Adolescentes: Todo Menos Aburridos

¡¡¡ TODO MENOS ABURRIDA!!!

LA ADOLESCENCIA

Estar con un/a adolescente puede ser de todo menos aburrido. Personalmente he tratado con bastantes adolescentes y post-adolescentes y me atrevería a decir que es una etapa divertida. Y lo digo sin negar el gran esfuerzo y lo agotador que nos supone a los que tratamos con ellos a diario.

Debido a los cambios continuos con los que viven l@s adolescentes, mantener un proceso educativo o una relación terapéutica planificada, estable y plácida es misión “casi” imposible.

Para muchos adultos relacionarse con un adolescente, supone convivir con su inestabilidad, sus cambios de humor, sus percepciones tan extrema o dramática de las cosas, su afán por experimentar entre otras muchas cosas. Y convivir con todo ello, crea en algunas personas desconcierto, sentimientos de inseguridad (sobre todo respecto a nuestro papel como adultos de referencia), nos surgen sentimientos encontrados que pueden llevarnos a pensar que vivir con un adolescente es algo que nos supera, que “ES INSOPORTABLE”.

Mi experiencia me ha enseñado que el éxito educativo o terapéutico para superar esta etapa, tiene gran relación con el interés por conocer cómo es est@ adolescente, por descubrir como funciona su mundo y su mente (y digo descubrir, no compartir ni juzgar, ni comparar con lo que nosotros vivimos).

Esa mirada a su interior nos mostrará que las cosas que dicen, lo que hacen o sienten es fruto del conjunto de transformaciones en que están inmens@s (no es nada personal contra nosotros). Está en un proceso de transformación, igual que el gusano se transforma en mariposa pasando un tiempo como crisálida, el adolescente crea su futura personalidad partiendo de lo que ha sido en la infancia, probando y experimentando, para descubrir lo que desea ser.

Es una etapa llena de dificultades (para ellos y para los que les rodean); por eso vuelvo a recordar que convivir con un adolescente nos hace vivir en una continua inestabilidad, caracterizado por la improvisación y por lo tanto, convivir con las dificultades propias de la adolescencia, también será provisional, transitorio.

Personalmente creo fundamental defender que por el hecho de que una persona tiene problemas o dificultades en un momento de su vida, no podemos convertirl@ en una persona problemática; si no que debemos considerar que como adolescente vive una situación difícil, no es un adolescente difícil. NO SON ADOLESCENTES, VIVEN LA ADOLESCENCIA. Viven una situación difícil, pero evolucionarán y la superarán mejor o peor; por lo que vale la pena que les acompañemos en esa superación. Oscar Wilde afirmaba “la juventud es la única enfermedad que se cura con la edad”. Así que pensemos: la adolescencia es transitoria y los problemas también (aunque nos parezcan insufribles).

Fdo: Raúl Rodríguez Ramos

Psicologo.

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