Aprendizaje por estimulos
Enviado por Liz.Bri • 18 de Mayo de 2016 • Ensayo • 3.426 Palabras (14 Páginas) • 353 Visitas
Aprendizaje acerca de un solo estímulo
Imagina que estás tranquilamente paseando por la plaza de tu pueblo en fiestas cuando de
repente explota un cohete en el aire. Ante el sonido brusco cierras los ojos, encoges los hombros
y agachas la cabeza, te sobresaltas. La respuesta de sobresalto ante un estímulo intenso
sorprendente es una respuesta refleja, no has necesitado aprenderla, se presenta en todos los seres
humanos y en muchas otras especies animales. El sonido brusco que desencadena la respuesta
refleja recibe el nombre de estímulo elicitador o estimulo señal.
La conducta refleja es fundamental para la supervivencia de muchos organismos, incluido el
ser humano. El bebé al nacer tiene un repertorio de conductas reflejas que le ayudan a adaptarse
a su ambiente. Un ejemplo de esto es el reflejo de succión, basta acercar a la boca del bebé
cualquier objeto que tenga un parecido remoto con un pezón, un dedo mismo, para que el bebé
comience a succionarlo. Claramente, este reflejo permite al bebé comenzar a mamar sin demora,
si tuvieran que aprenderlo es posible que muchos bebés fallecieran de inanición en el intento.
En los vertebrados los reflejos simples suelen estar mediados por tres neuronas, una neurona
sensorial o aferente que registra el estímulo y lo transmite a la médula espinal, una neurona
motora o eferente que activa el músculo implicado en la respuesta y una interneurona que
comunica a las dos previas. El conjunto de neuronas implicadas en un reflejo simple es lo que se
denomina arco reflejo. En algunas especies los reflejos se organizan en conductas más complejas
denominadas pautas de acción modal.
La supervivencia de muchas especies animales depende de estos patrones reflejos de
conducta implicados en la alimentación, la reproducción y la defensa de los predadores. Un
ejemplo claro de conducta refleja en animales distintos del ser humano es la respuesta de
mendicidad en la gaviota arenquera (Tinbergen y Perdeck, 1950). Estas gaviotas se tragan el
pescado que pescan y después lo regurgitan para alimentar a sus crías. La cría picotea en el
extremo del pico del progenitor y ese picoteo produce o elicita la regurgitación del alimento que
puede entonces ser aprovechado por el polluelo. Observando la conducta desde fuera uno podría
pensar que el polluelo de gaviota está genéticamente preparado para reconocer y picotear el pico
de sus padres. El estímulo elicitador de la conducta de mendicidad sería el pico de sus
progenitores. Aceptar esta idea implicaría que el polluelo tiene inscrito en su código genético la
forma del pico de sus padres y que debe picotearles la punta para conseguir la comida.
Sin embargo, la evolución se especializa en resolver problemas complejos con mecanismos
sencillos. El pico de la gaviota arenquera es amarillo y tiene un punto rojo cerca de
la punta. Es ese punto rojo el que parecen picotear los polluelos. Tinbergen y Perdeck (1950)
trataron de determinar cuál era el estímulo señal que elicitaba la respuesta de picoteo en los
polluelos de la gaviota arenquera. Aplicaron el método experimental y descompusieron el
estímulo aparentemente elicitador (el pico del progenitor) en sus características más simples. Así,
prepararon modelos del pico que preservaban los colores y la forma, modelos que preservaban los
colores pero en los que la forma distaba de ser perfecta y modelos que no preservaban los colores
pero sí el contraste, los picos eran grises y el punto negro. Comparando la respuesta de los
polluelos descubrieron que picoteaban prácticamente igual a todos los modelos, salvo a aquéllos
en los que no se preservaba el contraste (modelos en los que no se diferenciaba el punto del fondo
del pico). De este modo concluyeron que el estímulo señal de la respuesta de mendicidad en la
gaviota arenquera era el contraste punto-fondo. Incluso crearon estímulos supernormales en los
que se maximizaba el contraste (picos coloreados con listas), encontrando que los polluelos
picoteaban estos estímulos más que los picos originales. Este ejemplo demuestra que en muchos
casos la conducta refleja está elicitada por estímulos mucho más simples de los que inicialmente
suponemos (véase también Domjan y Nash, 1988).
La conducta refleja viene determinada genéticamente y el profano del estudio del aprendizaje
tiene la idea de que no puede modificarse. Nada más lejos de la realidad, la conducta refleja
nunca se repite de forma exactamente igual, cada presentación del estímulo elicitador da lugar a
una respuesta distinta; a veces la presentación repetida del estímulo elicitador produce un
descenso gradual en la respuesta refleja conocido como efecto de habituación; a veces la
repetición del estímulo produce un aumento sostenido en la respuesta conocido como efecto de
sensibilización; y a veces la repetición del estímulo produce un ascenso inicial en la respuesta
(sensibilización) que va seguido de un descenso posterior (habituación). Cuando ambos efectos
se presentan seguidos, el efecto de sensibilización siempre precede al efecto de habituación.
2.1. Habituación
¿Recuerdas el sobresalto que te produjo el primer cohete lanzado en las fiestas de tu pueblo?
Las fiestas siguen y continúan lanzándose cohetes regularmente para animar el ambiente. El
sobresalto que te produce cada nuevo lanzamiento es cada vez menor y puede darse el caso de que
incluso termines por no notar apenas los cohetes que se lanzan. Este descenso en la respuesta de
sobresalto que se produce como consecuencia de la exposición repetida al estímulo elicitador se
conoce como efecto de habituación.
La habituación es probablemente el tipo de aprendizaje más simple y extendido a lo largo del
reino animal. La habituación reduce nuestra respuesta a estímulos inocuos, desechando lo
superfluo y permitiéndonos focalizar nuestra atención en los estímulos relevantes o en aquellos
sobre los que no conocemos todavía sus consecuencias. Los estudios de habituación han
permitido establecer de forma bastante clara sus características que, entre otras cosas, permiten
diferenciar la habituación de efectos conductuales parecidos, como la fatiga.
La habituación es específica del estímulo. Imagina que sigues paseando por las calles de tu
pueblo en medio del lanzamiento de cohetes. Te has ido "acostumbrando"
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