MUERTES INESPERADAS

Hablando de un tema que es bastante difícil, la muerte es un golpe muy duro para quien lo ha vivido, sin embargo es mucho más dolorosa cuando existen muertes inesperadas y es aquí cuando las víctimas o bien dicho las personas afectadas presentan mucho más dolor por la partida del fallecido, ya que todo fue tan repentinamente, porque no hubo despedida alguna, no hubo tal vez un perdón entre esas personas involucradas en este duelo, quedan palabras en boca por decir, pero por más que esa persona quiera encontrar una resignación a esa partida irremediable esto le es imposible. En varios casos pueden existir traumas gracias a esa ausencia, las personas afectadas suelen que vallan teniendo conflictos con ellos mismos porque aún no pueden aceptar la realidad, esto quiere decir que ya les es muy difícil hacer sus actividades habituales sin esa persona, que tal vez ella o el los acompañaba o por el simple hecho de que siempre dependían de el mismo para poder realizarlas. Pero en otro caso por ejemplo en la muerte ‘esperada’ existe un tipo de entendimiento, obviamente siempre deberá existir el dolor, angustia generalizada al saber que esa persona tan cercana y que tanto quieres morirá…

Duele mucho, la partida, duele recordar cada momento compartido con esa persona. La muerte es una separación, una experiencia de desprendimiento tanto como para el que muere como para los que quedamos vivos, es un adiós de las almas a los apegos ya sea afectos, personas , lugares u objetos.

Sin embargo este libro nos habla de varias cosas que le sucedieron al autor, Eduardo ya que tuvo que afrontar dos grandes partidas de personas muy cercanas a él y sobre todo muy queridas y proyecta el gran dolor que experimento, es un libro de autoayuda para sanar el dolor, la tristeza y el apego.

Es imposible reconocer que en el dolor intervienen diversas emociones ya sea como la angustia, gracias a estas complicaciones se pueden generar complicaciones que pueden generar contracturas musculares o faciales esto dan lugar a una sensación de dolor, poco a poco como va transcurriendo el tiempo la herida va cicatrizando, como quien dice vamos asimilándolo sin tanto sufrimiento el recuerdo de la persona fallecida ya te causa menos dolor al saber que jamás volverás a verla. Despedirse una vez de esa persona te hace sentir un gran vacío en tu ser, porque cuando muere esa persona que uno piensa que una parte de nuestra vida cambia, y en efecto ya no volverá a ser como antes, ahora ya tienes que tener un grado de madures para saber y tener siempre en mente que a pesar de las dificultades de la vida tienes que salir adelante y comprender que la vida sigue y debes de luchar día a día por cada nuevo día que disfrutas ya sea en compañía de tus amigos, familia etc., aprende a disfrutar cada momento vivido no importa si son momentos malos o buenos, simplemente goza todo lo que haces.

Decir adiós es aprender a pasar del apego personal al amor impersonal, de la muerte personal a la impersonal, es recordar a alguien que partió por lo que nos enseñó con su partida y no por los huecos y desnudeces que sentimos que nos dejó.

Cuando la muerte inesperada deja una doble tarea a los que quedamos vivos que es descubrir el sentido de esa perdida en nuestras vidas y hacer el duelo por la persona que ha partido, este trabajo de despedida realiza un recorrido por un camino que se inicia en el momento de tener que enfrentar la noticia hasta el regreso a la vida de la cual nos habíamos alejado por el dolor de la depresión y la angustia que la muerte nos había causado.

Negarse a la realidad no sirve de nada porque es una manera de no darse la oportunidad para saber qué es lo que está pasando con esta muerte inesperada dentro de uno mismo, ya que con esta actitud de negación lo que solo se consigue es que se puede estar hiriéndose o hiriendo a otros. En esta circunstancia es frecuente dejarse influir por lo que los otros dicen o piensan de lo sucedido, llevando en cuenta también que aquí se reprime el dolor.

Se ha sabido también que en algunos casos todo lo que está alrededor deja de ser motivo de ilusión y de expectativa, se va destruyendo cada vez existen posibilidades de llegar hasta el suicidio como reacción ante una muerte inesperada.

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