Analisis de asesino serial EDWARD THEODORE GEIN

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EDWARD THEODORE GEIN

Condado de La Crosse, Wisconsin, Estados Unidos, el 27 de agosto de 1906. Fue un asesino y ladrón de tumbas estadounidense.

Para poder comprender un poco la historia de Gein, debemos contextuarnos a los años 50, una sociedad que estaba regida por prejuicios e ideales sexista. Un claro ejemplo sería la censura que se hacía en las radios y televisiones con respecto a la vida matrimonial, además de querer eliminar todos aquellos símbolos e imágenes que pudieran incitar a cometer ‘pecados carnales

Su padre, George P. Gein, un alcohólico maltratador que se caracterizaba por su falta de devoción hacia su familia y su madre, Augusta T. Lehrk, era una fanática religiosa con fuertes convicciones que despreciaba a los hombres, consideraba a las mujeres el objeto de pecado del que debía mantener alejados a sus dos hijos, Henry y Ed.

Posiblemente porque la madre consideraba que La Crosse era una ciudad propensa al pecado, los Gein se mudaron 8 años después a una granja de 80 hectáreas en el poblado de Plainfield. Augusta era una ferviente religiosa que creía en el Apocalipsis y consideraba que las mujeres eran prostitutas creadas por el diablo para tentar a los hombres. Obligaba a sus hijos a leer a diario la Biblia, en especial el Antiguo Testamento, que interpretaba casi literalmente. Por ello la infancia de Ed y su hermano fue muy dura: su madre les impuso una estricta disciplina y constantemente les castigaba y daba palizas si los veía jugando con sus compañeros, ya que no creía en la amistad. Incapaz de mostrar algún afecto o amor por sus hijos; mientras el padre se veía ausente. Tras años de borracheras, palizas a su mujer e hijos, y constantes desprecios, George Gein murió en 1940 a los 66 años. Desde ese momento, el negocio familiar decayó, y los hermanos tuvieron que buscar trabajo y aportar dinero a casa. Esto hizo que su relación se estrechara, sin embargo, Henry tenía su propia lectura del mundo y había comenzado a criticar la ideología de Augusta. A Ed le incomodaba escucharlo hablar mal de su madre, pero lo que más le molestaba era que cuestionara el evidente complejo de Edipo que había desarrollado.

Ed se aficionó a leer cómics, revistas y libros acerca de asesinatos, muerte o violencia e incluso sobre las torturas que se llevaron a cabo en los Campos de Concentración nazis. Estos temas causaron una gran fascinación en él, llegándole a absorber y aislar hasta perder la noción de la realidad. Sentía una gran aversión por la sangre y las matanzas o sacrificios de animales, actividades típicas en pueblos dedicados a la ganadería. De hecho, quedó muy marcado cuando, de adolescente, presenció como sostenían a un cerdo por las patas mientras la otra, armada con un largo y afilado cuchillo, le abría el vientre y le sacaba las tripas con una gran habilidad al animal, que agonizaba entre estridentes chillidos.

Probablemente la primera víctima de Ed fue su hermano. El 16 de mayo de 1944 se produjo un confuso incendio dentro de los campos de la familia. El fuego se descontroló hasta la casa de los Gein. Cuando los bomberos terminaron de combatir las llamas se dieron cuenta de que Henry había desaparecido y lo empezaron a buscar. Su cuerpo fue hallado al atardecer. Estaba boca abajo y tenía signos de haber sido golpeado. En el informe de defunción se catalogó la muerte por asfixia.

La muerte de Henry le dio vía libre a la relación casi incestuosa de Ed y Augusta. Pero unos meses después, la mujer sufrió una apoplejía que la dejó paralizada. Y en 1945 padeció otro ataque. Augusta falleció el 29 de diciembre de ese año. Tras lo sucedido, cerró con llave la habitación de su madre, conservándola intacta tal y como ella la había dejado, y empezó a realizar pequeños trabajos para sus vecinos.

Ed había perdido su único vínculo con la cordura. No tenía con quien hablar. Se concentró, entonces, en sus fantasías. La pérdida de su madre significó el tercer factor que moldeó la personalidad de Ed y supuso el detonante de los asesinatos y actos que cometió, que tuvieron dos claros motivos: el primero, la idea de mantener la ilusión de que su madre seguía con vida y en casa. El segundo, la obsesión por las mujeres producto de años de represión, reprimendas y castigos que su madre había ejercido sobre él.

Primeros asesinatos.

Mary Hogan murió el 8 de diciembre de 1954. Atendía un bar y tenía una personalidad capaz de lidiar con los borrachos del pueblo. Era corpulenta y mal hablada. Su vocabulario se regía por groserías. Para Ed, Mary Hogan era una suerte de versión grotesca de su madre.

Los hechos indican que a la 16 hrs. la cantinera cerró el local, pero dejó entrar a tomar un café a Ed. El joven le disparó con un revólver calibre .32…Muchos vecinos que habían conversado con Ed, recordaron cómo bromeaba frecuentemente sobre el paradero de Mary Hogan con frases como “No ha desaparecido… De hecho está ahora mismo en mi granja”.

El crimen por el que finalmente Ed Gein fue descubierto, ocurrio el 16 de noviembre de 1957, asesino a la dueña de una ferretería, Bernice Worden, del que era un cliente habitual. Disparándole un tiro en la cabeza con un rifle de caza (de la misma manera que 3 años antes). La razón por la que se le descubrió fue porque llego con la excusa de comprar líquido anticongelante, cuyo nombre figuraba en la última factura de venta.

Los agentes al llegar a la casa de Ed Gein, encontraron el cadáver de una mujer colgada boca abajo, decapitado y desnudo. Había sido abierto desde el cuello hasta el abdomen y vaciados por dentro, las tripas estaban dentro de una bolsa y en otra bolsa apareció la cabeza de Bernice Worden, tenía unos ganchos en las orejas, por lo que la policía supuso que la usaría como decoración.

Al seguir inspeccionando la casa con ayuda e linternas, se encontraron con un espectáculo macabro; una colección de objetos que Ed había elaborado con partes humanas, como cuencos hechos con cráneos, y numerosas obras realizadas con piel, como leotardos, una papelera y varias sillas tapizadas. También había una lámpara creada con rostros humanos, además del cordón de una ventana confeccionado con labios. Había incluso un corsé que consistía en un torso despellejado y un cinturón con pezones. En una bolsa estaba el rostro de Mary Hogan y en una caja estaba su cabeza. máscaras hechas con piel humana que decoraban la habitación de Ed Gein, así como sillas y varias prendas de vestir confeccionadas de la misma manera. Había cajas con huesos humanos dentro, y en la cocina hallaron una olla hirviendo con el corazón de Bernice Worden en ella. También hallaron. La única habitación de toda la casa que estaba intacta era la de su madre, que estaba sellada con tablones de madera desde que falleció.

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