6 Ideas Para Tu (de)formación Como Psicoterapeuta
Enviado por burbuja677 • 21 de Mayo de 2014 • 1.085 Palabras (5 Páginas) • 308 Visitas
1. Las terapias son construcciones
No cabe duda que en la terapia trabajamos básicamente con construcciones de nuestros clientes. Incluso nosotros
mismos trabajamos desde nuestra propia construcción de una lente materializada en conceptos y definiciones a través
de las cuales podemos ver lo que nos rodea y co-construir posibilidades de cambio y narraciones alternativas más
útiles. La terapia es un proceso lingüístico, de “juegos de lenguaje” -en palabras de Wittgenstein- donde se fomenta un
lenguaje centrado en las soluciones y los recursos, contrariamente al lenguaje del déficit y los problemas que
promueven otras terapias.
6 ideas para tu (de)formación como
psicoterapeuta
Terapias sep 24, 2012 0
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2. No busques claves ocultas debajo de lo que escuchas y aparece
En una curiosa entrevista, el gran escritor argentino Alan Pauls señala: “Luego de tantos años de psicoanálisis me di
cuenta que todo está en la superficie”.
En la terapia trabajamos con narraciones. No es trabajo nuestro -aunque
resulte una tentación formativa- “leer entre líneas” o “ver más allá de lo
evidente” para descubrir cómo son las cosas realmente.
Cuando realicé uno de mis internados, la responsable del consultorio
enfatizaba cada vez que podía mi ingenuidad, mi desmedida confianza,
mi ineficaz aptitud para creer en la gente y la superficie de lo que me
contaban. Nunca dejó de asegurarme que detrás de lo que oía y apreciaba, existía una realidad profunda que no me
contaban, difícil de resolver. Nunca entendí esta forma de presionarme cada vez que le contaba una de mis aventuras
colaborativas y el modo en que la gente lograba disolver aquello que traía a consulta. “Te están mintiendo”, eran sus
conclusiones.
El mito de la profundidad de las cosas, de los niveles de existencia, de la cebolla que debe pelarse y de la función del
síntoma conducen a pensar que detrás del problema que nos presentan existe un problema estructural o un grave
conflicto interpersonal. Hay que recordar que una queja o demanda sólo indican lo mismo: una queja y una demanda.
No es tarea nuestra encontrar claves ocultas.
3. Rechaza el normativismo
Existen muchos modelos de normalidad preconizados por la psicología y las tecnologías del liderazgo y el desarrollo
humano. Han creado su propio patrón de sanidad e incluso un ideal de familia.
No es labor terapéutica intentar ajustar a las personas dentro de estos ideales. El respeto por el universo particular de
cada cliente, por sus valores, sueños y esperanzas construidas a lo largo de su vida es uno de los valores de la relación
terapéutica. La singularidad de sus construcciones es algo que debemos explorar comunitariamente, vinculándonos con
curiosidad y respeto. No existe un ideal de “persona sana” o de “familia funcional”.
Existen tantas formas de actuar y comportamientos como arena en el mar. La terapia no constituye el intento de ajustar
a nuestros clientes en una narrativa ideal. Existen viejas sospechas que rodean el inicio de una terapia, por ejemplo que
la mala conducta de un niño está inexorablemente relacionada con el sistema conyugal y que hay que resolver primero
el conflicto de los padres.Existe una vieja obsesión deayudar dónde no nos llaman. Si una familia busca ayuda para su
hijo y suponemos e insinuamos hipotéticamente que es resultado de una “relación disfuncional” en la pareja podemos
espantarlos ya que podemos estar equivocados. Si asumimos una posición sistémica podemos asumir que el cambio en
El mito de la
profundidad de
las cosas
la conducta del hijo puede provocar otros cambios en la relación conyugal sin presumirlo.
Particularmente me ha sucedido: algunos psicólogos en la escuela me
ha derivado el tratamiento de algunos niños con problemas
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