Acompañamiento Emocional a Mujeres Diagnosticadas con Cáncer de Mama

ENSAYO

Acompañamiento Emocional a Mujeres Diagnosticadas con Cáncer de Mama

Las personas que están pasando por esta enfermedad como es el cáncer, igual que sus familiares, sus cuidadores, y las personas que se encuentran emocional y afectivamente relacionadas con el enfermo les resulta muy difícil hablar de esto, de la enfermedad en sí, de los tratamientos, e incluso muchos, ni siquiera nombran la muerte, muchas veces por pena, por miedo, por respeto, por la razón que sea hablar de este tema es difícil, pero entonces ¿cómo deben afrontar esta situación? o ¿deberán vivir en el silencio de lo que todo este proceso implica? o ¿deberán aguantar emociones, sentimientos, pensamientos, cubriéndolos con la idea de que pasará o que seguramente sucederá un milagro? O incluso echándole la culpa a Dios, lo que sí es una realidad es que cuando hay un enfermo de cáncer en casa, toda la familia se enferma de cáncer, no de forma literal, pero viviendo la infortuna de lo que esta enfermedad significa.

Para comprender la importancia de hablar de la enfermedad, se ha de decir que cuando las personas reciben atención psicológica, o incluso cuando solo tienen la oportunidad de hablar de todo lo que les acontece, que los tiene preocupados, tristes, enojados, angustiados, ocurre un mágico alivio, un dar y dar entre el que habla y el que escucha, la escucha genera un lazo invisible que fomenta relaciones estrechas.

La mejor manera que puede haber para hablar es cuando se piensa con calma y en total tranquilidad, pero las situaciones de angustia y tristeza, los problemas por los que pasa la gente evitan que esto suceda, volviendo la comunicación difícil, áspera, ruda, o incluso en silencio incómodo. Pero cuando se da la oportunidad de hablar del sufrimiento por el que pasa un enfermo de cáncer o las personas cercanas a él o ella, se da por sí mismo un alivio, en el más simple y puro deseo de ser escuchado, esto no es por sí mismo un dialogo o una conversación como tal, muchas veces el simple hecho de hablar y escuchar es útil para bajar el estrés y la presión que ciertas situaciones producen, hablar y escuchar en la mayoría de los casos, alivian el alma.

La persona que está pasando por la situación de vida donde se ha manifestado el cáncer necesita hablar de sus miedos, sus dudas, sus preocupaciones, esto en lugar de perjudicarle lo ayudará a tener claridad en relación a la situación que está viviendo, por el contrario si decide mantenerlo en silencio el temor, el miedo, la ansiedad pueden agrandarse y llevar a la depresión, ya que en muchos casos se tiene registro que si las personas enfermas no hablan sentirán aislamiento y esto puede empeorar su condición ya que dentro de él, se encuentran una serie de pensamientos y sentimientos acumulados y no expresados.

En cada uno de nosotros está el poder de ayudar al enfermo, ya que poniendo nuestra presencia, y evitando alejarnos, se demuestra que se acepta y comprende a la otra persona, ayudando a dimensionar los miedos, emociones, sentimientos y preocupaciones, o sea lo que sea que angustie a la otra persona.

Los obstáculos que influyen en la comunicación entre nosotros y la otra persona puede ser que nos encontremos nerviosos, o incluso que no se tengan ganas de escuchar.

Escuchar es una habilidad, pero podemos desarrollarla incluso de una manera sensible, involucrando la parte física y la mental, organizando la escena, es decir, disponer del espacio, estando cómodos, relajados, tratando de transmitir un lenguaje no verbal de “estoy aquí para ti”, es importante mantener los ojos a la misma altura de la otra persona, no alejar la mirada, mantener una distancia adecuada entre las dos personas, las distancias mientras más alejadas estén, será más difícil la comunicación y la escucha con la otra persona, es importante considerar que no haya obstáculos como sillas, mesas, camas.

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