Depresión En Mujeres Embarazadas
Enviado por luszz123 • 6 de Diciembre de 2013 • 6.280 Palabras (26 Páginas) • 284 Visitas
1.O QUE ES LA DEPRESION
La depresión es un trastorno, ya sea desde la psicopatología o desde la psiquiatría. La psiquiatría la describe como trastorno del estado de ánimo y su síntoma habitual es un estado de abatimiento e infelicidad que puede ser transitorio o permanente.
El término médico hace referencia a un síndrome o conjunto de síntomas que afectan principalmente a la esfera afectiva: la tristeza patológica, el decaimiento, la irritabilidad o un trastorno del humor que puede disminuir el rendimiento en el trabajo o limitar la actividad vital habitual, independientemente de que su causa sea conocida o desconocida. Aunque ése es el núcleo principal de síntomas, la depresión también puede expresarse a través de afecciones de tipo cognitivo y somático. En la mayor parte de los casos, el diagnóstico es clínico, aunque debe diferenciarse de cuadros de expresión parecida, como los trastornos de ansiedad.
La persona aquejada de depresión puede no vivenciar tristeza, sino pérdida de interés e incapacidad para disfrutar las actividades lúdicas habituales, así como una vivencia poco motivadora y más lenta del transcurso del tiempo. Su origen es multifactorial, aunque hay que destacar factores desencadenantes tales como el estrés y sentimientos (derivados de una decepción sentimental, la contemplación o vivencia de un accidente, asesinato o tragedia, el trastorno por malas noticias, pena, y el haber atravesado una experiencia cercana a la muerte). También hay otros orígenes, como una elaboración inadecuada del duelo (por la muerte de un ser querido) o incluso el consumo de determinadas sustancias (abuso de alcohol o de otras sustancias tóxicas) y factores de predisposición como la genética o un condicionamiento educativo. La depresión puede tener importantes consecuencias sociales y personales, desde la incapacidad laboral hasta el suicidio.
Desde la biopsiquiatría, a través de un enfoque farmacológico, se propone el uso de antidepresivos. Sin embargo los antidepresivos sólo han demostrado ser especialmente eficaces en depresión mayor/grave (en el sentido clínico del término, no coloquial)
El término en psicología de conducta (ver terapia de conducta o modificación de conducta) hace referencia a la descripción de una situación individual mediante síntomas. La diferencia radica en que la suma de estos síntomas no implica en este caso un síndrome, sino conductas aisladas que pudieran si acaso establecer relaciones entre sí (pero no cualidades emergentes e independientes a estas respuestas). Así, la depresión no sería causa de la tristeza ni del suicidio, sino una mera descripción de la situación del sujeto. Pudiera acaso establecerse una relación con el suicidio en un sentido estadístico, pero tan sólo como una relación entre conductas (la del suicidio y las que compongan el cuadro clínico de la depresión). Es decir, en este sentido la depresión tiene una explicación basada en el ambiente o contexto, como un aprendizaje des adaptativo.
ANTECEDENTES
Conocida en sus inicios con el nombre de melancolía (del griego clásico μέλας, "negro" y χολή, "bilis"), la depresión aparece descrita o referenciada en numerosos escritos y tratados médicos de la Antigüedad. El origen del término se encuentra, de hecho, en Hipócrates, aunque hay que esperar hasta el año 1725, cuando el británico Sir Richard Blackmore rebautiza el cuadro con el término actual de depresión.[2]
Hasta el nacimiento de la psiquiatría moderna, su origen y sus tratamientos alternan entre la magia y una terapia ambientalista de carácter empírico (dietas, paseos, música, etc.) pero, con el advenimiento de la Controversia de la biopsiquiatría y el despegue de la psicofarmacología, pasa a ser descrita como acaso una enfermedad más. Su alta prevalencia y su relación con la esfera emocional la han convertido, a lo largo de la historia, en frecuente recurso artístico e incluso en bandera de movimientos culturales como el romanticismo.
Etiología
En la antigüedad se sostenía que este padecimiento era causado por influencias diversas de humores corporales ( Hipócrates hablo de la bilis negra que producía “melancolía”) o bien que era resultado de un conflicto moral, siendo la depresión “ el castigo” por una conducta inapropiada o pecaminosa. En el siglo XIX se inicia el enfoque del estudio de sus causas atendiendo al funcionamiento del sistema nervioso central, pero es hasta el presente siglo que se precisan los detalles de su etiología multicausal.
Se ha hablado del estrés psicosocial (agudo: muerte de familiar, divorcio. etc y crónico: desempleo, sobrecarga de trabajo, conflictos matrimoniales grávidos, etc) factores que sin duda propician o desencadenan la depresión. Conviene enfatizar que la perdida precoz de un embarazo es común encontrar en la historia de las personas embarazadas deprimidas actualmente. Si sabemos que el funcionamiento neuronal no es ajeno a las influencias del medio ambiente, nos queda claro que el estrés psicosocial juega un papel importante al respecto.
Los trabajos de sigmun Freud respecto al duelo y la melancolía contribuyeron bastante a la comprensión de los mecanismos inconscientes que siguen la depresión normal y la patológica, y el aporte psicoanalítico, no obstante el tiempo que tiene de haber surgido, es definitivo e insustituible para el entendimiento de estos pacientes.
La teoría cognitiva propone que el deprimido a lo largo de la vida ha distorsionado sus pensamientos sobre si mismo y su entorno en forma negativa llegando finalmente a conclusiones erróneas negativas de si mismo, su experiencias y la visión que tiene del futuro esto daría por resultado el síndrome depresivo en estos sujetos.
Por su parte los conductistas también han contribuido a formular hipótesis para explicar el problema: la depresión está condicionada por un patrón estable de conducta caracterizada por incapacidad para interrumpir el estímulo nocivo y escapar de eventos traumáticos.
Esta hipótesis se basa en modelos experimentales de psicología comparada, empleando para ella animales de laboratorio sometidos a experiencias diseñadas artificialmente, y aunque sabemos que nunca podremos comparar la conducta primitiva de una rata con la compleja conducta del hombre, creo que si pueden obtenerse algunas conclusiones valederas para nuestros fines. Al parecer de acuerdo a estos estudios se puede concluir que el deprimido “ ha aprendido a no defenderse”.
Los estudios de los tipos de personalidad nos proporcionan datos interesantes: ciertos tipos de personalidades, cuyas características son la escrupulosidad, el sentido del deber, perfeccionismo, la falta de espontaneidad y el afán de orden (personalidades
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