7 Ideas Radicales Sobre El Cambio Radical
Enviado por gonzalezpm01 • 13 de Marzo de 2015 • 1.376 Palabras (6 Páginas) • 397 Visitas
7 IDEAS RADICALES SOBRE EL CAMBIO RADICAL.
1. CAMBIAR A LOS DEMÁS
¿Por qué siempre estamos intentando que los demás cambien?
A un discípulo que siempre estaba quejándose del resto de la gente, le dijo el maestro: “Si es paz lo que buscas, trata de cambiarte a ti mismo, no a los demás. Es más fácil calzarse unas zapatillas que alfombrar toda la tierra”. Si nuestro trabajo no nos gusta, en lugar de plantearnos nuevas alternativas y formas de enfocar el futuro, seguramente propondremos cambiar a los empresarios, que generan tanto empleo precario y alienante; para disfrutar de una mejor relación, nuestra pareja debería dejar de ser tan desorganizada y planificar mejor sus horarios, ¡que es que no le da tiempo a nada!; y si no soy suficientemente emprendedor para crear mi propia empresa es porque la administración aún no ha reducido la burocracia lo suficiente y encima tarda un mundo en pagar las subvenciones, ¡así no se puede!.
El egoísmo bien entendido, el nuestro, nos lleva a buscar el cambio de los demás, sobre todo porque modificar nuestro propio comportamiento es un engorro. Pero la mala noticia para vagos y criticones, o sea, para casi todos, es que cambiarnos a nosotros mismos es casi lo único que podemos hacer para intentar que las mañanas sean más luminosas. La buena es que cuando uno se pone a darle brillo a su vida, los que están alrededor también lo notan, y como que se contagian un poco. “Si tú cambias, el mundo cambia”, es mucho más que un posible eslogan de material deportivo o de refrescos de cola.
2. EL CAMBIO COMO EXCUSA.
¿Decimos que vamos a cambiar para dar mejor imagen?
Es bastante habitual que encontrarse en una situación de desempleo no implique necesariamente buscar empleo, sobre todo en aquellos casos en los que se perciben ayudas o no existen importantes problemas económicos, y cuando el interés profesional es bajo (sólo trabajas por la pasta). A pesar de esta inactividad, las personas desempleadas suelen quejarse de su situación laboral y dicen que desearían encontrar empleo, es decir, declaran que anhelan un cambio aunque no se pongan manos a la obra. Parece que en estos casos el mayor problema que sentimos no es el desempleo en sí, sino que nos tachen de parados y subsidiados.
Mostrar en público intención de mejora o de superación no siempre tiene, por tanto, verdadero propósito de cambio. Criticar a los demás, en vez de ponerse uno mismo a caldo como el responsable de sus problemas, no indica necesariamente motivación ni ganas de cambiar las cosas, sino una forma de justificar la propia inactividad e indolencia ante el que dirán. Y es que el mal rollo que sentimos y que nos impele a aparentar actitud y esfuerzo por mejorar, no proviene siempre de los supuestos problemas que supuestamente sufrimos, como de la opinión que se tenga de nosotros. Esta poderosa influencia suele llamarse “presión social”. El uso y funciones de las quejas y las críticas como autojustificación y como forma de comunicación seguirán siendo objeto de atención en Yoriento.
3. EL CAMBIO COMO VARITA.
¿Si cambio se arreglará todo?
Cuando las cosas parecen no ir bien, intentar “cambiarlo todo” parece la solución mágica e instantánea. Si no me gusta mi jefe, si me he peleado con mi novia, o si el coche chupa mucho, tranquilos, no hay problema: cambio de curro, de churri y de máquina. El cambio está de moda, pero el agua que sabe mal en un vaso seguirá sabiendo mal en otro. Los desajustes que tenías con el mandamás de tu empresa, con tu girlfriend y con tu vehículo a cuatro ruedas, ¿hasta que punto se debían a tu falta de habilidades sociales y a tu rendimiento laboral, a la forma de relacionarte en pareja, o al defectuoso mantenimiento del motor?
El objetivo del cambio es mejorar las cosas, pero los cambios drásticos suelen resultar como inundaciones para la sequia: sólo añaden nuevos problemas. Y es que cambiar las dificultades de envase es rápido, pero analizar su composición y modificarlas adecuadamente suele requerir su tiempo. Una cosa es el cambio gradual y planificado, y otra las huidas hacia delante.
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