Grandeza y miseria del derecho internacional

"Grandeza y miseria del Derecho Internacional”

1. ¿Qué postura adopta el actor respecto a la naturaleza  jurídica del Derecho Internacional?

Dice que es un derecho genuino ya que es transicional porque es un derecho perfectible, de menor evolución, menos efectivo, pero de mayor rango jerárquico y de mayor riqueza cultural.  

1. ¿De dónde proviene según el autor la grandeza y la miseria del Derecho Internacional?

Desde la particularidad, el egoísmo, exclusividad y la discriminación de los de cada Estado, tratando de relacionar la fuerza de un Estado físico con el Derecho cuando el derecho  es un valor moral.

1. ¿De las diferentes posturas que existen respecto de la existencia del Derecho Internacional  en cual colocaría usted al autor?

A mi punto de vista yo elijo el que dice:

“El Derecho Internacional es auténtico Derecho porque lo esencial no es disponer de la fuerza cuando se tiene el derecho, sino la virtualidad, la facultad de emplearla, si contáramos con ella y fuese necesario.” Y lo complementaria con:

“La gran fuerza del Derecho Internacional reposa en la voluntad de justicia internacional y no en la voluntad de poder.”

1. Cuál es su opinión con respecto a la lectura:

Bueno mi opinión acerca de la lectura tiene mucha verdad pues es cierto que cada estado vela por sus necesidades, lucha contra los demás Estados para subsistir,  aunque tenga que violar al Derecho.

Pero si bien es cierto el Derecho Internacional  promueve su revisión cuando sea necesario y encuentra la serenidad y la fortaleza moral a cada problema o circunstancia que se le presente.

Pero creo que esta lectura nos habla más allá de la realidad, puesto que no solo se trata de entender lo que el texto nos quiere decir, si no, es en la interpretación de cada párrafo, para entender que cada línea que está escrita pues nos habla de sucesos que hoy en día vivimos. Me tomo el atrevimiento de mencionar un párrafo de la lectura para concluir mi opinión acerca de la lectura que dice:

“La fuerza no construye una cooperación entre pueblos, ni un nuevo orden internacional. Ni siquiera es garantía o condición de paz, porque la fuerza divide, pero no une. Al servicio de los débiles, la fuerza puede adquirir cierta dignidad moral.”

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