La pandemia de la Covid- 19 y sus efectos en el comportamiento y personalidad de las personas menores de 18 años en el Perú entre el 2020 y 2022
Enviado por J0rE • 4 de Julio de 2023 • Práctica o problema • 4.174 Palabras (17 Páginas) • 130 Visitas
AÑO DE LA UNIDAD, LA PAZ Y EL DESARROLLO[pic 1]
“LA PANDEMIA DE LA COVID- 19 Y SUS EFECTOS EN EL COMPORTAMIENTO Y PERSONALIDAD DE LAS PERSONAS MENORES DE 18 AÑOS EN EL PERÚ ENTRE EL 2020 Y 2022”
CURSO: Investigación Académica
DOCENTE: Angelica Senepo Gonzales
INTEGRANTES:
- Andrea Rosa Huaman Vidal
- Rosa isabel Quiñones Quesada
- David Tantarico Quiñones
- Jhicely Selene Rojas Becerra
- Juan Anthony Ore Rengifo
2023
INTRODUCCIÓN
En el contexto actual, los niños y jóvenes han enfrentado una serie de emociones y desafíos sin precedentes debido a la pandemia de COVID-19 y las medidas restrictivas que han llevado al aislamiento social. Sentimientos como el aburrimiento, el desgano y el temor se han vuelto comunes entre ellos, lo que puede conllevar a la indiferencia, la pérdida de autonomía y afectar negativamente su desarrollo emocional y social.
Comprender el estudio del comportamiento humano se vuelve esencial para entender cómo estas emociones pueden afectar a los menores. Las emociones, como un reflejo directo de nuestro comportamiento, desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de los niños. Durante la etapa de confinamiento, estas emociones pueden ser detonantes de actitudes y cambios en la manera de ser de los niños, impactando en la forma en que realizan sus actividades diarias y se desenvuelven en su entorno social.
Es evidente que muchos niños han experimentado emociones diferentes como el miedo, el desgano y la desesperación por querer mantener la normalidad en sus actividades cotidianas, lo que a menudo los pone en situaciones problemáticas al afrontar las consecuencias del confinamiento. Los menores de 18 años se han mostrado como un grupo vulnerable, enfrentando dificultades tanto físicas como psicológicas debido a los cambios que están experimentando y su necesidad de interactuar con su entorno social para su formación y desarrollo de personalidad.
Un estudio de psicología infantil ha revelado que el aislamiento social ha tenido un impacto significativo en las habilidades de interacción social de los niños. La falta de estímulos adecuados puede manifestarse de forma negativa en su etapa escolar, llevando a dificultades para relacionarse con otros niños y provocando sentimientos de aislamiento, depresión y ansiedad como consecuencia del confinamiento. Las experiencias vivenciales y el proceso de aprendizaje juegan un papel importante en el desarrollo de habilidades sociales en los menores, así como el ambiente positivo que los padres pueden crear en torno a ellos.
Además, el presente estudio analiza cómo el confinamiento ha afectado negativamente la autoestima de los menores. La falta de interacción social, el estar encerrados, la pérdida de rutina y otros factores han contribuido a la falta de actividad física y al desarrollo de pensamientos negativos sobre su aspecto físico, lo que puede llevar a impulsos e ideas destructivas. Esto ha llevado a trastornos emocionales y psicológicos como la ansiedad, la depresión y el estrés, llegando incluso a situaciones trágicas donde la falta de motivación y esperanza ha tenido consecuencias devastadoras.
Por otro lado, el comportamiento humano ha revelado que el aumento de la ansiedad y la depresión en los jóvenes puede atribuirse en gran medida a las medidas restrictivas y al distanciamiento social impuestos por la pandemia. Las restricciones han alterado significativamente la rutina y el estilo de vida de los adolescentes, generando estrés y ansiedad. La falta de contacto social y la preocupación constante por la salud propia y de los seres queridos han aumentado los niveles de aislamiento y soledad.
Argumento 1: Nuevas emociones de los niños y su afección.
Como primer punto en esta investigación se busca desarrollar la manera de cómo las nuevas emociones adquiridas durante el tiempo de confinamiento afectaron a los menores y como estos los sobrellevaron tanto negativa y positivamente.
Por definición,las emociones son respuestas psicofisiológicas complejas que experimentamos como reacciones a estímulos internos o externos. Son estados mentales y corporales que involucran cambios en nuestros pensamientos, sentimientos, respuestas fisiológicas y comportamientos.
Para la directora de Psicología infantil Marcela Armus, la pandemia de COVID-19 ha generado numerosas adversidades y desafíos para las niñas y los niños, tanto a nivel físico como emocional. La necesidad de mantenerlos seguros durante este período ha sido una prioridad, pero también es esencial cuidar de su salud emocional ante estas circunstancias difíciles.
«Además de mantener a las niñas y los niños físicamente seguros durante la pandemia, también es importante cuidar su salud emocional frente a este tipo de adversidades, ya que corren el riesgo de desarrollar problemas significativos de salud mental, incluidos el estrés, la ansiedad y la depresión relacionados con el trauma.» «La inestabilidad económica es un riesgo especialmente alto para los trastornos emocionales.»( Marcela Armus,2020,pág.2)
Existe un riesgo significativo de que las niñas y los niños desarrollen problemas de salud mental como resultado de la pandemia. El estrés, la ansiedad y la depresión relacionados con el trauma son algunas de las consecuencias emocionales que pueden surgir. La inquietud de los niños al querer saber lo que pasa y porque no hacen sus actividades normales y diarias es algo desconcertante para ellos.
Por otro lado , la consultora especialista en salud mental y apoyo psicosocial de UNICEF Urore Brossault resalta que las niñas y los niños pueden experimentar respuestas únicas y variadas frente a eventos estresantes. Cada individuo puede manifestar diferentes comportamientos y reacciones emocionales en función de su personalidad, historia y capacidad para manejar el estrés.
“Las respuestas de las niñas y los niños a eventos estresantes son únicas y variadas. Algunos pueden estar irritables o pegajosos y algunos pueden retroceder, exigir atención adicional o tener dificultades para cuidarse, dormir o comer. Los comportamientos nuevos y desafiantes son respuestas naturales”(UroreBrossault,2020,pg.5)
Algunas de las respuestas comunes que pueden observarse en los niños frente a eventos estresantes incluyen irritabilidad, necesidad de atención adicional, retroceso en su desarrollo, dificultades para cuidarse, alteraciones en el sueño o el apetito, entre otros. Estos comportamientos nuevos y desafiantes son respuestas naturales al estrés y la adversidad a los que se enfrentan.
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