“La personalidad saludable y la madurez” Taller de apoyo académico

Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa.

Janeth Sotelo Valdez  2173049915

“La personalidad saludable y la madurez”

Taller de apoyo académico.

Profesora: Graciela Ontiveros Ruiz

Grupo: CA08

Trimestre 17-0

Miércoles, 18 de Octubre del 2017.

Ciclo escolar 2017-2018.

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La personalidad saludable y la madurez

La naturaleza del bienestar

El sufrimiento común es la enajenación de uno mismo, de nuestros semejantes y de la naturaleza. El ser humano sufre porque tiene que vivir su vida, no es vivido por ella, es consciente lo que lo hace sentirse solo, perdido e impotente. Como solución a dicho sufrimiento las personas (a comienzos del siglo XX) acudían al psiquiatra; padecían síntomas  (ideas obsesivas, compulsión), y se les considera enfermos, ya que algo les impide funcionar socialmente “normales”.

Actualmente estas personas acuden al psicoanalista para eliminar sus síntomas, pero han surgido nuevos pacientes sin saber en realidad de que sufren (solo se quejan de alguna inconformidad u incomodidad de su vida).

Para los que sufren alienación, la cura no consiste en la ausencia de enfermedad sino en la presencia de bienestar, que por definición encontramos; haber llegado al pleno desarrollo de la razón (despertar del semi sueño en el que vive el ser humano, dejar que las cosas sean y responder a todo lo que existe), desprenderse del propio ego, renunciar a la avaricia, dejar de perseguir la preservación y engrandecimiento del ego, ser y experimentarse a uno mismo en el acto del ser, de conservar, codiciar y usar. Para alcanzar el bienestar tenemos que superar todo tipo de sufrimiento, y se tiene que superar la separación, encontrar unidad y “nacer plenamente”.

El nacimiento no es un acto es un proceso, es desarrollar la propia conciencia, razón, capacidad de amar, hasta el punto de trascender la propia envoltura egocéntrica y alcanzar una nueva armonía. La salida del individuo de la unidad regresiva va acompañada de la superación gradual del narcismo (no acepta la realidad como es sino como quiere que sea, y si no se satisface su deseo obliga al mundo poniéndose furioso), este proceso va acompañado de 3 etapas; percepción sensorial, capacidad de diferenciación y la diferencia entre el yo y no yo. Una vez que el ser humano es separado de su unidad pre humana y para dística con la naturaleza  habrá encontrado el bienestar.

Psicológicamente el bienestar es un estado en que la persona esta sintonizada en su totalidad con la realidad externa e interna. Una persona normal está consciente de  la realidad en la medida en que el funcionamiento social lo hace necesario (la realidad es muy parcial), las personas con sufrimiento (alineación) no ven la realidad, se les llama represivos, proyecta sus propios sentimientos e ideas sobre los objetos y entonces no se experimenta así mismo como el sujeto de sus sentimientos, sino que se siente dominado por los objetos a los que ha cargado con sus sentimientos.

En el estado de la no represión se adquiere de nuevo la visión inmediata, se cobra conciencia de lo inconsciente y ampliando así nuestra conciencia supone entrar en contacto con la realidad y –en ese mismo sentido- con la verdad (intelectual y afectivamente). Este objetivo se trata de una parición que no tiende al fin negativo de la ausencia de la enfermedad sino al objetivo positivo de la presencia del bienestar que es concebido en términos de plena unión, de la percepción inmediata e incontaminada del mundo. Este objetivo es considerado un método “zen” y puede agudizar la atención, arrojar nueva luz sobre la naturaleza de la comprensión y elevar el sentido de lo que es ver, de lo que es ser creador, de lo que es superar contaminaciones afectivas y las falsas intectualizaciones que necesariamente se producen cuando la experiencia se basa en la división sujeto-objeto. Obviamente^[a] este método no se puede llevar acabo sin el análisis (que es cuando una persona descubre lo que realmente es), que va implícito con el psicoanálisis, dicho análisis nos podría ayudar a evitar las ilusiones.

Hacer amistad con la emoción

Estamos acostumbrados a censurar, intentar manipular y tratar de suprimir o reaccionar en contra de nuestras emociones. Si nos permitiéramos sentirlas, profundizar en ellas y llegar a aceptarlas tal como son; serían menos desconcertantes en nuestra vida y su energía podría ampliar nuestra sensación de identidad.

Las emociones en la psicología occidental

El modo tradicional en que Occidente ha tratado el tema de las emociones: son consideradas como algo ajeno y las separan de nosotros mismos. Si empleamos este método, podemos terminar intentando desembarazarnos de ellas por medio del pasaje al acto o de la represión.

El terreno de sentimiento y la emoción: vitalidad esencial

Todos nuestros sentimientos y emociones se originan en la corriente vital esencial que nos anima, e incluso, el simple hecho de estar vivo es una cualidad per se. Nuestra vitalidad esencial es también la fuente de nuestra sensibilidad y de nuestra ternura. Cuando estamos abiertos y receptivos a la vida somos vulnerables. Nuestra piel y las complejas operaciones de nuestros sentidos, de nuestro cerebro y de nuestro sistema nervioso están dispuestas para permitir que el mundo penetre en nosotros y que nuestras emociones y sentimientos surjan como respuesta de penetración. Cuando conectamos con esa vitalidad sobre la que descansa nuestra salud y nuestro bienestar tenemos la posibilidad de descubrir nuestra sensibilidad más íntima en la que se originan nuestros sentimientos y emociones.

Sensaciones sentidas

Una sensación sentida abarca una amplia gama de aspectos diferentes de mi modo de relacionarme con una situación. Cuando desplegamos una sensación sentida, nos ayuda a descubrir una vitalidad esencial y volver a conectarnos con aquellos impulsos vitales positivos que hayan sido perturbados por la situación.

Sentimiento y emoción

Un sentimiento puede permanecer oculto en el fondo de nuestra conciencia mientras que las emociones atrapan nuestra atención y no pueden ser ignoradas.

El origen de los problemas emocionales

El ciclo de sentimientos que da lugar a pensamientos termina solidificando y congelando los sentimientos, y encerrándolos en círculos emocionales que no nos conducen a ninguna parte. Cuando estamos perdidos en esa confusión emocional la percepción se enturbia, y entonces solemos decir o hacer cosas de las que luego nos arrepentimos. Es posible salir de esta tendencia a quedar atrapados en tramas argumentales y emocionales, pero ello requiere cierta disciplina.

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