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Aprender A Poner Limites


Enviado por   •  8 de Septiembre de 2014  •  629 Palabras (3 Páginas)  •  274 Visitas

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Aprender a poner límites

En general, se considera que los padres que no ponen límites actúan de esta manera por miedo a que sus hijos les rechacen, porque no quieren repetir viejos patrones de autoritarismo en los que fueron criados o, simplemente, porque no saben poner normas o es más fácil decir que 'sí' para evitar conflictos. En el libro 'Jóvenes y valores, la clave para la sociedad del futuro', el catedrático de Sociología de la Universidad de Deusto, Javier Elzo, determina que "bajo el término de tolerancia, a menudo no hay otra cosa que permisividad, cuando no dejación de responsabilidades" y defiende el trabajo de los padres que deseen educar a sus hijos en algo más que la mera convivencia pacífica. Los conflictos entre padres e hijos deben aceptarse y afrontarse, ya que, precisa Àngels Geis, "el niño sabe que siempre tiene la confianza de los padres y que, aunque le riñan, le quieren y él les quiere a su vez porque son sus referentes". En esta línea, ofrece una serie de consejos para que los padres aprendan a poner límites a los hijos, teniendo en cuenta que "a cada edad se deben aplicar unas técnicas diferentes":

• Aprender a negociar. Hay que hay que hacer un esfuerzo por negociar con los hijos, a pesar de que éstos sean buenos "negociadores". Para ello, el marco de referencia debe ser suficientemente amplio y debe aumentar conforme va creciendo el niño, "como cuando pide comer más patatas que judías y se le hace caso, pero come las dos cosas, nunca sólo una de ellas".

• Los adultos deben conocer sus propios límites. Si los padres no tienen límites tampoco sabrán ponerlos. No se puede pedir a un niño que utilice el teléfono móvil sólo en momentos de urgencia, si ve que los padres no tienen límite en su uso y lo mantienen permanentemente encendido.

• Saber decir 'no'. El estilo comunicativo de los padres debe estar acorde con sus palabras, es decir, el lenguaje verbal y el lenguaje no verbal no deben contradecirse.

• Ser coherentes. Cuando se niega algo, se tiene que explicar por qué se ha tomado esa decisión, escuchar las argumentaciones de los hijos y actuar de la misma manera que se pide a estos que actúen.

• Escuchar y mirar al niño. Cuando lloran, patalean o gritan, es posible que los niños estén intentando decir algo a los padres. Por ello, hay que aprender a escucharles y mirarles a los ojos.

• Mantener las decisiones. Es importante mantener la coherencia con lo que se hace y se piensa porque de lo contrario se perderá la credibilidad ante los hijos.

• Resaltar lo que se hace bien. El niño debe saber lo que hace mal, pero no se le puede "machacar" con estas actuaciones, también tiene derecho a saber que hay cosas que hace bien.

• Poner límites que tengan valor. "Si hay que decir al niño que no rompa

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