Inserción de la pedagogía teatral Historia del teatro en México
Enviado por 04111995 • 17 de Mayo de 2017 • Documentos de Investigación • 9.073 Palabras (37 Páginas) • 299 Visitas
Inserción de la pedagogía teatral
Escuela Libre de Psicología
Diseño de Investigación
Karla Daniela Cortés Juárez
Adriana Paola Vázquez Morales
José Alberto Flores Casco
José Carlos Rendón Martínez
Septiembre, 2016
Antecedentes
Historia del teatro en México
En 1902 se forma la sociedad de Autores dramáticos, que tenía como interés principal el documentar obras de autores mexicanos. Fue en estos tiempos , a la par de la revolución Mexicana, que el teatro en nuestro país empezó a tomar forma como algo que perseguía el folklore del país e intentaba dejar atrás la influencia española-Xavier Villaurrutia y Salvador Novo, fueron dos pilares en la construcción de una nueva era, en lo que al teatro de vanguardia se refería (Fallence,2009)
En 1925 se forma la organización de grupos de Autores Dramáticos el cual tiene como objetivo fomentar la cultura del teatro en México. Para 1950 el teatro universitario se convirtió en una realidad gracias a nombres como Villaurrutia, Novo, Usigli y Gorostiza-con obras como-Coronas de sombra –Medio tono y El gesticulador, daría el empuje necesario en todos los niveles para que la carrera de Literatura Dramática y Teatro fueran creadas en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de México.
El realismo se había apoderado entonces, tanto de actores como de directores, las obras que se pusieron en escena bajaban a un plano de realidad cada vez más intensos. Cabe destacar la importancia que tienen dos festivales de Renombre internacional en nuestro país – el festival de la ciudad de México y el festival cervantino de la ciudad de Guanajuato. Actualmente el Teatro es presentado en niveles profesionales y semi-profesionales por muchas Universidades del país fomentando un método innovador de expresión y aprendizaje.
La aparición del término “pedagogía teatral” en el contexto teatral es parcialmente reciente, pero su utilización continúa entendiéndose específicamente como un proceso, es decir, como la enseñanza del teatro, lo que sería igual o equivalente a mencionar que el que enseña el arte teatral es un pedagogo por excelencia. Refiriéndonos a la norma pedagógica no se consideraría solo como el proceso de transmitir competencias y habilidades técnicas para ser un “actor” en un escenario específico, sino también un proceso de extenso horizonte, teniendo como objetivo primordial el llegar a realizarse como un ser humano que posee una infinidad de valores utilizados tanto para la vida social como la personal.
En estos tiempos en que las reformas educativas cobran sentido para mejorar la calidad de los servicios educativos en el país. Resulta muy importante revisar, analizar, reflexionar y compartir las múltiples formas, en que los contenidos artísticos y sus metodologías de enseñanza; se llevan a cabo en los distintos niveles de nuestro sistema educativo nacional
Es necesario reconocer la experiencia que se han gestado en los últimos años en el ámbito de la enseñanza teatral, así como descubrir nuevas posibilidades de acción; para aprender y enseñar en los diferentes niveles educativos.
Antecedentes de la pedagogía teatral
García Huidobro (1996) define a la pedagogía teatral como una metodología empleada en la enseñanza que principalmente utiliza el juego dramático o teatral con el objetivo de desarrollar aprendizajes, este tipo de pedagogía surge como consecuencia de la tragedia inmersa en la Segunda Guerra Mundial, principalmente para aquellos niños quienes habían sido víctimas del desastre. El amplio campo en el área psicológica infantil después de dicho fenómeno social, permite tanto al ámbito educativo como al psicológico antes mencionado, a formular nuevas teorías para superar los traumas generados después de la tragedia, sobre todo desde un área no conductista.
Parte importante de los cambios después de la Segunda Guerra Mundial, con lo que respecta a los aspectos de los infantes, fue el reconocimiento del Derecho al Juego, aceptado en 1959, dando pauta al desarrollo de la salud, la seguridad y principalmente de la educación.
Peter Slade es quien convierte en una realidad la inserción de las técnicas dramáticas en cuestión de la evolución y aprendizaje de los niños. Slade ya en la década de los cincuenta defendía que “existe una Expresión Dramática Infantil que es de belleza exquisita y supone una forma superior de Arte. Debería ser reconocida, respetada y protegida” (Slade, 1954, citado por Navarro, 2009).
Por otra parte, en la década de los 60, la profesora inglesa Dorothy Heathcote lleva a cabo los primeros intentos por indagar en el uso de la dramatización y por supuesto el teatro en el ámbito educativo, posteriormente en los años 80, Gavin Bolton contribuye a esta nueva técnica educativa proporcionando argumentos sólidos que justifican la utilización del drama principalmente como una herramienta que no sólo beneficiaría a uno mismo sino también a la sociedad (Bolton, 1984. En Navarro, 2009).
Contextualizándonos en América Latina, es Augusto Boal el primero en introducir por medio de la obra El teatro del oprimido, un aprendizaje sobre la vida crítica de la sociedad mediante el uso de juego teatral. Él considera primordialmente que el teatro debe humanizar a la Humanidad y sobretodo (Flores, 2008), afirmar que todo ser humano es teatro, teniendo en cuenta la proposición anteriormente descrita, ésta se toma como punto de partida para incluir a todas las personas en la participación dramática, convirtiéndola así en un instrumento para lograr nuevos aprendizajes.
La educación teatral actual
La implementación del término “pedagogía teatral” y existen ciertas ambigüedades en la descripción entre los autores contemporáneos encontrados; María Osípoyna Knébel, pedagoga y directora rusa, la define como la experiencia refinada que se acumula a través de la práctica docente en la aplicación de métodos y técnica (Knébel, 1991, citado por Vázquez, 2009)
Ryan (1980, pag. 237) contextualiza a la educación teatral como el acto de acompañar a alguien en su búsqueda de expresión, dándole plena libertad de ser y ofreciéndole los medios para éste pueda expresarse de la mejor forma posible, sin limitantes. El objetivo de este tipo de educación es primordialmente desarrollar tanto actitudes como aptitudes de carácter creativo, llevando así al individuo a vivir de forma auténtica, de igual forma será posible que a partir de éste tipo de educación el educando cree sus propias herramientas de aprendizaje teniendo en cuenta al arte como mediador, generando así la combinación de una síntesis de ideas y hechos, dicho de otra forma, llevando el aprendizaje de lo práctico a lo teórico. El resultado será como una sorpresa porque los elementos utilizados serán más conocidos (Koestler, 1965 citado por Laferriére, 2001).
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