Aprendizajes, educabilidad y contexto escolar
Enviado por educacionactiva • 25 de Julio de 2021 • Resumen • 5.386 Palabras (22 Páginas) • 204 Visitas
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PAMPA FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS
PROFESORADO EN EDUCACIÓN INICIAL - EDUCACIÓN PRIMARIA - CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN PSICOLOGÍA DEL APRENDIZAJE
2021
Aprendizajes, educabilidad y contexto escolar
Acerca del Aprendizaje
La cátedra concibe los aprendizajes como procesos complejos. Edgar Morin (1921, filósofo y sociólogo francés) sostiene que “la complejidad se impone de entrada como imposibilidad de simplificar”. Para Morin la complejidad no es una reducción o deslinde de la simplicidad. Al contrario, la define como un tejido; de eventos, acciones, interacciones. En ese sentido se refiere a lo heterogéneo; a un entretejido, entrelazado. Una concepción que considera la complejidad como perspectiva de análisis, se diferencia de lo simple, de aquellas concepciones que consideran que las partes componen un todo y que para su análisis es posible simplificar. La complejidad implica pensar la realidad como conformada por múltiples dimensiones que constituyen un todo, que no pueden ser divididas sin pérdida sustancial de información. Existe una idea de conjunto, de totalidad que no puede ser dividida para su análisis. Así que abordar los procesos de aprendizaje implica comprender el entramado de factores intervinientes.
De este modo, es necesario considerar que entendemos los aprendizajes como procesos que requieren de interacción social y de construcción individual, gradual, de cooperación; que se desarrolla en el tiempo. Además, son procesos autorregulados, voluntarios y conscientes. No se los considera como un procedimiento de tipo causal, en el que un estudiante aprende debido a que un docente le enseña, tampoco es acumulativo ni atomizado. Se intenta que el sujeto del aprendizaje le otorgue sus significados para que cobre sentido en él.
Los procesos de aprendizaje requieren de un interjuego con otro u otros sujetos, en la medida en que puedan promover conflictos cognitivos1 y sociocognitivos2, que movilizan al sujeto a algún tipo de resolución ante tal discrepancia.
Asimismo, se considera que los aprendizajes son construcciones individuales, porque es el propio sujeto autor y gestor de sus aprendizajes, quién internaliza el/los objeto/s analizado. Este sujeto está movilizado, primordialmente, por el interés, los propósitos que favorecen los procesos de adquisición del conocimiento.
Por otro lado, la relación con el otro o los otros genera incertidumbre, al igual que la interacción con los objetos de conocimiento. Cada nueva acción que se hace sobre ellos
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1 Conflicto cognitivo: en los procesos de interacción con los objetos de conocimientos, las discrepancias que se generan entre los esquemas de asimilación de dichos objetos son denominados conflictos cognitivos. Son también denominados contradicciones entre afirmaciones sucesivas del sujeto.
2 3Conflicto sociocognitivo: esta categoría conceptual fue desarrollada por un sector de la Escuela de
Ginebra (Psicogenética), con autores como Doise, Mugny y Perret-Clermont que focalizaron sus estudios “en el análisis de las relaciones que el niño mantiene con una parcela de su medio social, concretamente con sus compañeros e iguales. La idea de partida de estos autores es que, en el marco interpretativo de la teoría genética, el análisis de las relaciones entre iguales puede contribuir a enriquecer nuestra comprensión de los procesos que están en la base de la socialización y del desarrollo intelectual del ser
humano. (Coll Salvador, 1990, p. 114). La noción de conflicto sociocognitivo expresa que es “la necesidad de una confrontación entre puntos de vista moderadamente divergente; la exigencia de centraciones diferentes a propósito de una misma situación o tarea, se traduce gracias a la exigencia de una actividad grupal común, en un conflicto sociocognitivo que moviliza y fuerza a las reestructuraciones intelectuales, y con ello, el progreso intelectual. (Coll Salvador, 1990, p. 116)
provoca nuevas reacciones, nuevos interrogantes, nuevas comprensiones. Los objetos también se modifican en este proceso. Esto explica el carácter dialéctico de los aprendizajes, de análisis y síntesis, de organización y reorganización de la nueva información y de la que posee el sujeto del aprendizaje. Los conflictos provocados en esta dialéctica podrían hacerse conscientes por el sujeto para poder resolverlos en tanto y en cuanto el sujeto se encuentre en condiciones evolutivas. Si el objeto de conocimiento es de alta complejidad y se halla muy alejado de las posibilidades de comprensión del aprendiz o es muy simple que no provoque discusión los aprendizajes por reorganización se dificultan. Por lo que atendiendo a estas situaciones las acciones con los objetos y sujetos tienen que provocar incertidumbre, cuestionamiento, dudas, que movilicen para la búsqueda de respuestas.
Los aprendizajes están orientados, además del componente cognitivo y social, por un contenido afectivo, emocional, que lo hace posible.
Los sujetos aprenden a conocer la realidad a través de las experiencias directas, percepciones de la vida cotidiana lo que les permite internalizar un modo particular de entender, comprender y explicar esos entornos. Las interacciones con las personas desde los primeros momentos son el punto de inicio de los aprendizajes en la vida cotidiana de los sujetos. Los adultos son los mediadores con el entorno social, son los portadores de la cultura y lo que ello implica. Estos aprendizajes son del orden de lo cotidiano que será parte del entramado que tendrán que confrontar con los saberes escolarizados. La entrada a la escuela inicia a los niños/as a un nuevo mundo, el de los aprendizajes escolares, su entorno y su forma particular de internalización.
Los aprendizajes son parte de la historia de la humanidad, y en este largo trayecto asumimos las explicaciones que el español José Ignacio Pozo (1996; 2017) realizó organizando y justificando los cambios observados. Él sostiene que hay grandes paradigmas: a. el aprendizaje de la cultura y b: la cultura del aprendizaje.
Durante siglos la función clave del aprendizaje humano fue únicamente la de incorporar la cultura de un modo acumulativo por procesos memorísticos, básicamente, por ser parte de ella. Es lo que habitualmente se hizo y en algunos casos se sigue realizando en los distintos niveles del sistema educativo (aprendizaje memorístico, acumulativo, atomizado, entre otros rasgos), pero ¿es esto suficiente y eficaz para promover, favorecer estructuras de conocimientos que promuevan las adaptaciones a las distintas situaciones de la vida cotidiana y profesional que el mundo de hoy nos impone? Quizás la respuesta sea negativa, de ahí que desde el siglo pasado se vienen desarrollado diferentes marcos teóricos que explican estos nuevos paradigmas, para que se promueva una cultura del aprendizaje, es decir hay que atender y entender hoy, qué se aprende (contenidos), cómo se aprende (metodologías), en qué tipos de contextos sociales, las historias de los participantes, entre otros.
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