Estado Emocional De La Mujer Embarazada

Introducción

En la siguiente investigación abordaremos un tema muy controversial: ¿la conducta en el embarazo afecta o no el desarrollo del bebe?

Muchas son las creencias que nosotros como sociedad tenemos en cuanto a este tema, por lo cual siempre se recomienda que la mujer embarazada no pase disgustos durante este proceso, pero la pregunta que nos planteamos es si todas estas creencias son ciertas o son solo un mito que la sociedad tiene. Muy en lo personal creo que si influye mucho en el desarrollo que pueda tener en un futuro, si bien con esto no hablamos de una alteración física, si podríamos plantear que afectaría el desarrollo emocional, puesto que está comprobado que él bebé es más susceptible a ser depresivo y sufrir estrés

Estado de ánimo en la mujer embarazada y adicciones.

Desde hace mucho tiempo se tiene la creencia de que el estado de ánimo y los cambios bruscos de este en la mujer embarazada pueden afectar de una manera directa al bebe. Algunos estudios afirman que el estado de ánimo no afecta en lo absoluto, sino más bien las conductas que la madre pueda adoptar como consecuencia de estos cambios, como lo son el alcoholismo, la drogadicción y el tabaquismo.

Esto como consecuencia de la situación de estrés que puede llegar a sentir la futura madre, la embargan sentimientos de miedo hacia lo que se viene, a no ser una buena madre, que él bebe nazca con alguna deformidad o algún problema de salud, si la relación con su pareja se verá afectada en cuanto nazca él bebe, si este ya no se va a sentir atraído hacia ella, también es estresante pensar en la carga económica que representa él bebe.

Las sustancias que llegan del exterior son de una alta toxiciad para el feto. Y son estas las que sí podrían originar un problema grave para el bebe puesto que tiene mayor probabilidad de nacer con un problema de salud, si a esto le súmanos el poco cuidado que la madre tenga sobre su alimentación, y el uso de ácido fólico y sulfato ferroso aumentan el riesgo de que nazca con problemas de espina bífida.

Estrés durante el embarazo: ¿puede afectar al bebé?

Según Michel Odent, un prestigioso obstetra francés, la mayor preocupación y por lo primero que se debería velar durante el embarazo, es la salud emocional de la madre, puesto que como comentábamos anteriormente el estado emocional de la madre es primordial para el desarrollo del bebé intrauterino e incluso para su salud futura. El estrés durante el embarazo, por ejemplo por una fuerte presión en el trabajo, maltrato en la pareja, la muerte de un familiar muy cercano, o incluso el rechazo a un embarazo no deseado, puede tener importantes repercusiones. Aunque este no permanece aislado de las emociones de la madre pues si percibe los cambios.

No existen estudios que afirmen o demuestren que el producto se vea afectado por los constantes cambios emocionales. Obviamente si la madre vive su embarazo plenamente, sin miedos, contenta y acompañada, tendrá una experiencia mucho más placentera, no solo para ella sino también para la pareja y el bebé.

La contraparte

Se ha demostrado que la función de la placenta que actúa como barrera protectora disminuye su función en periodos de estrés, este también hace que el hipotálamo segregue una sustancia llamada CRH que hace que se libere corticotropina, después la pituitaria segrega ACTH esto hará que se segregue cortisol (poniendo en alerta al organismo) si son muy elevados los niveles atraviesa la placenta y llega al bebe al nacer son más susceptibles a llorar y estresarse así como aumenta el riesgo de sufrir síndrome de déficit de atención, que no lleguen los nutrientes necesarios para su formación y un bajo coeficiente intelectual. También se pueden dar alteraciones congénitas, estrés prenatal inclusive en pocos casos de un estudio realizado en Dinamarca hubo muerte fetal.

-Parto prematuro y bajo peso al nacer

Una de las consecuencias del estrés materno intenso que se han señalado de manera más insistente durante la última década es la mayor incidencia de partos prematuros y bajo peso al nacer. Por lo general, la hipótesis que manejan los investigadores es que los niveles elevados de hormonas del estrés asociadas con la depresión y ansiedad, como el cortisol, pueden reducir el aporte sanguíneo a la placenta e inducir un parto prematuro.

Se ha estudiado en Dinamarca el impacto del estrés psicológico sobre el riesgo de muerte fetal. Indica que los niveles elevados de estrés se asocian con casi el doble de riesgo de muerte fetal. Los autores consideran que el estrés, la depresión y la ansiedad se asocian con niveles elevados de hormonas del estrés, como las catecolaminas.

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