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SEXUALIDAD HUMANA . El triunfo de la bicicleta exige que sus adeptos del sexo débil hagan uso de un equipamiento andrógino


Enviado por   •  11 de Octubre de 2018  •  Resumen  •  1.883 Palabras (8 Páginas)  •  212 Visitas

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SEXUALIDAD HUMANA

“El triunfo de la bicicleta exige que sus adeptos del sexo débil hagan uso de un equipamiento andrógino… ¿Nunca haremos comprender a nuestros publicistas con faldas y sociólogos con sus vestidos que una mujer no es igual ni inferior, ni superior a un hombre, que es un ser aparte, algo distinto, dotado por la naturaleza con otras funciones distintas a lo del hombre con el que no piensa rivalizar en la vida pública? La mujer no existe más que por los ovarios” VICTOR JOSÈ, 1895

La manera de percibir los sexos ha ido evolucionado a través del tiempo con diversas teorías, descubrimientos y aportaciones de filósofos y médicos. El sexo tal y como lo conocemos data del siglo XVIII, donde los órganos reproductores a estas alturas se comenzaron a jerarquizar que llevó a una diferencia inconmensurable. “Las mujeres deben su forma de ser a los órganos de la generación, y en especial al útero”, afirmaba un médico del siglo XIX, algunos filósofos como Aristóteles y Galeno estaban equivocados cuando afirmaban que los órganos femeninos son una forma menor de los del hombre, lo que implicaba que la mujer inferior que el hombre. A partir de esta época se comienza a notar que no solo existe diferencia sexual sino también diferencias en cuanto a capacidades con respecto a hombres y mujeres, esto conlleva a los conflictos que surgen en la actualidad.

Otras de las grandes aportaciones que se hicieron es el nombramiento de los órganos que conforman el aparato reproductor como los son, los testículos y los ovarios también pretendían demostrar que el orgasmo es sinónimo de placer del cuerpo por lo tanto se creía que la mujer debía ser estimulada previo al acto sexual.

En cuanto al modelo unisexo seguía vivo en los siglos XVIII y XIX donde se veía al hombre como Dios y que este era parte aguas para la existencia de la mujer, donde Aristóteles dejo su aportación de la creencia de que la mujer era un hombre menor lo cual llevo a diversos conflictos en los cuales no se reconocía diferenciación alguna entre los aparatos sexuales del hombre y la mujer lo cual fue motivo de estancamiento en estas teorías.
Posteriormente se comenzó a reflejar roles de la mujer y el hombre no solo en el aspecto biológico sino también en aspectos de actividades que desempeñaban cada uno y la posición que tenía la mujer frente al hombre, se vio reflejada la jerarquía que existe aún en la actualidad.

Posteriormente surge la biología que trata de explicar el funcionamiento de los aparatos reproductivos basándose en la experimentación con animales. En el siglo XIX comienzan a surgir las diferentes teorías con respecto al aparato reproductor de la mujer, tratando de explicar sus estructuras por medio de dibujos que pretendían dar una visión sobre sus componentes sin embargo los ovarios seguían siendo llamados “testículos femeninos”.

“sin excitación de la libido o satisfacción en el acto venéreo probablemente no puede tener lugar la concepción” Samuel farr, 1785. Samuel F. y Justiniano afirmaban que la mujer por el hecho de concebir había experimentado el disfrute sexual, aunque ella no hubiese dado su consentimiento porque el bloqueo era solo mental pero no físico. Y otro autor hace mención a que el embarazo debería aceptarse como prueba de la existencia de un orgasmo ya que sin este no daría lugar a un embarazo. En materia jurídica estas afirmaciones no tenían efecto sobre los tribunales los cuales creían que no podía haber violación si la mujer concibe ya que era difícil comprobar que las víctimas fuesen violadas, solo las violaciones más repugnantes llegaban a juicio en estos casos no era necesario ni relevante la comprobación de que existiese un orgasmo o no, debido a que el argumento del embarazo no era del todo fiable. En 1823 desmintió estas afirmaciones un médico ya que expuso que la concepción era posible incluso cuando la relación sexual era involuntaria, aunque la mujer sintiera repugnancia por el hombre agresor ya que la biología que constituye a cada aparato reproductor no precisa de sentimiento o deseos para que se produzca una concepción debido a que esta es producto de la naturaleza biológica.
En la vida fetal temprana, la presencia de hormonas produce la diferenciación de las diversas estructuras del embrión, que van a dar origen a los órganos sexuales pélvicos internos y externos tanto en el producto XX como en el XY.
Podemos observar que a pesar de lo que muchas gente cree, los hombres y las mujeres no son criaturas con grandes diferencias incluso los sistemas sexuales en que radican las diferencias primarias entre hombre y mujer son bastante semejantes desde la etapa del embrión hasta su desarrollo fetal hay una notoria similitud de los sistemas sexuales que con el tiempo se van diferenciando, el desarrollo del sistema sexual en el ser humano es bastante complicado los órganos de ambos sexos se originan de la misma estructura anatómica de masas celulares, la diferenciación entre hombre y mujer resulta de las señales hormonales iniciadas por el patrón cósmico especial establecido en el embrión durante la concepción.

Al desarrollarse las gónadas a partir de la séptima semana de gestación, estas empiezan a adquirir características sexuales, el sistema de órganos sexuales temprano es muy similar en ambos sexos y al inicio todos los embriones humanos son bisexuales en potencia. Este periodo se conoce como etapa indiferenciada de los órganos sexuales durante la cual estos órganos sexuales externos pasan también por una etapa en la que no es posible distinguirlos como masculinos o femeninos dentro de la gestación.

La masculinización de los órganos sexuales externos se provoca a partir de andrógenos producidos por los testículos fetales la testosterona se transforma en dihidrotestosterona que actúa sobre el tubérculo genital lo transforma en el pene y también actúa sobre los pliegues urogenitales lo transforma en la uretra peneana y la parte ventral del pene, a diferencia de los órganos sexuales externos femeninos que son menos complicados y no obstante se desarrollan con mayor lentitud que los genitales masculinos, a falta de andróginos ocurre la feminacion de los órganos sexuales externos, existe un contraste peculiar y acentuado en la diferenciación del embrión masculinos y del femenino aunque el sexo genético ya está fijado en el momento de la fertilización, los genes sexuales ejercen su influencia hasta alrededor de la quinta o sexta semana de la vida. En este punto ya se puede diferenciar la sexualidad de los embriones y se comprende la biología diferente del hombre y la mujer que a pesar que en un principio son iguales su desarrollo los lleva a ser diferentes.

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