Analisis de caso Daniel Lugo “Sangre, sudor y gloria”
Enviado por nevenka ortega • 21 de Noviembre de 2019 • Informe • 4.404 Palabras (18 Páginas) • 1.157 Visitas
1. Identificación
Nombre: Daniel Lugo
Edad: 33 años
Ocupación del personaje: Personal Trainer en un gimnasio.
Ficha técnica: La película se basa en un caso real donde tres sujetos fisicoculturistas secuestran y torturan a un hombre exitoso para lograr quitarle todo su dinero y bienes materiales. No conforme con esto, cuando la fortuna robada comienza a acabarse, buscaron otro hombre adinerado al cual extorsionar pero en su intento terminaron matando a la esposa de este señor y matando al señor por accidente.
2. Historia clínica
A partir del caso presentado en la película “Sangre, sudor y gloria” se puede aproximar a la historia clínica de Daniel Lugo mencionando que sus principales dificultades se asocian a sus sentimientos de sobrevaloración respecto a sí mismo, acotados principalmente a su buena condición física por practicar el fitness desde una temprana edad. Acentuándose su malestar por el hecho que las demás personas no lo veían como él se percibía desde esta sobrevaloración.
De este modo, se observa que Daniel Luego podría presentar ciertos rasgos asociados a una psicopatología en los elementos del vivenciar acotados por Capponi (1987). En primera instancia, podría haber un pensamiento perseverativo, es decir, persistente en torno a algunas ideas. Pero más bien esta perseverancia se ve asociada a que Daniel creía firmemente en ser “el poseedor de alguna clave” y tener la verdad absoluta, esto en el sentido de tener el conocimiento y la capacidad para ejecutar su plan de estafar Víctor Kershaw. Por lo cual, siguió al pie de la letra lo planteado por Johnny Wu para ser un “ejecutor”.
Derivado lo de anterior, es que se evidencian sentimientos de sobrevaloración en él, definidos por Capponi (1987) como un estado afectivo exaltado, donde la persona siente que tiene capacidades por sobre lo habitual, viviendo y expresando un elevado sentimiento de fortaleza y capacidad, es decir, se cree especial, confía en sí mismo en forma exagerada y se considera virtuoso, fuerte y sensato. Lo que se manifiesta en Daniel desde su infancia cuando afirmaba que tenía capacidades especiales y por sobre los demás, lo cual desde un inicio ligó exclusivamente sólo a su capacidad física, y que por medio de ésta podría lograr lo que se propusiera y así los demás lo valorarían como él deseaba.
Es así, que cada vez que percibía que los demás lo devaluaban, Daniel actuaba de manera cegada y ofuscada, ajustándose a una cierta incontinencia afectiva, es decir, una falta de control en la exteriorización de los estados afectivos, con una manifiesta incapacidad para contener los estados emocionales (Capponi, 1987). Lo que se ejemplifica cuando Daniel golpeó con mucha intensidad y reiteradas veces hasta llegar a matar a un hombre que no quiso hacer negocios con él, jusficando que Daniel era sólo un “principiante” en el mundo de los negocios. Siendo esto último el principal desencadenante de su fuerte reacción agresiva.
Además, su agresividad no sólo se vinculaba con su incapacidad de contener los estados emocionales, sino que también con una hostilidad para conseguir lo que él quería, lo que se evidencia en los ataques, tortura y extorsión ejecutada en contra de Víctor Kershaw para obtener su firma y así concretar el robo. Entendido la hostilidad como la agresión hacia los demás y una continua actitud de de ataque (Caponni, 1987).
En cuanto a los elementos de sensación, percepción, representación y psicomotricidad, éstos se observan en buen estado y sin ninguna psicopatología a la base.
Respecto a los instrumentos del vivenciar, éstos se encuentran en un buen estado, ya que Daniel demostraba tener una capacidad de conciencia adecuada, porque sabía claramente lo que estaba haciendo, también era inteligente y poseía buena capacidad de memoria, además de tener una atención y orientación adecuadas.
