, es más tardado, implica una decisión no de un día que sería ir y dar una función; sino implica acciones que pasan a lo largo de muchas semanas, implica un proceso más que un suceso. Por lo tanto, es más caro, es más complicado, los resultados no se ven de inmediato, cuando tú vas y montas una obra y la obra se llena en el pueblo, pues tú tomas tres fotos y dices qué éxito tuvo esta obra.
En cambio, cuando tú haces un proceso de montaje requiere muchos momentos y muchas acciones pequeñas, pero es un producto que a nuestro juicio es mucho más valioso, ya que es una comunidad completa, la que puede ejercer su derecho, en este caso, al teatro, a partir de que hace teatro; se involucra en las disciplinas que lo expresan. Al final hay en ello un empoderamiento, un goce; hay una reivindicación de algo que podríamos llamar ciudadanía cultural porque hay un acto de participación colectiva, hay un acto de representación del imaginario de su propio entorno, hay una expresión de sus propias preocupaciones, de sus propios sueños y pesadillas, y el ejercicio de un derecho a una mayor plenitud.
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