Ser Humano. Una aproximación a la condición humana, su estudio y comprensión

Ser Humano

Una aproximación a la condición humana, su estudio y comprensión.

Suponga que un profesional respetado, un amigo de confianza o un miembro de la familia se le acerca y le dice que la vida es una pérdida de tiempo sin sentido. ¿Pensarías que esta persona estaba bromeando? ¿Estaría conmocionado, quizás indignado? ¿Dudaría seriamente del bienestar de esta persona? Sospecho que algunos de nosotros estaríamos inclinados a preguntarnos por qué una persona razonable debería pensar tal cosa. Cualquiera que haya esperado en una larga fila en una tienda de comestibles o en una oficina gubernamental solo para ser redirigido al final de otra larga fila, o cualquiera que haya pasado tiempo sentado en el tráfico de la hora punta, sin duda estará de acuerdo en que al menos parte de la vida es una tremenda pérdida de tiempo. Por supuesto, la mayoría de la gente acepta que vale la pena vivir la vida, pero sorprendentemente a pocos les resulta fácil explicar con precisión qué es lo que hace que la vida sea significativa. Y de los que tienen respuestas preparadas, un número sorprendente de personas discrepa con vehemencia sobre lo que constituye una vida significativa. El filósofo griego Heráclito comentó una vez, "la gente está engañada sobre el conocimiento de cosas obvias". (McKirahan, 1994, pág. 117). ¿Podría ser que la respuesta a la pregunta sobre el significado de la vida sea realmente algo bastante obvio, pero nos engañamos persistentemente a medida que nos acercamos a ella?

“Si el hombre como lo define el existencialista no es definible es porque para empezar no es nada. No será nada hasta más tarde, y entonces será lo que hace de sí mismo. […] El hombre no es más que lo que hace de sí mismo. […] Cuando decimos que el hombre se elige a sí mismo, queremos decir que cada uno de nosotros debe elegirse a sí mismo; pero con eso también queremos decir que al elegir por sí mismo, elige por todos los hombres. Porque, en efecto, de todas las acciones que un hombre puede realizar para crearse a sí mismo como quiere ser, no hay ninguna que no sea creativa, al mismo tiempo, de una imagen del hombre tal como él cree que debería ser. […] Soy entonces responsable de mí mismo y de todos los hombres […]?? (Sartre, 2001, págs. 26-28)

La vida humana en este nivel primordial es como un evento y como tal tiene una estructura temporal. La actividad viva se dirige hacia el futuro, el próximo momento, la próxima semana, el próximo año, finalmente hacia la muerte. Y así, en nuestro??????  siendo humanos, siempre estamos, como dice Heidegger (1962), “por delante de nosotros”. Pero también nos echan en un mundo que tiene una dimensión sociocultural e histórica particular. Cada uno de nosotros tiene una historia influenciada por nuestro patrimonio cultural. Alguien nacido en un contexto cultural católico, hindú, islámico, judío o protestante, ya sea que acepte o no las doctrinas religiosas particulares, llevará consigo fragmentos de esos valores y perspectivas.

La felicidad y la autenticidad, como las he caracterizado en este artículo, son condiciones interrelacionadas para la posibilidad de que una vida emerja como significativa para un individuo. Los seres humanos debemos involucrar nuestras vidas mediante la elección deliberada de vivir bien, mediante la elección de vivir de forma activa y sólida. Cuando elijo realizar alguna actividad, me involucro en ella con brío y vigor, y asumo la responsabilidad de hacerlo, la actividad surge como algo sustancialmente significativo y significativo para mí... La constante afirmación de las propias elecciones de vida o, en otras palabras, la elección de continuar con las diversas actividades de la vida que contribuyen a nuestro vivir bien fundamenta el paso hacia una vida significativa. Los seres humanos son centros de actividad sensual, creativa, emocional e intelectual que expresan un pasado en el presente a través de la elección, motivados por el deseo de felicidad, es decir, la mejor actividad. Desde esta perspectiva, la vida significativa se verá amenazada perpetuamente por (a) la ignorancia o la falta de conocimiento sobre el mejor curso de acción; (b) la pereza, el escapismo a través de, digamos, alguna adicción, o algún grado de pasividad, ya sea que eso signifique seguir a otras personas o simplemente no comprometer la vida de uno en absoluto; o (c) miedo, la incapacidad de tomar la decisión de vivir bien. Ignorancia, pereza, y el miedo (esta no tiene por qué ser una lista exhaustiva) compromete nuestras vidas y reduce nuestra capacidad para prosperar y elegir entre posibilidades; restan valor a la posibilidad de elegir vivir una vida significativa.

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