También podría presentar una psicopatología en algunas cualidades del vivenciar. Específicamente se observa una posible alteración en la dimensión realidad-irrealidad a nivel de la apreciación de esta última en relación a su entorno. Está refiriendo a que el yo capta y percibe la realidad con un sesgo importante; afectando su capacidad de romper círculos viciosos y flexibilidad adaptativa en un grado significativo, en el cual omite elementos de las apreciaciones, exalta o advierte otros. (Capponi, 1987). Lo cual se puede reflejar en Daniel ante su pensamiento de superioridad, en el cual todos deberían reconocerle por sus condiciones y capacidades que ha adquirido en una vida dedicada al fitness. Como también se puede ejemplificar en la conducta que toma contra Víctor Kershaw al secuestrarlo, viendo todos sus actos como aquellos que le llevarían a un buen fin, pasando por sobre las leyes y los derechos humanos sólo para su beneficio. La ideología que aquí adquiere representa una realidad que puede ser completamente controlada y manejada por él a su antojo, para conseguir sus fines, mirando a quienes le rodean como simples objetos que sirven solamente para que pueda cumplir sus ideales.
En cuanto al hecho que Daniel estaba dispuesto a hacer todo lo que fuera necesario para ser un “ejecutor” y concretarlo por medio del robo a Víctor Kershaw, es que en la dimensión actividad-pasividad, él se sitúa dentro de lo activo, definido por Capponi (1987) como una tendencia a la alerta, persistencia y decisión, donde el yo es ambicioso y con una conducta siempre dirigida a determinados objetivos, que desarrolla planes para lograrlos y manipula el ambiente para superar obstáculos. Lo cual se corresponde plenamente con la forma de ser de Daniel para ejecutar su propósito, e integrar a dos personas más a su plan por medio de la persuasión y manipulación. Aquí el rasgo psicopatológico comienza cuando la actitud fundamental hacia la vida es de gobierno absoluto, destacando la rigidez con que vive la postura activa y mostrando gran incapacidad en integrar el polo pasivo, ya que no acepta que las circunstancias lo modelen e impongan lo que no desea vivir (Capponi, 1987). Reflejándose lo anterior, cuando Daniel no aceptaba las condiciones en las que vivía, teniendo el ideal de lograr el sueño americano, admitiendo que sólo quería todo lo que los demás tenían ya que se lo merecía debido a su superioridad en su condición física.
Desde la dimensión dependencia-independencia, Daniel se muestra y presenta a sí mismo como una persona completamente independiente, que no necesita de nadie más en su vida, ya que es capaz de valerse por sí mismo, gracias a sus cualidades. Se refiere a sí mismo como un ejecutor, una persona que tiene el completo control de su vida y el único capaz de lograr todo lo que quiere. Sin embargo, pese a esta postura en la que se posiciona, se puede percibir una necesidad implícita por el reconocimiento del otro, es decir, todo lo que quiere llevar a cabo y lo que desea realizar es con la finalidad de ser reconocido, ya que eso es lo que merece por sus cualidades y capacidades. Dentro de esta perspectiva, Capponi (1987) define la dimensión de ambivalencia, la cual se caracteriza por no lograr integrar los aspectos polares de dependencia-independencia, sino que más bien estos se viven en forma alternada y escindida. Sin embargo, no se ha percibido que Daniel pase de la independencia a la dependencia, sino más bien mantiene una postura independiente, de la cual el trasfondo de su finalidad permite vislumbrar la dependencia por el otro ante la necesidad de reconocimiento. De este modo, siguiendo lo postulado por el autor, Daniel se encontraría en un conflicto en el cual no logra integrar la capacidad de ser dependiente, tomando una postura en la que no necesita de los demás bastándose a sí mismo. Lo anterior sería una característica del trastorno narcisista, es decir, es una persona que en general depende de los demás, ya que cuando no logra confirmar su sobrevaloración se descompensa (Capponi, 1987). En este sentido, Daniel se encontraría en la dimensión más bien dependiente en vez de ambivalente.
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