Aprendizaje determinados

En la actualidad imaginarse un aula compuesta por alumnos con características más o menos homogéneas es una idea prácticamente absurda. Más bien podríamos decir que cada vez es más frecuente que las aulas se conviertan en escenarios donde encontramos grupos de alumnos con una gran diversidad. Por ejemplo diferencias por razones sociales (niños y jóvenes en situaciones de riesgo social, procedencia de diferentes ámbitos sociales); étnicas y culturales (alto nivel de alumnos que provienen de otras culturas y distinta lengua), alumnos con baja motivación o altas capacidades, alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo, etc.

Debido a esta situación, los procesos de enseñanza y aprendizaje no sólo se basan en los distintos niveles educativos existentes, en los que se estructuran y marcan unos "tipos” de aprendizaje determinados (aprendizaje por descubrimiento, por imitación, modelado, memorístico, significativo…) según los niveles previstos y con un proyecto curricular y/o de programación ya marcado; sino que además hacen frente a todas esas características que encontramos en las aulas que de alguna manera han marcado ciertos cambios en el planteamiento de la Educación a lo largo de los años.

Hoy en día es la Unidad de Apoyo Educativo la que, en cada centro, se encarga de realizar las propuestas necesarias respecto a las medidas de atención a la diversidad, recogiendo el conjunto de actuaciones, adaptaciones del currículo, medidas organizativas, apoyos y refuerzos que el mismo centro diseña, selecciona y pone en práctica lo que ellos consideran oportuno para proporcionar la respuesta más ajustada a las necesidades educativas, generales y particulares de todo el alumnado.

Vemos que una de las consecuencias de este planteamiento más o menos reciente ha sido la modificación en muchas de las antiguas propuestas en materia educativa: se trata de trabajar mucho más la integración, potenciar un aprendizaje

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