Análisis De Las Etapas Del Desarrollo Fonológico, Morfológico, Léxico, Sintáctico Y Pragmático Del Niño Y La Niña En Relación Con Su Nivel De Escolaridad.
Enviado por upelista2012 • 15 de Noviembre de 2013 • 2.927 Palabras (12 Páginas) • 2.602 Visitas
Análisis de las Etapas del Desarrollo Fonológico, Morfológico, Léxico, Sintáctico y Pragmático del Niño y la Niña en Relación con su Nivel de Escolaridad.
El lenguaje con respecto a su significado en la parte oral, es aquel donde el individuo se expresa verbalmente, por medio del habla. El estudio del lenguaje hablado incluye las áreas de: fonología (los sonidos del lenguaje), semántica (el significado de las palabras), morfosintáxis (la gramática del lenguaje, cómo se combinan las palabras para formar frases) y pragmática (la manera de utilizar el lenguaje, funciones del lenguaje).
El desarrollo fonológico, es la comprensión por parte del niño de que las diferentes combinaciones de los sonidos conllevan diferencias de significado; para ello, el sistema de los sonidos es fundamental para un adecuado desarrollo fonológico, por ello se debe tomar en cuenta el desarrollo físico y el desarrollo de la percepción auditiva. El desarrollo fonológico se divide en dos etapas: la primera, es el período pre-lingüístico (0-12 meses), el cual comprende varios estadios. El estadio del llanto (0-2 meses), explica que desde el momento del nacimiento, el ser humano tiene la capacidad de dar respuestas emocionales, las cuales vienen ligadas a unas necesidades básicas que cubrir (alimentación, higiene, protección, etc.), donde la primera expresión sonora del ser humano es el llanto, donde el bebé pone en funcionamiento el aparato fonador, permitiéndole también la necesaria oxigenación de la sangre y el establecimiento de la respiración normal; es a través del llanto que el niño logra comunicar necesidades al mundo que lo rodea, y como se da cuenta que a través de éste sus necesidades son satisfechas, luego lo usará voluntariamente y ya no sólo por reflejo.
Posteriormente, el tono del sonido cambia con el contenido afectivo de hambre y dolor. Al final del 1er mes el bebe realiza sonidos entre a y e, y al final del 2do mes, sonidos guturales: e-je, ek-je. En el estadio de los arullos (2-4 meses), se producen situaciones placenteras y sonidos vocálidos y consonánticos muy nasales. Al inicio del 3er mes, el bebé produce vagidos, sonidos guturales y vocálicos que duran entre 15 a 20 segundos; responde a sonidos humanos mediante la sonrisa y, a veces, con arullo o murmullo. A esta edad aparece el balbuceo o lalación, que consiste en la emisión de sonidos mediante redoblamiento de sílabas como “ma…ma”, “ta…ta”, “gu…gu” y otras.
Al iniciar el 4to mes, el niño supera la etapa denominada de las reacciones circulares primarias (donde el niño se centra en su propio cuerpo), pasando a la siguiente etapa de las reacciones circulares secundarias (donde el niño ya no se centra en su cuerpo, sino que se interesa por objetos externos a él, por ejemplo un sonajero). Con esto el niño va tomando conciencia de que sus fonaciones, gorgogeos, manoteos y ruidos guturales diversos producen efectos en su alrededor, y de esa forma va progresando y aumentando sus vocalizaciones, las mismas que ya son cercanas a la palabra, las cuales van cargadas de intención comunicativa con la madre. En el estadio de vocalizaciones (4-7 meses), aumenta la capacidad bucal del niño, favoreciendo el mayor movimiento de la lengua, permitiendo realizar movimientos más finos en la articulación; le gusta producir sonidos y se da un incremento de las vocalizaciones. El balbuceo o primer intento de comunicación que apareció alrededor de los tres meses de edad, se extiende hasta el octavo o noveno mes, progresando en el quinto y sexto mes hacia aquello que se denomina “imitación de sonidos”; esto comienza en forma de autoimitaciones de los sonidos que el mismo niño produce (reacción circular), más tarde empieza a repetir sonidos que el adulto u otro niño produce.
En este estadio, la adquisición de los fonemas va desde los más contrastados, que son los que se encuentran en todas las lenguas, a fonemas menos contrastados, propios de cada lengua en particular. Así, la “a” es la primera vocal que se adquiere, luego la “e”, posteriormente la “o” y finalmente la “i” y “u”; los sonidos de las consonantes aparecen en este orden: labiales “p” (pa-pa), “m” (ma-ma), y “b” (ba-ba); dentales “d” (da-da), y “t” (ta-ta); y velopalatales “g” (ga-ga), y “j” (ja-ja). En el estadio de balbuceo (7-12 meses), aparecen producciones más largas que son la repetición de sílabas esteriotipadas, como por ejemplo “papá”, “mamá”, etc., produciendo curvas de entonación; las vocalizaciones se dan más aumentadas cuando la interacción se da con un adulto que en el juego inserte un objeto; imitación sonora correcta de sílabas conocidas; y primeras sílabas con sentido.
En los primeros meses de este estadio, el niño realiza múltiples vocalizaciones espontáneas, tanto vocálicas como consonánticas y hasta sílabas y diptongos; estas vocalizaciones próximas a la palabra, son las que conducirán pronto al niño a emitir sus primeras palabras, aquí, las vocalizaciones alternantes entre la madre y el niño, permitirán el acceso temprano al lenguaje. De los 9-10 meses de edad, el niño muestra especial interés por imitar gestos y sonidos y por comunicarse, lo cual le induce a aprender rápidamente el lenguaje; estos hechos hacen que sus vocalizaciones sean mucho más variadas, contando en su repertorio con tres a cinco palabras articuladas. De los 11-12 meses de edad, el niño suele articular sus primeras “palabras” de dos sílabas directas: “mamá”, “papá”, “caca”, “tata”, dando inicio a la siguiente etapa denominada lingüística o verbal, sustituyendo progresivamente el lenguaje gestual y “superando” la simplificación del lenguaje adulto a medida que va incrementando su léxico.
El período lingüístico va desde los 12 meses hasta los 4 años, este período se inicia con la expresión de la primera palabra del niño, a la que se le otorga una legítima importancia, sin embargo, no se puede decir con presición cuándo comienza, por eso la fecha de su aparición está diversamente fijada por estudios basados en las informaciones que dan las madres. De los 12-14 meses, el niño ha ido estableciendo toda una red de comunicación gestual, vocal y verbal con la familia, las expresiones verbales; a los 12 meses, son sonidos o grupos de sonidos que ya hacen referencia a algunas entidades del medio (objetos, personas, situalciones, acontecimientos, etc.), de esta forma el niño comienza con el desarrollo lexical, contando en su repertorio lingüístico de 3 a 5 palabras, aunque el niño no emplea idénticas palabras que el adulto, todavía no le atribuye el mismo significado a las cosas.
Entre los 13 y 14 meses, el niño inicia la conocida etapa “honofrástica” (palabra-frase), en la que emite frases de una sola palabra
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