Adherencia Al Tratamiento De Pacientes Con Enfermedades Crónicas
Enviado por Ierathell • 1 de Julio de 2013 • 1.540 Palabras (7 Páginas) • 709 Visitas
Revisión Teórica: Adherencia al tratamiento de pacientes con enfermedades crónicas
Cada vez que un ser humano es diagnosticado por un médico alguna enfermedad que es considerada como crónica, entendida como aquella enfermedad para la cual no se conoce una solución definitiva y el éxito terapéutico consiste en tratamientos paliativos para mantener a la persona en un estado funcional, mediante el consumo constante de fármacos (Durán et. Al., 2009), éste se ve envuelto en una constante disyuntiva de si someterse al tratamiento o no. Antes de intentar comprender el concepto de adherencia, es fundamental realizar un paralelo y señalar que en Chile según el Ministerio de Salud (2000) un 33% de la población chilena declara que en algún momento de su vida se le ha diagnosticado alguna enfermedad crónica (27% hombres y un 39% a mujeres), por lo que la comprensión de este fenómeno adquiere mayor relevancia. Al referirnos a adherencia, se hará alusión a lo que la Organización Mundial de la Salud (2003) define como el grado de coincidencia entre la prescripción médica y el comportamiento del paciente, lamentablemente, y tal como se señala, la tasa típica de adherencia al tratamiento es del 50% en países desarrollado, sin embargo en países en vías de desarrollo se considera menor y depende de las modificaciones al estilo de vida. Ésta adherencia es un fenómeno multidimensional que está determinado por cinco factores de los cuales se considera: el paciente, la enfermedad, la terapia o fármaco-terapia, los sistemas de salud y el factor social y/o económico.
En distintos sujetos la adherencia al tratamiento varía, tal y como señala Barra (2003) al comparar entre diferentes acciones (controles, exámenes, medicamentos, etc.) como al considerar una misma acción (ejemplo: tomar los medicamentos), y ello es posible medirla según Fuentes (2008) como la sumatoria de cumplimiento y persistencia, entendiendo como cumplimiento, la proporción del tiempo que el paciente toma el medicamento, medido según los datos de recompra (tasa de posesión del medicamento, por ejemplo), y persistencia que se basa en un período de tiempo definido y se mide según el número de días desde la prescripción inicial hasta un lapso menor de treinta días después de la terminación de la recompra previa o la proporción de pacientes en tratamiento a un tiempo determinado. A pesar de ello, Barra (2003) señala que tanto los indicadores directos (por ejemplo, análisis bioquímicos) como indirectos (por ejemplo, autoinforme, la intuición del médico, despacho de las recetas, recuento de píldoras, mejoría clínica y posibles consecuencias metabólicas del medicamento) presentan sus propios problemas como falta de confiabilidad y sobreestimación, y se asocian a tres grandes clasificaciones como: el tipo de enfermedad (las tasas de adherencia serán mayores para enfermedades graves más que leves), el régimen de tratamiento (mientras más complejos sean los procedimientos requeridos para tratar un problema de salud, es menos probable que exista una adherencia total) y, finalmente, las características del paciente (no se relacionan significativamente con las tasas de adherencia y tampoco aparecen las características o rasgos definidos de personalidad, aunque sí aparecen algunos factores psicológicos asociarse con la adherencia). Sin embargo, es posible señalar que la pobre adherencia a los tratamientos es un problema en la práctica clínica, dónde las principales enfermedades crónicas que presentan la menor adherencia al tratamiento son según Rabenda & Reginster (2007) la diabetes, la epilepsia, la hiperlipidemia y la hipertensión. Dónde la adherencia al tratamiento en pacientes diabéticos se estima sólo alrededor del 40 al 70% de los pacientes que siguen adecuadamente las prescripciones de los médicos, pero estas tasas son menores aún en casos con antibióticos y controles de hipertensión (Baum, Gatchel & Krantz, 1997; Bernard & Krupat, 1994, citado en Barra, 2003).
En este trabajo nos centraremos en la diabetes debido al alto porcentaje de personas que padecen ésta enfermedad en Chile (6%, 3% en hombres y 3% en mujeres) a pesar de no ser una de las que presentan mayor incidencia en la población (hipertensión: 20%, 7% en hombres y un 13% en mujeres), sí es una enfermedad que presenta mayor deserción en la adhesión al tratamiento según se reporta en consultorios, además de ir aumentando la cantidad de personas que la padecen según el rango etario (0 -14 años: 0,1%, 15 – 19 años: 0,2%, 20 – 44 años: 1,2%, 45 – 64 años: 7,2%, 65 – 74 años: 12,8% y 75 y más años: 14,1%) en base a lo que el Ministerio de Salud de Chile, 2000, señala; así la diabetes se entiende como un grupo genética y clínicamente heterogéneo de alteraciones que tiene en común la intolerancia a los hidratos de carbono debido a un deterioro de la secreción y/o de la efectividad de la insulina para metabolizar la glucosa, dentro de los tipos de diabetes, se encuentra la diabetes mellitus tipo I o diabetes dependiente de
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