Analisis del caso Anna O.
Enviado por Jesabeth Hurtado • 2 de Julio de 2022 • Ensayo • 2.687 Palabras (11 Páginas) • 113 Visitas
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UNIVERSIDAD MONTRER
LICENCIATURA EN PSICOLOGIA
MATERIA: TEORÍAS CLÁSICAS DE LA PERSONALIDAD
Análisis del caso Anna O.
Profesor: Angela Mora Gonzalez
Alumna: Rocío Jesabeth Hurtado García
Zihuatanejo, Guerrero, 25 De junio Del 2022
Introducción:
Anna O. fue el seudónimo que Josef Breuer le dio a una de sus pacientes con un claro diagnóstico de histeria, esta era una enfermedad nerviosa que en aquel entonces afectaba a una cantidad enorme de mujeres (de ahí su etimología que hace referencia al útero). La paciente a los 21 años se enferma de una tos persistente de la que se tenia un cuadro de tuberculosis. Breuer descarto la enfermedad, pero se percató de un desorden psíquico. Este caso permitiría a Breuer junto con Freud establecer las bases de lo que hoy conocemos psicoterapia.
Anna llego a padecer ceguera, parálisis parcial de sus extremidades, sordera, estrabismo ocular y, lo que más llamaba la atención, una grave parafasia que llevaba a perder la capacidad de hablar su alemán nativo sustituyéndolo por otros de los cuales no tenía dominio como el inglés y el francés.
Breuer era un investigador rigoroso que realizo aporte de relevancia a la medicina y a la fisiología. También fue maestro y amigo de Sigmund Freud y el responsable de abrir las primeras puertas al psicoanálisis freudiano.
Desarrollo:
Cuando comenzaba el año de 1880, Josef Breuer comenzó a atender a la paciente que pasó a la historia con el nombre de Anna O., quien describió un primer tiempo de incubación de la enfermedad que casualmente inicio con la rutina de cuidar a su padre enfermo en inicios del año ya en diciembre de ese año su estado requirió de guardar cama de forma permanente cuando empezó a desarrollar una serie de parálisis y anestesias, cada vez iban agravándose sus brotes psicóticos. Empieza a manifestar alucinaciones en donde sus cabellos y cintas se convertían en serpientes negras aunque ella misma se alentaba a no ser tonta a conciencia de que eran solo sus cabellos, cintas etc. aparte de tener dos personalidades que se podían diferenciar conforme avanzaba el tratamiento; la primera siendo triste y aprensiva, la segunda tenía un carácter más infantil y explosivo.
Se producen contracturas de varios miembros de su cuerpo y así como una desorganización del lenguaje teniendo problemas para combinar las palabras y la gramática, hasta llegar a tener una perdida del lenguaje. En este periodo Breuer nota que está perdida de lenguaje obedece un mecanismo psíquico evidentemente por la ofensa de algo de lo cual había decidido no hablar, Breuer la obliga a hablar sobre ello y con esto la supera privación recupera la expresión en ingles y poco a poco en francés y en italiano, mejorando para la primavera y dejando la cama en inicios de abril.
Pero todo decae con la muerte de su padre en ese momento, comienza con dificultades para ver y reconocer a las personas, comienza a rechazar la comida, a excepción de Breuer a quien le permitía alimentarla. Breuer se ausenta unos días y cuando regresa la encuentra desmejorada rechazando todo alimento, teniendo terroríficas alucinaciones durante el día que le comenta en voz alta, por las tardes sufría de somnolencia y por las noches se encontraba en estados de autohipnosis donde relataba sus alucinaciones, aquí Breuer comprueba si en ese estado de trance es capaz de narrar dichas anécdotas y despertar con la mente despejada y alegre, puede sorprendernos de sobremanera este contraste.
A casi dos meses vuelve a desmejorar y el investigador se ve en la necesidad de trasladarla contra su voluntad a una casa de campo ya que empezaba a tener impulsos suicidas esto impidió que siguiera viviendo en un tercer piso. En este periodo no duerme y sigue rehusándose a comer, representando unas escenas imaginarias acompañándolas de palabras murmuradas, que si alguien las repetía las recogía emocionada e inventaba historias partiendo de ellas, era lo que la aserenaba. Cada vez las historias se hacían más sombrías hasta volverse terroríficas alucinaciones, solo se podía generar un alivio si contaba estas historias de palabra, a esto la misma paciente le dio el nombre en inglés de Talking cure ( cura por el habla ) y chimney seeping (limpieza de chimenea), el cual se convirtió en el procedimiento que normalmente utilizaba, incitándola con estrategias como repetir una formula con la que ella acostumbraba iniciar sus cuentos. También añade que tuvo que recurrir al cloral cuando no se conseguía calmar por la declaración consiguiendo solo la tranquilidad, más no el sueño, teniendo que usarlo con frecuencia en la casa de campo, al ser insoportables las noches entre los alivios hipnóticos, pero poco a poco fue necesitando menos. Aparte se sacó beneficio de un perro terranova que le habían dado, al cual amaba con pasión, mostrando valor al enfrentarlo cuando ataco a un gato pequeño, empuñando la correa en su mano izquierda dominando al enorme animal.
Cuando regreso en Viena a una casa distinta a donde enfermo y tras un viaje de vacaciones de Breuer de varias semanas se viene una desmejora y tras remover progresivamente los síntomas tras revivir sus recuerdos traumáticos aquí surgió un nuevo fenómeno mental sorpresivo; comenzó a manejar dos diferentes estados conscientes como la vez anterior pero ahora en su segunda personalidad vivía en el invierno de 1880 a 1881 olvidando todo lo que le había sucedido a excepción de la muerte de su padre, mientras que en la primera personalidad vivía en el invierno siguiente. Esto le permitió estudiar a Breuer los sucesos previos del periodo de incubación de la enfermedad. Estas descargas emocionales producidas por los recuerdos ocultos en el inconsciente que parecían producir su remisión.
Al ser el trabajo tedioso y largo Breuer recurrió a la hipnosis en lugar de usar los estados nocturnos de Anna O. llegando así a los recuerdos que procedieron a la alucinación de las serpientes con el lecho de enfermedad de su padre que había concluido con una parálisis, aquí describe como se libero de las alucinaciones que había sufrido y como pudo recuperar el alemán, Breuer especifica que esto requirió aun de mucho tiempo. Freud atribuye en sus escritos a que el estrechamiento de la relación entre paciente y médico fue lo que precipitó la interrupción de la terapia.
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