Yo ello

Yo: 

• Es la organización coherente de los procesos anímicos de una persona
• Controla los procesos parciales, aun durmiendo ejerce la censura onírica y de él parten las represiones
• Lo que esta reprimido se contrapone al yo, en análisis cuando uno busca acercarse a lo reprimido el yo empieza a exteriorizar ciertas resistencias, las cuales no son conscientes, surge entonces la idea de un yo inconsciente que no es lo reprimido sino lo represor.
•  Cambia el concepto de inconsciente, hay un yo no equiparable con la conciencia.
• Hay un yo consiente y una parte escindida de él que esta reprimida, todo lo que esta reprimido es inconsciente pero no todo lo incontinente esta reprimido.
• Va a tener que lidiar con las exigencias que provienen del mundo exterior y las percepciones.
• Es sobretodo una esencia, cuerpo, es la proyección de la superficie corporal que parte de las sensaciones corporales
• Está sometido a tres servidumbres al ello, al superyó y al mundo exterior. Con esta servidumbre viene aparejado ciertos peligros con el ello la libido, con el superyó la severidad y con el mundo exterior sus peligros objetivos.
• Tienen la función por su vínculo con la percepción del ordenamiento temporal de los procesos anímicos y los somete a examen de realidad. Por su vínculo con el pensamiento tiene la función de aplazar las descargas motrices y por lo tanto gobierna la motilidad y la acción, en el sentido del movimiento de la descarga de excitación hacia el mundo exterior.
• El carácter del yo parece ser la sedimentación de las investiduras de objeto resignadas y que contiene la historia de las selecciones de objeto, el complejo de Edipo sepultado produce esta sedimentación en el yo y las identificaciones primarias a la madre y al padre.
• Parte del sistema percepción conciencia como su núcleo abraza al preconsciente que se apoya en los restos mnémicos y que luego tiene también una parte inconsciente.
• Representante del mundo exterior
• Es la parte del ello afectada por el mundo externo, lo reprimido es separado tajantemente del yo y se comunica con él, atreves del ello

ELLO: 

• Es la continuación del yo que se comporta como inconsciente, parte inconsciente del yo que no coincide totalmente con lo reprimido, es un no conocido inconsciente sobre el cual se apoya el yo.
• Tiene que lidiar con las exigencias de las pulsiones.
• Hay dos caminos por los cuales el contenido del ello puede penetrar en el yo, uno de forma directa y otra de forma indirecta mediante el ideal del yo es decir mediante la formación reactiva contra los procesos funcionales del ello.
• Dentro de él luchan la libido y la pulsión de muerte
• “El psicoanálisis es un instrumento dedicado a posibilitarle al yo la conquista progresiva del ello”
• La percepción ocupa el mismo papel en el yo que el de la pulsión en el ello.

SUPERY: 

• Ideal del yo, cuando un objeto sexual es resignado y se vuelve a construir este objeto dentro del yo parece ser la única forma en el que el ello puede resignar sus objetos, como si fuera la estrategia del yo para decirle al ello que lo ame a él, luego del sepultamiento del complejo de Edipo genera una identificación que se contrapone al yo como ideal o superyó, el yo se comporta frente al superyó sometiéndose a obediencia frente a él.
• Es el heredero del complejo de Edipo y por lo tanto expresión de las más potentes mociones y destinos libidinales del ello, mediante su institución el yo logra dominar el complejo de Edipo y someter al ello.
• Abogado del mundo interno y del ello, los conflictos que tenía el yo con las investiduras de objeto del ello se continúan con su heredero el superyó, si el yo no logro dominar las investiduras libidinales del complejo de Edipo que venían del ello entonces esto se logra por la constitución del ideal del yo como formación reactiva a los procesos que estaban en el ello.
• El superyó se constituye de alguna forma como el contrario al ello, compensando en el psiquismo los procesos del ello.
• Proviene de la herencia filogenética de la humanidad,
• Atrae hacia si parte de la pulsión de muerte y la dirige a modo de sadismo al yo, mediante el estudio de la melancolía y la neurosis obsesiva describe que la dominación de la libido por la identificación el yo se expone a la agresión del superyó.

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