Etapas del grupo de encuentro. comparación entre Rogers y Benis y Sheppard

ROGERS

BENNIS Y SHEPARD

1. Etapa de rodeos. Desde el comienzo el coordinador, o, facilitador aclara que se trata de un grupo, que va a tener un grado desacostumbrado de libertad, donde él no los dirigirá; momento en que se produce cierta confusión, silencio, frustración y donde los individuos comienzan a tener una comunicación, intrascendente. Entonces, comenzamos a preguntarnos quién nos va a indicar lo que hay que hacer; quien es responsable de nosotros; y cuál es el propósito del grupo.

1. Dependencia. (problemas de poder)

1. Dependencia – Huida. recién se conocen. Falta de instrucciones. Ansiedad. Dependencia porque no hay grandes iniciativas personales, sino un deseo de que la autoridad competente solucione por nosotros el problema de hacer andar y de encontrar como hacerlo. El mismo moderador se siente tentado a dar instrucciones precisas. Aunque sabe que si lo hace el grupo habrá llegado al término de su evolución. Se habrá instalado en la dependencia. 

2. Resistencia a la expresión personal. En esta etapa de rodeos, es posible que algunos integrantes comiencen a revelar, o mostrar actitudes personales. Aquí, vamos a hablar de un YO PUBLICO, y UN YO PRIVADO. Este YO PUBLICO es la imagen que yo estoy mostrando; Mientras mi YO PRIVADO tiene dudas, ya que va a depender que aparezca, de la manera en que los otros reaccionan frente a mí.

1. Contra dependencia – Lucha. Líder no da instrucciones precisas y observa. No cede a los deseos manifestados o no del grupo. Sus observaciones resultan frustrantes, especialmente para los que no tienen idea del funcionamiento. Los más contra-dependientes, con más problemas de aceptación de la autoridad comienzan a manifestar su rebeldía. Es una etapa dura en el grupo. Se cuestiona la forma de autoridad, se critica la organización del curso. Pero dar instrucciones u órdenes ahora sería como regresar atrás. Por otra parte el grupo ya no desea su autoridad. El grupo desea tener iniciativas, explorar nuevos roles, e ir elaborando normas que le sirvan para funcionar mejor. Esta etapa en la vida real, supone la muerte del grupo. Pero se pueden superar como cualquier crisis.

3. Descripción de sentimientos del pasado. A pesar de la ambivalencia, y del mostrarse, ya van apareciendo sentimientos en las conversaciones, sentimientos del pasado, no son de este “aquí y ahora”.

1. Resolución – Catarsis (como si). No siempre se da. Si el moderador sabe favorecer el diálogo y ayudar al grupo a poner en palabras lo que va sucediendo verá pronto con alivio cómo surgen voces de equilibrio que van a restituir la paz. Los miembros que no tienen especiales problemas de autoridad, los autónomos o independientes. Son los que pueden mediar entre los más dependientes y los contra-dependientes. Los que recuerdan las observaciones anteriores y las reformulan. A veces hay una revelación personal que alguien hace de sí mismo y que repercute en los demás Y eso explica conductas o situaciones anteriores. Alivio, catarsis, euforia, se siente que es un buen grupo. Desde este momento el moderador dejara de ser una figura tan controvertida y perderá protagonismo. De las relaciones verticales de la etapa de dependencia, pasan a las relaciones horizontales. El gran descubrimiento: personas interesantes y valiosas. 

4. Expresión de sentimientos negativos. Un hecho común, es que los primeros sentimientos que se muestran, en este aquí y ahora, son sentimientos negativos, ya que también estamos probando  si éste es “mi lugar” donde puedo ser yo mismo.

2. Independencia.

1. Ilusión – Huida. Aparente armonía y paz. Sensación de gran cohesión y éxito. Aunque recuerdan sus diferencias, tienen la ilusión de que el grupo perfecto es posible. Se niegan realidades. Desaparece el feed-back. Hay tolerancia. Alguien puede manifestar no sentirse él mismo en el grupo, siendo la sensación de muchos que callan. Si se alarga la etapa, es por personas que sacrifican hasta la sinceridad para evitar enfrentamientos, temerosas del abandono. Pero el grupo le pondrá fin a la ilusión.

5. Expresión de material personalmente significativo. Después de las experiencias negativas, es probable que alguno de los miembros del grupo, se vayan revelando, mostrando, ya que han encontrado que éste es “su grupo”, y comienza a generarse un clima de confianza.

6. Expresión de sentimientos inter personales inmediatos dentro del grupo. A medida que vamos sintiendo este clima de confianza, se comienzan a expresar sentimientos de uno hacia otro miembro del grupo, pudiendo ser ellos, positivos y/o, negativos.

7. Desarrollo de la capacidad de aliviar el dolor. Así vamos viendo que algunos miembros del grupo, tienen una aptitud natural para alivianar el dolor de otros, siendo más perceptivo al dolor ajeno.

1. Desilusión – Lucha. Las personas que no soportan la situación de falsa cercanía, tienen más dificultades en las relaciones inter-personales y aprovechan para vivir su problema trasladando las dificultades al grupo. Que comienza a descubrir que las diferencias que los distancia no son las de autoridad sino las del amor. Hay conflictos e intolerancias múltiples. Ultima dificultad entre la adolescencia y la madurez final. El moderador debe conservar su calma. Si logra que la capacidad de comunicación ya conquistada y la habilidad para dar un feed-back honesto y eficaz se ponga en acción, habrá logrado que el grupo tenga alguna de esas experiencias de superación que le van a servir para siempre. 

8. Aceptación de sí mismo. Comienzo del cambio. Cuando comenzamos a aceptarnos estamos más cerca de posibilitar el cambio, ayudado por la contención del resto del grupo.

9. Resquebrajamiento de la fachada. Aquí, ya pasado un determinado tiempo, los mismos miembros del grupo, no toleran que otros se escondan detrás de una fachada, o, máscara. Si algunos miembros han podido mostrar sus sí mismo, exige que esto pueda lograrse con todos, para poder lograr un encuentro básico.

10. Retroalimentación. Ésta interacción ya es más fluida, y comienza una comunicación entre las partes que va a posibilitar la retroalimentación entre los miembros, y recibe datos sobre cómo es  percibido por los demás.

1. Validación – Catarsis final. (aceptación). Hay un grupo de personas independiente afectivamente, Son los que posibilitaran la unión entre los más intimistas y los contra-intimistas. Reestablecer dos cosas: la capacidad de escucha y el gusto por las diferencias. Nuevas maneras más válidas y satisfactorias de comunicarse. Valió la pena. Ahora se pueden abordar temas personales y de relaciones importantes y de una manera que supone aprendizaje y crecimiento personal serio. 

11. Enfrentamiento. Ya estamos interactuando,  y esto puede llevarnos  a enfrentamientos, que pueden ser positivos, o, negativos.

12. Relación asistencial por fuera del grupo. Ya estamos interactuando, y pudiendo poner de manifiesto nuestros sentimientos, lo que nos va a posibilitar poder tener esta actitud de ayuda, ya por fuera del grupo, en colaboración con un compañero del grupo, que lo  necesite.

13. Encuentro básico. Si estamos en este lugar mío, en el que puedo mostrarme tal cual soy, voy a  estar en una relación de tu – yo, elemental. Esto posibilita:

14. Expresión de sentimientos positivos y acercamiento mutuo.

15. Cambios de conducta en el grupo. Ya llegado este momento grupal, vemos que los cambios se dan a nivel verbal, y no verbal, con cambios gestuales.