Análisis de la película de Martin H

Análisis

Hache (Juan Diego Botto) es un joven de 19 años, cuyo nombre es Martín siguiendo la tradición familiar aunque todos lo llamen (H) negándole nominalmente una identidad propia, vive en Bs As. y no halla aún su lugar, su novia lo acaba de dejar, no ve a su padre desde hace años, y su madre considera que debería estar trabajando y viviendo solo, haciéndoselo sentir cada día. Hache rechaza cualquier tipo de estudio o dedicación tradicional, solo toca la guitarra en un grupo de rock. Una noche mezcla alcohol con droga y cae en coma. Luego de este episodio, viaja a España a vivir con su padre.

Es aquí donde se ve la relación padre e hijo. Podemos caracterizar a estos dos personajes; Hache es silencioso, parece no poder simbolizar lo que le pasa, no sabe lo que quiere, y su fiel compañía es la guitarra. Martín (Federico Luppi), su padre, por el contrario, vive de su profesión el cine, es un hombre capaz de pocas palabras y duro. Es egocéntrico, todo gira sobre sí, no existe ninguna posibilidad de ser conmovido por situación alguna, fuera de sí mismo o de sus intereses. Hasta su manera de “divertirse” la realiza hacia adentro, fumando marihuana y escuchando música con auriculares, solo para él. Este padre metafórico de la cultura actual, jamás podrá ser atravesado por los conflictos generacionales que su hijo podría plantearle. Martín sostiene en que nada, ni nadie puedan hacerlo cambiar, se propone vivir un mundo sin cambios; los miedos, que dice tener, son una enorme barrera para no moverse de donde está. Su mundo está lleno de silencios y lo que es peor sus palabras tienen demasiada violencia, la cree poder legalizar por la creencia de poseer la verdad.

En la escena elegida de la película Martín (Hache) podemos observar bien definida la función paterna cuando el padre intenta imponerle al hijo lo que debe hacer, poniéndose en rol de ley y autoridad diciendo cosas coherentes con respecto al estudio y al trabajo pero de manera agresiva y con imposición hablándole del deber ser y las cosas que debe lograr para un buen futuro. Interviene como ley, mostrándole una realidad (desde el punto de vista de él, y dándolo como verdadero) e intentándolo llevarlo a ella.

Los otros personajes de la escena, se oponen al rol de autoridad poniéndose del lado de Hache y dándole la razón, quitándole así la autoridad o “verdad” al padre. Se puede observar que Martín es una persona, autoritaria y descalificante frente a su mujer y su mejor amigo despreciando lo que opinan. Es así como Martín esta criticando permanentemente el estilo de vida de sus personas más cercanas y queriendo imponerle a Hache ciertas cosas que no pueden coincidir con las personas que rodean a Martín. Lentamente, Hache descubre a su padre y a los que le rodean pero sin alcanzar encontrar su lugar. Pese a los esfuerzos de Dante (Eusebio Poncela) y de Alicia (Cecilia Roth), Martín parece encerrarse en un pensamiento estricto de su papel de padre a la vez que se protege de las emociones excesivas. Está paralizado en sus relaciones con Hache a causa de una representación neutra del papel paterno; tiene que ser un modelo para su hijo, abandonando con él todo tipo de espontaneidad.

Unos de los obstáculos que enfrenta el hijo de Martín, es hacer hablar, a la hache, ésa letra que hace la diferencia entre él y su padre. La hache es muda, como los afectos del padre, afectos que pacientemente esperan hasta el último minuto de la película la palabra que los haga emerger del extravío del silencio.

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