ADOLESCENCIA, HIPERMODERNIDAD Y SÍNTOMAS ACTUALES

FERNANDEZ RAONE Y VARELA – ADOLESCENCIA, HIPERMODERNIDAD Y SÍNTOMAS ACTUALES

Actualmente constatamos la emergencia de nuevas presentaciones en el campo psicopatológico, cuya característica fundamental es la ausencia de padecimiento subjetivo. Perturbaciones como anorexia, bulimia, toxicomanías y violencia escolar que se inician en la adolescencia, despiertan la alarma y preocupación de las instituciones tales como la familia y la escuela. ¿Síntomas de un malestar social y cultural? ¿Por qué la adolescencia es el momento privilegiado donde se presentan los denominados “síntomas actuales”, en los cuales el factor fundamental es la dimensión socio-cultural, y es el ámbito en el que se produce el malestar?

Rasgos que caracterizan a la adolescencia en Psicoanálisis de Freud: 1. La irrupción de lo real del sexo aparece en la pubertad 2. La crisis de las identificaciones que lleva al joven a separarse de la autoridad de los padres, la caída del Nombre del Padre como significante regulador del orden simbólico y junto con él, la pérdida de la oferta del ideal del yo como promesa de un horizonte posible. Por otro lado, los filósofos sociales han destacado los rasgos de la sociedad del capitalismo avanzado: el hiperindividualismo, la permisividad y la confusión de roles y de identidades ocupan la escena.

Conceptualizaciones de la adolescencia: Desde el momento de su surgimiento y durante más de dos siglos, la adolescencia se circunscribía a un momento de tránsito, pasaje, necesario e importante pero transitorio y no de extensa duración en el tiempo. Hoy constatamos que ese período se ha prolongado, en el contexto de cambios sociales, culturales y económicos vinculados con el capitalismo. Freud en “La metamorfosis de la pubertad”: la adolescencia es concebida en referencia a la pubertad, tiempo decisivo en el establecimiento de los modos de goce y la elección sexual. La pubertad implica cambios a nivel de lo corporal, el surgimiento de transformaciones a nivel de lo biológico que ponen al sujeto en la exigencia de elaborar la irrupción de lo real del sexo. Por eso mismo es conveniente hablar de “las” adolescencias, ya que si entendemos a aquella

“como síntoma de la pubertad” serán así plurales las formas de responder a la emergencia de este real pulsional. Considerando la sexualidad humana en dos tiempos, en la pubertad hay una renovación de la elección de objeto sexual, perturbada por una reactivación de las mociones pulsionales edípicas (incestuosas, prohibidas) en una segunda oleada pulsional. El sujeto deberá elegir ahora objetos por fuera del círculo familiar. La crisis de la adolescencia implica el pasaje de las identificaciones endogámicas a las exogámicas impuestas por la cultura. Aquí surge el encuentro con el

Otro sexo, el sujeto debe lidiar, “arreglárselas” con el partenaire.

La función del padre y los maestros: En la adolescencia podemos señalar un momento de entrada (la pubertad y el surgimiento de lo real que irrumpe y desorganiza) y un momento de salida a ese real que le permite alcanzar una nueva estabilidad. Esta salida, por vía de la constitución del Ideal del yo está orientada por la función paterna.

El Ideal del Yo posibilita a los sujetos posicionarse como hombre o mujer, asumir la posición sexuada que implica un recorrido.

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