Trastorno negativista desafiante en la adolescencia

Trastorno negativista desafiante en la adolescencia

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Rubén Serrano Domingo

Cristina Fernández Delgado

Introducción

¿Por qué hemos elegido este tema?

¿Por qué creemos que es importante saber sobre este trastorno para nuestro futuro laboral?

Hemos visto fundamental tratar el trastorno negativista desafiante por las siguientes razones:

1. Saber cómo afrontar la relación con los alumnos que padezcan este trastorno.
2. Comprensión por parte del profesorado.
3. Advertencia de los síntomas que puedan interferir en la vida escolar y posterior prevención por parte de especialistas.

Definición de trastorno

A partir de la etimología latina de esta palabra (preposición latina trans “al otro lado” + verbo tornare “girar, tornear”, podemos deducir que se trata de un giro en sentido contrario o anormal, invirtiéndose el orden natural de algo en concreto.

Desde el punto de vista de la psicopatología es complicado dar una definición exacta de lo que es un trastorno, e incluso se han utilizado diferentes criterios para su definición a lo largo de la historia. Por ello, vamos a hablar más bien de lo que se entiende por trastorno, y no lo que es un trastorno, pudiendo éste definirse como la presencia de un comportamiento o un grupo de síntomas anormales que en la mayoría de los casos se acompañan con malestar e interfieren en la actividad del individuo.

De este modo, como hablamos del trastorno negativista desafiante, se trata de una alteración en la conducta debida a diversas circunstancias y que va a afectar a la vida y al entorno de la persona que lo padece.

Definición del trastorno negativista desafiante/oposicionista (TND, ODD)

Es un patrón recurrente de comportamiento caracterizado por conductas negativistas, desafiantes, desobedientes y un comportamiento hostil hacia las figuras de autoridad (padres, hermanos, profesores, compañeros, etc), y que afecta de manera importante en su vida social y académica. Hay una dificultad  de controlar los impulsos, el deseo o la tentación de realizar algún acto que resulte nocivo para el paciente o para las personas que le rodean.

Tipología de los síntomas: activa y pasiva.

Por lo general, este trastorno suele presentarse de forma activa en la mayoría de los niños, pero también podemos encontrarlo de forma pasiva.

En la forma activa, los niños van a presentar un comportamiento oposicionista explicito, en el que se van a presentar principalmente los siguientes síntomas:

Características conductuales  

-Episodios constantes de rabietas.

-Excesivas discusiones con los adultos.

-Negación a las peticiones de los adultos.

-Cuestiona constantemente las normas y se niega a obedecer las reglas.

-Su comportamiento está dirigido a enojar y molesta a los demás.

-Habla con severidad o poca amabilidad.

Características cognitivas

-Culpa a otras personas de sus errores o de su comportamiento.  

-Se comporta de formas que suscitan venganza. Pensamientos relacionados con el resentimiento.

-Suelen tener tendencia a mentir.

Características emocionales

-Los demás le causan fastidio con facilidad.

-Tienen frecuentemente una actitud de enojo, irritabilidad y cólera.

En cuanto al comportamiento pasivo, los niños van a presentar resistencia a hacer tareas. El niño, en vez de enfrentarse violentamente como en el caso anterior, lo van a hacer mal y/o lentamente, o bien hace como que no escucha las órdenes.

Causas de este comportamiento

Las  motivaciones para comportarse de ese modo son muy variadas en el día a día, y las causas pueden ser diversas:

1. Los niños desarrollan, a partir sobre todo de sus genes y del ambiente que les rodea, una conducta impulsiva, intolerante y sobre todo dominante y rebelde. La teoría del aprendizaje sugiere que las características negativas del trastorno son actitudes aprendidas que reflejan los efectos de las técnicas de refuerzo negativo empleadas por padres y por personas en posición de autoridad.

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1. Dificultades para poder separarse de su figura de apego primaria y desarrollar habilidades autónomas.

1. Otro motivo para que el trastorno perpetúe es que, la persona que lo padece y que no puede controlarse conductualmente, manifiesta una sensación de bienestar, gratificación o liberación en el momento de realizar la conducta inadecuada.

Relación con otros trastornos/comorbilidad

La comorbilidad consiste en que un trastorno en concreto o un grupo de varios trastornos primarios quizás  provoquen a lo largo del tiempo, como consecuencia, otro trastorno secundario aún más grande y problemático.

Hay estudios acerca de que trastornos como el TDAH,  trastornos del estado del humor y  del estado de ánimo (ansiedad, depresión), problemas del aprendizaje y del lenguaje (dislexia, afasias) darían lugar al trastorno negativista desafiante. Esto podría deberse, al menos en cuanto a los problemas relacionados con el aprendizaje, a que la persona utiliza como herramienta de defensa el ataque verbal o la oposición a realizar ciertas actividades para no sentirse peor consigo misma.

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