Adherencia Terapeutica

¿Qué es la adherencia terapéutica?

Antes de definir el término de adherencia terapéutica, es importante mencionar que se desarrolló en un contexto meramente médico y no psicológico, así entonces la OMS define la adherencia terapéutica como la magnitud con que el paciente sigue las instrucciones médicas. Pero algunos autores como Haynes y Sackett (1979) la definen, en una forma más completa, como la medida en que la conducta del paciente en relación con la toma de medicación, el seguimiento de una dieta o la modificación de su estilo de vida coinciden con las indicaciones dadas por su médico; siendo por tanto el incumplimiento el grado en que no se realizan estas indicaciones. Seguir una prescripción, la adherencia terapéutica, es un proceso complejo que está influido por múltiples factores ampliamente estudiados, existiendo factores relacionados con el paciente, con el profesional, con el sistema sanitario, con la enfermedad y con los propios fármacos.

Parafraseando estas definiciones y en palabras más simples, la adherencia terapéutica podría entenderse como el grado en que una persona sigue un tratamiento farmacológico o proceso psicoterapéutico. Es decir, si toma los medicamentos prescritos, si lo hace a las horas indicadas, si sigue con el proceso a pesar de sentir una mejoría y lo termina, no antes ni después, sino justo cuando debe, etc.

La adherencia terapéutica en un ámbito medico tiene diferentes matices cuando se adopta en un contexto psicológico, o de procesos psicoterapéuticos, la más importante de estas diferencias es que en el ámbito medico se habla del uso de medicamentos y lo que ellos conlleva (horas indicadas, información de los mismos, etc) mientras que en el ámbito psicológico de se manejan medicamentos, sino características de cada terapia (como tareas a realizar, registros conductuales, de emociones, etc).

Ahora con la definición dada respecto a la adherencia, cabe preguntar:

¿Cuál es la importancia de que un paciente o usuario del servicio psicológico se adhiera de una forma óptima al proceso?

Y bien, la adherencia terapéutica no solo repercute directamente en el bienestar del sujeto, sino también en los costos médicos o institucionales. En primera instancia una buena adherencia terapéutica es indispensable para el mejoramiento del estado de salud de un paciente y además, que el mejoramiento sea permanente y no momentáneo. Es decir, la adherencia sirve para que el paciente este bien y siga estándolo una vez terminado el proceso. Si un paciente desiste o abandona determinada terapia es posible que reincida y/o su estado de bienestar se vea menguado. Un ejemplo simple de esto es cuando una persona con infección en la garganta deja de tomar su medicamento cuando se siente bien, antes de completar el tratamiento, esto a su vez traerá que la persona vuelva a enfermar o bien que la infección mute y su estado de salud empeore con el tiempo.

Cabe señalar que cada padecimiento tiene sus propias consecuencias respecto a la adherencia, por ejemplo en un padecimiento como la esquizofrenia los riesgos a recaídas más intensas, al aumento de dependencia, al riesgo aumentado de toxicidad, entre otros, sobre salen en la importancia de una buena adherencia.

Esto por un lado, mientras que en otra instancia, como se mencionaba, los costos monetarios son un punto importante de la adherencia. Si una persona enferma requiere y utiliza un servicio de salud (médico o psicológico) invariablemente este hecho significa un costo, considerando los medicamentos, tiempo, etc. Ahora bien, si esta inversión no se lleva adecuadamente y el proceso se abandona o no se cumple adecuadamente se necesitara más recursos e inversión, esta es otra razón por la cual una buena

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