AUTOESTIMA
Enviado por kariLs • 11 de Septiembre de 2013 • 715 Palabras (3 Páginas) • 290 Visitas
¿Cómo se forma la autoestima?
El desarrollo de la autoestima empieza desde que el bebé nace y depende del trato, el cariño y el respeto que recibe día a día.
Formación de la autoestima.
Cuando el bebé nace y empieza a crecer, no sabe quién es.
No se conoce y no conoce el mundo que lo rodea.
Aprende de lo que siente, ve y escucha y saca sus propias conclusiones.
Conclusiones que no están basadas en el análisis de hechos y pensamientos, como las nuestras.
Son simples sensaciones.
Pero van dejando una huella en su mente y en sus sentimientos y ayudan a que se forme el adulto, que va a llegar a ser.
Si cuando el bebé llora porque está molesto, mojado o tiene hambre, llega su mamá (u otro adulto) y lo toma en brazos, lo acaricia, le habla suavemente y elimina su molestia, el bebé se tranquiliza.
Sabe que todo está bien y que así va a seguir.
Se siente seguro, confiado y querido.
Alguien está siempre allí, para cuidarlo y evitarle el dolor.
Cuando juegan con él, se siente feliz y aprende a confiar en la gente que lo rodea.
De alguna manera sabe que él es importante.
Obviamente no lo razona de esta forma ni con estos pensamientos, ya que no sabe hablar.
Pero vive las emociones y sensaciones de seguridad, de ser querido e importante y de confianza, que son la base de una autoestima alta.
Por otro lado, si sus necesidades no son atendidas o la persona que lo cuida es brusca y fría, el bebé se siente incómodo, tenso e inseguro.
El niño pequeño piensa que todo está relacionado con él.
Si lo cuidan, es porque él es importante.
Si no lo atienden o no se siente querido, es porque no es digno de ser querido y porque él está mal.
Cuando se da esta última situación, empieza a formarse una autoestima baja y una serie de etiquetas negativas, que el pequeño puede llevar por el resto de su vida.
En este sentido, es importante distinguir entre querer a un hijo y que él se sienta querido.
La autoestima del niño no depende sólo del amor que sus padres sienten por él, depende de que él sienta ese amor.
Por eso los padres deben de comunicarles a sus hijos ese amor, de todas las maneras posibles:
Con caricias, tonos de voz cariñosos y suaves, jugando con él y diciéndoselo constantemente.
Y esto es, a cualquier edad.
Es importante que las palabras y los gestos, tono de voz y actitud en general, manden el mismo mensaje.
Decirle al niño, te quiero mucho, mientras estamos viendo televisión o enojados, sólo lo confunde y le causa angustia.
Por eso tenemos que tener cuidado con lo que le decimos, sobre todo cuando
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