Resumen gardner teoría computacional de la mente

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En septiembre de 1948 se celebró un congreso sobre “los mecanismos cerebrales en la conducta” en el que se encontraban diferentes investigadores ubicados, entre ellos John von Newman, matemático, el cual resaltó por dibujar una importante similitud entre la PC electrónica y el cerebro, además estuvo el matemático y neuro físico Warren McCulloch quien se basó en un trabajo titulado “¿Por qué la mente está en la cabeza?” para abrir una controversia sobre la manera en que nuestro cerebro procesa la información, tratando explotar ciertos paralelismos entre el sistema nervioso y los métodos lógicos que desarrolla una PC con el objetivo de diferenciar porqué percibimos el planeta en la forma en la que lo hacemos.

 La mayor parte de los estudiosos de dicha etapa desafortunadamente no habían tomado presente la introspección como procedimiento científico querido debido a que no se consideraba decisiva para toda la ciencia, el introspeccionismo ha sido derribado de una manera abrupta a causa de un conjunto de adolescentes científicos que se hicieron llamar “conductistas”. Dichos niños hicieron 2 proposiciones; los estudiosos de alguna ciencia del comportamiento debían limitarse a los procedimientos públicos de observación, nada de rumiaciones (pensamientos negativos obsesivos sobre preocupaciones, vivencias o inconvenientes, ya sean recientes, pasadas o futuras). En 1936 Turing planteó la iniciativa de una máquina fácil (que después ha sido llamada "máquina de Turing") capaz de hacer, en inicio, cualquier cálculo concebible. La máquina podía desarrollar 4 clases de desplazamiento con la cinta: desplazarla a la derecha, desplazarla a la izquierda, borrar la marca o imprimirla. En 1950 (poco previo a su prematura muerte por suicidio, una vez que contaba poco bastante más de 40 años) sugirió que era viable desarrollar de tal modo una máquina de esta índole que nadie diferenciaría sus respuestas a un interlocutor, de las que brindaría una persona; esta iniciativa quedó inmortalizada como "la prueba de la máquina de Turing", que se usa para objetar a cualquier persona que dude de que una PC puede real mente pensar: se plantea que una máquina programada ha pasado la prueba de Turing si un observador es incapaz de diferenciar sus respuestas de las de una persona (Turing, 1963)

Una segunda línea de pensamiento, significativa para todos los que estaban participando en la fundación de la ciencia cognitiva, ha sido expuesta a comienzos de los años 40 por Warren McCulloch (el segundo orador del Simposio de Hix son) y Walter Pitts, un adolescente especialista en lógica. McCulloch y Pitts (1943) demostraron que las operaciones de una célula nerviosa y sus conexiones con otras (la llamada red neural) podían ser representadas por medio de un modelo lógico. Según este modelo, la neurona era activada, y paralelamente activaba a otra neurona, igualmente que un componente o proposición de una sucesión lógica puede implicar alguna otra proposición. Además, era vero símil entablar una parecido en medio de las neuronas y la lógica en términos de electricidad, vale mencionar, con alusión a señales que tienen la posibilidad de pasar o no por medio de un circuito. El resultado final de la demostración de McCulloch y Pitts se resume en esta oración: "Todo lo cual logre describirse de forma intensa e inequívoca ...

Merced a su demostración, se abrían ahora 2 caminos para la máquina de Turing: uno que apuntaba hacia el sistema nervioso, compuesto de innumerables neuronas que se atuvieran inicialmente del "todo o nada"; y otro que apuntaba hacia una computadora capaz de materializar cualquier proceso que pudiera ser descripto de manera inequívoca. Turing había demostrado la posibilidad, en principio, de la verdad de computadoras de gran poder, en tanto que McCulloch y Pitts probaron que había al menos una máquina formidable el cerebro humano- cuyas operaciones podían concebirse por parecido con los principios de la lógica, y que por ende era una poderosa computadora antaño habían sido colegas suyos), en particular por las sugestivas analogías entre un sistema de conexiones lógicas y el sistema nervioso humano.

Formuló por primera ocasión públicamente sus puntos en un artículo de 1943, "Conducta, objetivo y teleología" (Rosenblueth, Wiener y Bigelow, 1943); él y los demás coautores expusieron ahí la iniciativa de que los inconvenientes de la ingeniería de control y de la ingeniería de las comunicaciones son inseparables; además, de que su eje no son las técnicas de la ingeniería eléctrica, sino algo muchísimo más trascendental: el mensaje, "así sea transmitido por medios eléctricos, mecánicos o nerviosos". Además, desarrollaron una nueva iniciativa acerca del sistema nervioso central, expuesta por Wiener en dichos términos:

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