Medicion y evaluacion
Enviado por cami9831 • 2 de Noviembre de 2020 • Ensayo • 950 Palabras (4 Páginas) • 90 Visitas
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Asignatura:
Medición y evaluación
Unidad 4
Ensayo
Estudiantes:
XXXXXXXXXXXXXXXXXX
Docente:
José Álvaro Cruz Jaramillo
Facultad de Psicología
Guadalajara de Buga, 31 de Octubre 2020
Introducción
Este documento contiene aspectos importantes de una etapa de mi vida, todos llenos de grandes experiencias, unos de mucha felicidad y otros de grandes tristezas, pero que lograron fortalecer mi carácter y mi espíritu, dejando en mis grandes enseñanzas.
Han sido tantos los acontecimientos importantes en mi vida, unos llenos de felicidad y otros de tristeza, pero todos han marcado mi existencia, y no me quejo, porque considero que realmente la vida está hecha así, lo que quiero decir es que no todo puede ser felicidad o no todo puede ser desdicha.
Puedo decir que mis primeros 9 años de vida fueron maravillosos, pero irónicamente de esa etapa, se presentan algunas lagunas, sin embargo vienen a mi mente, momentos llenos de amor, de juegos con mis padres, de disfrutar el colegio, esta época está marcada por una única preocupación era cumplir con las tareas y jugar, es ahí que vienen los recuerdos de reuniones con mis primas jugando a las muñecas, los fines de semana en el patio de mi casa jugábamos a la rayuela, a la cuerda, escondite, teléfono roto y así se pasaban las tardes, entre risas y juegos, hasta que mi mama nos llamaba para tomar la entredía, que por lo general consistía en agua de panela con leche, milo, acompañado de galletas o pan con mantequilla y mermelada, otra veces era melado con queso, visualizo comiendo todos sentados en el suelo, pues éramos tantos que no cabíamos en la mesa, cansados, sudando pero con ganas de seguir jugando. Momentos felices, ya que nuestra única obligación era precisamente eso, ser felices.
Siempre recuerdo a mi padre llegando tarde de trabajar cansado y seguramente con ganas de acostarse, pero sus cuatro hijos estábamos siempre deseosos de que llegara, apenas escuchábamos abrir la puerta de la casa, lo primero que hacíamos era salir corriendo a recibirlo, con abrazos, besos y juegos, pues nos encantaba tirarlo al suelo ponernos encima de él y hacerle cosquillas por un buen rato, nunca nos dijo que no, el disfrutaba tanto de esos momento que nunca significaron un sacrificio para él, pero eso si, por tardar a las ocho y media ya teníamos que estar acostados y mis papas se turnaban, unos días mi papa rezaba con los varones y mi mama con nosotras las mujeres y al otro día al contrario.
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