Adolescente según Piaget
Enviado por armando.peve • 24 de Mayo de 2013 • Informe • 2.153 Palabras (9 Páginas) • 839 Visitas
Adolescente según Piaget
Se encuentra en el periodo de once-doce a catorce-quince años, en que el sujeto llega a despertarse de lo concreto y a situar lo real en un conjunto de transformaciones posibles. Esa última descentración fundamental que se realiza al final de la infancia prepara la adolescencia , cuyo principal carácter es, sin duda, esa liberación de lo concreto, a favor de intereses orientados hacia lo intelectual y hacia el porvenir: edad de los grandes ideales o del comienzo de las teorías, sobre las simples adaptaciones presentes a lo real. Pero si se ha descritos menudo esa expansión afectiva y social de la adolescencia, no siempre se ha comprendido que su condición previa y necesaria era una transformación del pensamiento, que haga posible la elaboración de la hipótesis y del razonamiento sobre, las proposiciones desligadas de la comprobación concreta y actual.
Esta nueva estructura del pensamiento se construye durante la pre adolescencia; e importa describirla y analizarla como estructura. Esto es lo que los autores de test olvidan demasiado frecuentemente, descuidando las características comunes y generales a favor de las diversidades individuales. Y no ahí si no un solo medio de alcanzar las estructuras como tales; y este es el por consiguiente, razonar en cada caso sobre la realidad dada (un sector de lo real físico o una explicación fundada en factores, o incluso una teoría en el simple sentido de un conjunto de proposiciones ligadas), no considerado esa realidad bajo sus aspectos concretos y limitados, sino en función de un numero cualquiera o de todas las combinaciones posibles, lo que refuerza considerablemente los poderes deductivos de la inteligencia.
CAMBIOS FISICOS DE UNA ADOLESCENTE
Está formado por genitales internos dos gónadas femeninas u ovarios, las tubas uterinas (trompas de Falopio), el útero, la vagina y los genitales externos que son una serie de estructuras que constituyen el pudendo femenino (vulva).
A partir de la pubertad el organismo femenino sufre modificaciones se desarrollan los órganos reproductores y se inician los ciclos sexuales o menstruales, con los que aparece la menstruación y una serie de modificaciones clínicas en todo el organismo. La menstruación se manifiesta por el escurrimiento de un líquido serosanguinolento con el tejido necrótico (muerto) a través de la vagina.
Los ciclos menstruales son muy variables en las diferentes mujeres e incluso en cada mujer (de 21 a 45 días) aunque con fines prácticos y de enseñanza, se considera que se repiten aproximadamente cada veintiocho días, a partir de la primera menstruación llamada menarca o menarquía (véase adolescencia) hasta su cese definitivo o menopausia, aunque se pueden interrumpir como en el caso del embarazo.
CAMBIOS FISICOS DE UN ADOLESCENTE
El sistema reproductor masculino está formado por dos gónadas masculinas o testículos, las vías espermáticas, el pene, la próstata y las glándulas bulbouretrales.
Al llegar a la pubertad el hipotálamo estimula a la hipófisis (pituitaria) para que produzca las hormonas FSH e ISCH que estimulan a los testículos para que estos secreten hormonas sexuales: andrógenos y una pequeña cantidad de hormonas femeninas. El andrógeno más importante es la testosterona, responsable de la aparición de los caracteres sexuales secundarios: mayor desarrollo de los huesos y, músculos, cambio de la voz, la distribución del vello, cambios en el comportamiento.
CAMBIOS PSICOLOGICOS DE LOS ADOLESCENTES
La adolescencia es un largo periodo de transición en el que el individuo humano alcanza el funcionamiento adulto de la personalidad. Desde el punto de vista psicoanalítico, se ha entendido como un proceso de redistribución libidinal. Dentro de conceptos más actuales y tangibles, se ha concebido como una reprogramación de estructuras mnémicas motivacionales. (Baranger: 1968).
Las vinculaciones afectivas a las figuras de los padres de la infancia temprana permanecen vigentes hasta que en el penoso y prolongado proceso adolecente logra la desvinculación el ejercicio dirigido a lo lograr esta desvinculación implica múltiples movimientos progresivos, regresivos (Blos: 1967) y re alternativos a numerosas estaciones y subestaciones regresivas (Gelerd: 1964) que recapitulan la prolongada infancia del individuo.
Blos (1967) conceptúa este proceso como un segundo periodo de individuación porque implica el desarrollo del concepto de s mismo (self); ahora, a través de la adolescencia, en un proceso que integra conceptos a un nivel extracto exquisito que permite una noción integral y permanente de la identidad; y una auto representación multidimensional con las correspondientes resonancias afectivas. Todas las funciones psicológicas relativas al sentido de realidad en el nivel más refinado del pensamiento formal (Piaget: 1969) derivan de este proceso, fundamentalmente afectivo en sus cimientos. La constancia de identidad, la capacidad de proyectar realistamente la identidad hacia el futuro, la integración del desarrollo biológico y de la sexualidad al yo corporal y al self, en lo que conocemos como identidad sexual; todo esto y numerosos fenómenos más derivan y son, en sí, el segundo proceso de individuación.
El logro por excelencia de la individuación es la paulatina disponibilidad afectiva par a establecer vinculaciones con nuevas figuras que progresivamente son más reales, menos contaminadas con afectos que pertenecieron a las vinculaciones infantiles tempranas con los padres de esas épocas. En el largo viajar de sus vinculaciones, en adolecente encuentra figuras relacionales de transición. Estas figuras de transición o, mejor dicho, sus representaciones afectivas en lo intrapsiquico, son recipientes de afectivos vinculares primitivos aun adheridos a las figuras de la infancia. Estas figuras vinculares de transición funcionan como aparatos metabólicos que modifican el aspecto
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