Relación entre personalidad e inteligencia emocinal
Enviado por Angie Carrion • 19 de Enero de 2021 • Trabajo • 1.463 Palabras (6 Páginas) • 167 Visitas
RELACIÓN ENTRE PERSONALIDAD E INTELIGENCIA EMOCIONAL
E
n esta breve investigación, trataremos los temas de personalidad y de inteligencia emocional, profundizando en primer lugar en sus significados para poder entrar en contexto con los mismos y así poder dar paso a hallar una relación entre ambos.
Conoceremos también cómo pueden llegar a desarrollarse en conjunto, y con esto no nos referimos a decir que si incrementa la inteligencia emocional, incrementará la personalidad, más bien se puede decir con certeza que el ser humano puede mediante el incremento de su inteligencia emocional, hallar mejores maneras de reaccionar ante diversas situaciones.
- La personalidad es el conjunto de características conformado por comportamientos, cogniciones y patrones emocionales que se desarrollan a través de factores biológicos y ambientales. La personalidad difiere de una persona a otra y puede ser observada en la relación que tienen las personas con su entorno y sus diferentes grupos sociales.
Existen 5 factores de la personalidad:
Apertura a la Experiencia: Este factor trata sobre la disposición que tienen las personas a experimentar cosas nuevas, incluye aspectos como curiosidad intelectual y creatividad. Se expresa en una escala entre abierto y cerrado. Personas con un alto nivel de apertura tienden a ser aventureros y creativos, mientras las personas con un bajo nivel son más conservadores.
Conciencia: Este factor considera la habilidad de una persona de controlar sus impulsos, mantener comportamientos socialmente aceptables y tener una mentalidad orientada a cumplir con sus responsabilidades. Se expresa en una escala entre espontaneo y concienzudo. Personas con un alto nivel de conciencia tienden a ser organizados y realizan planes, mientras las personas con un bajo nivel tienden a ser impulsivos y postergar trabajos.
Extraversión: Este factor considera la tendencia e intensidad con la cual una persona busca interactuar con su entorno y grupos sociales. Se expresa en una escala entre introvertido y extrovertido. Personas con un alto nivel de extraversión son sociables y buscan ser el centro de atención, mientras las personas con un bajo nivel prefieren la soledad y son reservados.
Amabilidad: Se enfoca en como las personas interactúan con los demás, considera factores como comportamientos prosociales como el altruismo, apego emocional y confianza. Se expresa en una escala entre hostil y amable. Personas con un alto nivel de amabilidad tienden a preocuparse y sentir empatía por los demás, mientras personas con un bajo nivel tienden a ser demandantes y apáticas hacia los demás.
Neuroticismo: Este factor analiza la capacidad de una persona de soportar estrés en diferentes situaciones, considera factores como la ansiedad y depresión. Se expresa en una escala entre estable y neurótico. Personas con un alto nivel tienden a ser ansiosas e irritables, mientras personas con un bajo nivel tienden a ser calmadas y resistentes a cambios emocionales.
- Inteligencia Emocional: es la capacidad que tenemos las personas para percibir tanto emociones propias como ajenas, así como comprenderlas y regularlas, está compuesta por una serie de habilidades que permiten tener ese autocontrol de nuestras propias emociones y sentimientos. Estas habilidades frenan tus comportamientos impulsivos y ayuda a la resolución de conflictos. Según Daniel Goleman, el autor del bestseller que popularizó este concepto en los 90, las habilidades de la inteligencia emocional pueden dividirse en dos tipos: inteligencia intrapersonal e inteligencia extra personal.
Las habilidades de la inteligencia emocional internas:
Autoconciencia: Es la capacidad para reconocer nuestras propias emociones. Aunque esto puede parecer evidente, en la práctica no es tan sencillo: por ejemplo, muchas veces ocurre que pensamos que estamos enfadados cuando en realidad sentimos miedo, o simplemente estamos confusos. Con la práctica, es posible aprender a identificar correctamente las emociones en el momento en el que surgen.
Control emocional: Busca manejar los propios estados de ánimo, impulsos y recursos. En lugar de estar “ciegos de rabia” o “locamente enamorados”, lo que buscamos es no perder el control a causa de las emociones. En particular, la capacidad de expresar adecuadamente sentimientos como la furia, la ira o la irritabilidad es fundamental en las relaciones personales.
Motivación: Consiste en manejar nuestras emociones para orientarlas al cumplimiento de nuestras metas personales y profesionales. Resulta fácil ver cómo esta habilidad puede ser útil en el entorno laboral. Dentro de la motivación podemos distinguir cuatro tendencias emocionales: el impulso de logro, el compromiso con las metas, la iniciativa y el optimismo.
Las habilidades de la inteligencia emocional externas
Empatía: Consiste en entender qué están sintiendo otras personas, ver las cuestiones y las situaciones desde su perspectiva; en otras palabras, “ponernos en su lugar”. Las personas empáticas son capaces de adivinar con más facilidad lo que otras personas necesitan o desean a partir de señales sutiles.
Las habilidades sociales: Es una de las habilidades de la inteligencia emocional más importantes, ya que permiten convencer, dirigir, mediar entre disputas y en general trabajar mejor en equipo. Estas habilidades están en la base del liderazgo, la popularidad y la eficiencia interpersonal, así que son fundamentales para desempeñar con éxito un puesto de responsabilidad.
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