Antecedentes De Las Preferencias Sexuales
Enviado por sarahymoor • 22 de Abril de 2015 • 647 Palabras (3 Páginas) • 1.447 Visitas
LESBIANISMO
En el 630-560 a.C. se tiene constancia de la existencia de Safo, una poetisa griega que vivía en la isla de Lesbos. Sus poemas y su trascendencia en siglos posteriores hicieron que el término "lesbianismo" fuera aceptado internacionalmente como forma de denotar la homosexualidad femenina.
HOMOSEXUALIDAD
Hasta el siglo XX no se conocía prácticamente nada sobre la historia mundial de la homosexualidad, ya que existía en la vieja mentalidad occidental un tabú de inspiración religiosa que impedía su investigación y divulgación. Sin embargo la investigación histórica de la homosexualidad, que empezó en Berlín en 1899, fue suprimida por los nazis en 1933 y volvió a renacer en Estados Unidos en 1950, ha conseguido sobrevivir y se ha convertido en un importante campo objeto de estudio.
BISEXUALIDAD
MARQUES DE SADE. Donatien Alphonse Francois de Sade, más conocido por su título de Marqués de Sade (1740-1814). Fue un aristócrata, escritor y filósofo francés, autor de varias novelas que conjugan los relatos de diversas prácticas sexuales con la exposición de un sistema filosófico materialista y ateo. De su nombre procede la palabra sadismo y mantuvo relaciones tanto con hombres como con mujeres. Escribió la mayor parte de sus obras durante los 29 años de su vida que pasó en prisión.
ASEXUALIDAD
Las reivindicaciones de los asexuales recuerdan al movimiento gay de los años 70. Un grupo de gente “rara” que no encajaba en ningún estereotipo de la época y que empieza a declarar sus preferencias y a sentirse orgulloso de ellas. Algunos incluso ven más difícil conseguir que las explicaciones de un asexual sean tan bien comprendidas como lo son ya las de los homosexuales.
ANTECEDENTES.
La manera como vivimos nuestro deseo sexual está vinculado con lo que somos, no es algo rígido ni permanente a lo largo de nuestra vida, es algo dinámico y cambiante, de la misma manera que nos transformamos nosotras y nosotros mismos.
Cuando hablamos de identidades sexuales consideramos que estas se conforman con tres dimensiones:
a) la identidad de género; si nosotros/as sentimos que somos hombres o mujeres;
b) la orientación sexual; si nos sentimos atraídos sexualmente hacia los hombres, las mujeres o ambos;
c) la identidad política: si nos identificamos públicamente como heterosexuales, homosexuales, bisexuales, transexuales, etcétera. Por supuesto estas tres dimensiones nos permiten hacer una serie de combinaciones que cambian a lo largo de la historia de vida de la persona. No hay modelos fijos ni una relación de causa efecto entre las tres.
Encontramos así una diversidad de actuaciones del ser mujer, del ser hombre, del relacionarse amorosamente del ser homosexual, del ser heterosexual, del ser bisexual, del ser transexual, y como consecuencia; una diversidad infinita
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