¿Se puede hablar de educación con un cuento?

“¿SE PUEDE HABLAR DE EDUCACIÓN CON UN CUENTO?

SANTIAGO, UN CUENTO PEDAGÓGICO”.

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SANDRA NIESVIZKY

Fue en 1985, hace ya muchos años, cuando entré en contacto en las teorías del modelo “Centrado en la Persona” en el Instituto de Psicología y Desarrollo Humano. Para mí fue todo un descubrimiento.

Había cursado 14 años de educación formal en una escuela con el método tradicional, además me había casado con un hombre muy conservador, y era mamá de 3 niños que a su vez estaban en una escuela tradicional, todos en diferentes grados de primaria.

Uno de los maestros, cuando explicó la forma de calificar, comentó que ésta iba a constar de 3 partes, una la iba a dar él, otra cada quién y otra el grupo; y que también quería saber lo que yo pensaba, opinaba, creía, afirmaba o debatía con respecto a los escritores, y que además “nos atreviéramos a cuestionar a los autores”. Quería que exploráramos nuestras creencias, valores, que no le tuviéramos miedo al afecto, que tomáramos decisiones libres confiando en nosotras mismas y que a su vez, nos permitiéramos explorar escribiendo y generando nuevos conocimientos.

Para mí fue absolutamente desconcertante. Al salir de preparatoria estudié un año de “Historia” y había que ser muy rígidos y textuales al repetir las citas de quienes afirmaban algo en los textos. Ni mi marido me preguntaba que pensaba, y las “cosas, eran como tenían que ser”. Ese maestro era el Dr. Carlos Biro. El marcó mi vida de una manera importante. Tiempo después, empecé a leer sus escritos y siguió impactándome. Terminé Desarrollo Humano, me divorcié, estudié psicología hasta el doctorado y me volví “maestra” en su significado profundo, según el diccionario de la REAL ACADEMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA: “Persona que enseña o forma, especialmente aquella de la que se reciben enseñanzas muy valiosas”. Y…  yo formo personas desde las bases de la psicología, y lo hago en licenciatura, maestría y doctorado. No nada más enseño, formo, forjo, apuntalo, apoyo. Y… me apoyo en algunos de los textos de Biro.

Permíteme lector hablar un poco de él. Carlos Biro nació en México en 1932. Estudió medicina y biología e hizo muchos escritos sobre estos temas. Después estudió la maestría y doctorado en Desarrollo Humano, en la Universidad Iberoamericana, además de aprender psicoanálisis y otras técnicas terapéuticas y siguió escribiendo. El instituto donde yo lo conocí era un producto de alumnos de esa especialidad. Todavía recuerdo el día de la primera clase, llegó un hombre alto, robusto, de pelo entrecano y vestido con un “overol” de mezclilla y camisa de cuadros.  En fin, me impactó.

En otra universidad, me pidieron que diera la materia: PSICOLOGÍA PARA LA EDUCACIÓN Y PEDAGOGÍA. Es una materia básica para licenciatura, llena de paradigmas de la educación y autores y teorías que se tienen que aprender. Además de los escritos obligados decidí tomar el texto de Biro que se llama: SANTIAGO, UN CUENTO PEDAGÓGICO (1983) Tal vez, lector, la pregunta será ¿Por qué? ¡¿Es un libro “viejo”?! Y si, si sólo se enfoca la fecha de creación, tiene 34 años. Pero voy a hablar de su contenido. Empieza el prólogo con una reflexión muy actual, y cito: “En todas partes se oye hablar de la reforma educativa. Se arguye que los resultados de los sistemas escolares existentes son malos: el nivel de motivación de los estudiantes es bajo, existen continuamente problemas de disciplina, etc. Se buscan soluciones empíricas para estos problemas”. (Pp. 9) Yo te pregunto lector: ¿Hay algo más actual? ¿No estamos ante “UN NUEVO MODELO EDUCATIVO”? ¿Acaso no decimos que el modelo anterior no servía? ¿No nos educaron a nosotros, “los adultos de ahora”, con ese modelo que “no servía”? Ojo, no estoy en contra de la innovación, estoy en contra de la manipulación y palabrería. Estoy a favor, de la CONGRUENCIA.

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