ANALISIS DE LOS LIMITES DEL SILENCIO

Los límites del silencio

En la película se puede apreciar la importancia de la salud mental, la importancia de la conexión entre padres e hijos y la protección que le debe dar el estado a un menor afectado de un trauma psicológico.

Si bien es cierto, los psicólogos tienen una gran responsabilidad con la sociedad, día tras día llegan personas con problemas diferentes, cada uno en situaciones y contextos distintos, con pensamientos e ideales diversos, con metas propias y anhelos por alcanzar, etc. Este peso de la responsabilidad es más grande, cuando aparte de lo mencionado anteriormente, también tiene que lidiar con problemas personales o familiares.

Sin embargo, muchos profesionales de la salud, aplican su sabiduría y conocimiento en el plano laboral, olvidándose muchas veces, de resolver sus problemas y realizar sus sueños propios.

Por otro lado, ser padre es otro gran compromiso que debe asumir una persona. Definitivamente educar, proteger y mantener a un nuevo ser es lo más lindo que nos puede pasar, pero si nos equivocamos, las consecuencias pueden ser fundamentales.

Un psicólogo que es padre, también puede equivocarse letalmente en el proceso de crecimiento de su hijo, y sentir que si a este le llegase a pasar algo, sería su culpa. Este es el caso del psicólogo que se arrepentía constantemente por el daño que se habia producido su hijo, causándose la muerte.

Cuando una persona vive un proceso fuerte de duelo y de culpa, por más “fuerte” que uno se pueda sentir, es importante que realice un tratamiento para superar ese daño emocional. Esto aumenta más cuando es psicólogo dedicado al ámbito clínico, puesto si no hay “reparación” de dichas emociones negativas, puede ocurrir la contratransferencia, que significa proyectar problemas personales en pacientes con una historia parecida a la propia. Lo cual llega a generar un problema mucho más grande para ambos.

Se dice que los padres dan las herramientas para vivir, incluso no dándotelas. Esta frase quiere decir, que los padres estando o no estando, acertando o equivocándose, sobreprotegiendo o siendo indiferentes, nos enseñan, así el aprendizaje sea negativo o positivo, te marca y en algunas ocasiones te hace crecer como persona. Pero ¿Qué sucede cuando no te hace crecer? ¿Cuándo una acción de un padre te marca de por vida de la manera más negativa posible?

Por ejemplo, yéndonos al extremo, si hay un acoso o abuso sexual por parte de un padre hacia su hijo/a, la manera de “marcarle” la vida sería más que arruinársela. ¿Qué se puede hacer como psicólogo para “salvar” a una persona tan dañada emocional, psicológica y físicamente? Demasiada terapia, tal vez.

Generar nuevamente confianza en estas personas y ayudarlas a sanar de lo más profundo. ¿Será suficiente? Pues, cada persona es diferente, pero si se necesita conocer con exactitud la historia y los recursos internos de esa persona para superar un suceso de ese tipo. Como psicólogo, la terapia serviría. Como psiquiatra, las pastillas servirían. Pero para ambos y para todos los profesionales de la salud, crear un programa de prevención ante el abuso infantil. Ejercer una ley que todo padre o madre, durante el proceso de gestación, lleven un curso dónde se pueda guiarles, enseñarles que aparte de alimentarlo y vestirlo, es importante la caricia, las palabras bonitas y un ambiente cómodo y tranquilo, dónde se realice una evaluación psicológica y verificar si los padres están aptos o no para criar a un niño, una ley que proteja al menor de lo más mínimo y que ayude a los padres a ser los mejores para sus hijos.

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