ANÁLISIS DE LA MENTE
Enviado por Jackylilo • 27 de Mayo de 2013 • 5.345 Palabras (22 Páginas) • 307 Visitas
4.- EL ANÁLISIS DE LA MENTE
Estamos ahora en posición de ir al centro mismo del problema psicológico. Estamos listos para analizar la mente misma, para descubrir sus diferentes partes y funciones. Si la psicología moderna estuviera preparada para decirnos exactamente qué es la mente, estaría en condiciones de dar al mundo una verdadera psicología científica. Pero como se ha dicho anteriormente, solamente los Maestros son capaces de decirnos exactamente qué es la mente. En la región de “Trikuti”, o sea el mundo causal, se adquiere la mente. En su descenso a través de esa región, el alma recoge a la mente como equipo necesario para su uso en los planos inferiores. Esta región es el asiento de la Mente Universal. Es la región de la que se deriva de la mente. De la misma manera como el alma se origina en la región del Alma Universal, la mente se adquiere ahora en la región de la mente universal. La mente se junta con el alma, no es una unión permanente, sino temporal. Digamos por vía de la ilustración, que está envuelta alrededor, cubriendo el alma y al mismo tiempo oscureciendo mucho de su luz y entorpeciendo la actividad. Recuerdo que en cierta vez, me puse un traje de bucear cuando estuve en la marina de los Estados Unidos, durante la gran guerra. Quería ver cómo era eso de caminar por el fondo del mar. No sé cuánto pesaba ese traje. Las botas eran tan pesadas que tuvieron que ayudarme a caminar hasta la borda de la embarcación desde donde tenía que deslizarme hasta el fondo del mar, sesenta pies abajo. Pero cuando estuve caminando en el fondo, no sentí ningún peso extraordinario en esas botas. Pero era un equipo que necesariamente, tenía que tener. De igual manera, los distintos cuerpos que el alma adquiere en su camino descendente constituyen una tremenda desventaja cuando uno quiere volver a subir. Pero si quiere ir hacia abajo, y permanecer allí, tiene que tenerlas.
Ahora el alma, equipada con esta necesaria impedimenta empieza su carrera en esta región de mente y materia. En ese momento empieza a acumular “karma”. Antes, no tenía karma excepto el que en la Sabiduría del Oriente se conoce como “Aul karma”. Este es el karma primario, y consiste en la acción de la fuerza creativa, el verdadero Shahda, cuya función es traer almas al plano material, con el objeto de que empiecen a acumular experiencia. Ahora, el alma empieza a acumular experiencia por iniciativa propia. La era de su “swabhava” o “swadharma” (autocontrol) empieza ahora. Esto significa que empieza a establecer una ley individual en su propia vida, su propio régimen y a crear su propio destino. Empieza a gozar, a sufrir, a cosechar, recompensar y a pagar penas. Y esto es el principio de su propio “karma”. De esta manera inaugura su larga serie de vidas terrenas. Por todo y cada uno de sus actos de ahora en adelante, él almacena “karma”. Incluso en los momentos de su menor actividad, está creando “karma”. Y en toda esta actividad, su mente es su instrumento principal. Es siempre la mente, actuando bajo la ley de causa y efecto, la que crea el “karma”.
La mente no tiene conciencia de sí misma, no actúa por sí misma. No tiene poder de automoción ni iniciativa. Es simplemente una máquina, aunque una máquina sumamente poderosa y sensitiva cuando la impulsa el espíritu. Como máquina, se la puede hacer ejecutar aquello para lo cual fue diseñada, tal como a cualquier otra máquina. Jamás hará nada diferente de aquello para lo cual fue diseñada y entrenada. Naturalmente, todas las máquinas son automáticas en su acción. Pero hablamos de la mente como de una máquina automática, con el objeto de enfatizar el punto. Este es un hecho de gran importancia, que debe dejarse lo más claro posible. Es un pensamiento nuevo para el mundo occidental. No estamos acostumbrados a pensar de la mente como de una máquina. Siempre se nos ha enseñado que si algo había que tuviese poderes de creación e iniciativa, era la mente. Pero eso era debido a que nos habían enseñado una psicología errada. La mente y el espíritu han sido confundidos en alto grado por la psicología occidental. La mente actúa solamente cuando es activada por el Alma. Pocos son lo que conocen la diferencia entre la mente y el Alma. “Mente Divina” es una expresión corriente entre ciertos estudiantes. Pero la mente divina no existe. La divinidad suprema está muy por encima de la mente. Sólo el Poder Negativo y sus subordinados tienen mente, tal como los seres humanos. La diferencia fundamental entre la mente y el espíritu, entre el alma y el instrumento, debe ser entendida, si hemos de comprender la psicología de los Maestros, o si hemos de entendernos a nosotros mismos. Mucho depende de este punto en nuestra comprensión de los fundamentos de esta ciencia.
Hemos visto ahora que la mente es solamente un instrumento que estorba al alma, que oscurece su luz e impide su progreso, pero que es absolutamente necesaria mientras estamos operando en estos planos materiales. En segundo lugar, como lo hemos dicho tantas veces, la m ente es solamente un máquina. La mente por sí sola no puede pensar, no puede desear, no puede amar. No puede recordar, ni sufrir, ni gozar. Para hacer estas cosas debe, en cada caso, estar activada por el espíritu. El espíritu es el único poder motriz de la mente, tal como la corriente eléctrica es el poder que mueve la máquina. Pero tal como no podemos ver la corriente moviendo la máquina, de igual manera, tampoco podemos ver al espíritu moviendo al hombre. Sólo pensamos en la máquina a ala cual podemos ver. Vemos el cuerpo humano y nos hemos acostumbrado a pensar en la mente como el poder principal que la activa. Pero cada actividad en el universo se lleva a cabo merced al espíritu y sólo al espíritu. Pero el espíritu actúa a través de más de una sustancia intermediaria en estos planos. Sin el espíritu, la mente es tan inerte como el acero. La mente es materia, exactamente igual al acero, pero infinitamente más refinada. Así, la mente se clasifica cerca del espíritu en todas sus cualidades esenciales. La función principal de la mente es servir de instrumento al espíritu para todos los contactos con los mundos materiales.
Naturalmente, la mente es el instrumento más útil, siempre y cuando esté bajo el control del espíritu. La mente es un servidor excelente, pero un pésimo amo. Vuestro automóvil o vuestro aeroplano es un magnífico instrumento para viajar. Pero tenéis que tenerlo bajo control y guiarlo. No tiene otra voluntad que la vuestra. Y lo mismo sucede con vuestra mente, exactamente lo mismo. Si permitís que vuestro carro corra sin control y a toda máquina, es seguro que ha de suceder una desgracia. No sabe hacer otra cosa que correr, ya que para eso fue construido. No
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