Aprovechamiento del Tiempo Libre en Población Infantil, Adultos Mayores y Educación en la Primera Infancia
Enviado por zulay castro -psicóloga • 1 de Junio de 2021 • Documentos de Investigación • 3.946 Palabras (16 Páginas) • 103 Visitas
SISTEMATIZACION FINAL
Presenta:
CAMILA SERRATO ID: ID: 474151
OSWALDO GARCÍA ID: 455646
ZULAY CASTRO ID: 463769
Docente:
CARLOS HERNANDO MÉNDEZ GARCÍA
Facultad de ciencias humanas
Programa de psicología
Bogotá-san camilo
2019
Aprovechamiento del Tiempo Libre en Población Infantil, Adultos Mayores y Educación en la Primera Infancia
Resumen (entre 200 y 300 palabras)
La necesidad de propiciar alternativas de cambio con las comunidades debe conducir a la implementación de estrategias participativas donde se involucre a toda la población Infantil, Adultos Mayores y Educación en la Primera Infancia, donde los procesos lúdicos, de encuentro con la realidad adquieran el carácter de investigación, educación y transformación.
La Recreación, es un elemento fundamental, para el desarrollo integral del ser humano, si se tiene en cuenta que ha estado presente en todas las manifestaciones de la actividad humana a lo largo de la historia se puede considerar que el hombre siempre se ha recreado y que se constituye en una necesidad fisiológica del ser humano.
En estos tiempos se puede decir que la Recreación es una forma de vida; de ahí la necesidad de recuperar y fortalecer el elemento lúdico como punto de partida para ser del hombre un ser más humano, comprometido con la búsqueda de su propia identidad, pasando por ende de lo individual a lo social.
Actualmente la población Infantil, Adultos Mayores y Educación en la Primera Infancia, tienen una necesidad sentida y real como es la búsqueda de posibilidades y alternativas de recreación para la constructiva y sana utilización de su tiempo libre; con actividades que le brinden crecimiento personal.
Palabras clave: Adulto Mayor, Aprovechamiento, Primera Infancia, Recreación, Tiempo Libre.
Introducción
En adultez mayor como en la educación inicial, se aprende a convivir con otros seres humanos, a establecer vínculos afectivos, diferentes a los de su familia, a relacionarse con el ambiente natural, social y cultural; a conocerse, a ser más autónomos, a desarrollar confianza en sí mismos, a ser cuidados y a cuidar a los demás, a sentirse seguros, partícipes, escuchados, reconocidos; a hacer y hacerse preguntas, a indagar y formular explicaciones propias sobre el mundo en el que viven, a descubrir diferentes formas de expresión, a descifrar las lógicas en las que se mueve la vida, a solucionar problemas cotidianos, a sorprenderse de las posibilidades de movimiento que ofrece su cuerpo, a apropiarse y hacer suyos hábitos de vida saludable, a enriquecer su lenguaje y construir su identidad en relación con su familia, su comunidad, su cultura, su territorio.(Parody, 2014, p. 7)
La educación inicial como un estructurante de la atención integral a la primera infancia implica reconocer la existencia de un entramado de elementos que configuran el desarrollo integral del ser humano en estos primeros años de vida, razón por la cual las acciones de educación inicial, en el marco de la atención integral, están configuradas por los elementos de salud, nutrición y alimentación, además de los aspectos vinculados al desarrollo de las capacidades de las niñas y los niños, los comportamientos, las relaciones sociales, las actitudes y los vínculos afectivos, principalmente. Mientras la educación preescolar, básica y media organiza su propuesta a través de la enseñanza de áreas específicas o del desarrollo de competencias en matemáticas, ciencias naturales y sociales, entre otros, la educación inicial centra su propuesta en el desarrollo y atención de la primera infancia. (Parody, 2014, p. 8)
Es así como todos los desarrollos y aprendizajes que se adquieren durante este periodo dejan una huella imborrable para toda la vida. Las experiencias pedagógicas que se propician en la educación inicial se caracterizan por ser intencionadas y responder a una perspectiva de inclusión y equidad que promueve el reconocimiento de la diversidad étnica, cultural y social, y de las características geográficas y socioeconómicas de los contextos en los que viven las niñas, los niños y sus familias. Por todo lo anterior, el Ministerio de Educación Nacional presenta su línea técnica de educación inicial de calidad en el marco de la atención integral a través de una serie de orientaciones pedagógicas que buscan guiar, situar, acompañar y dotar de sentido las prácticas pedagógicas inscritas en la educación inicial. (Parody, 2014, p. 7-8)
Al mismo tiempo, en que se avanza en el reconocimiento y valoración de las diferencias implica poner en el centro de la acción, descentrándose de contenidos homogéneos o estandarizados, desde la interacción cotidiana de niñas, niños y adultos se generen relaciones que permitan la equidad, el reconocimiento, el respeto, la solidaridad, la democracia, la participación, etc.; Así mismo, que se requiere dar vida a una pedagogía de la hospitalidad, que acoja los intereses, dudas y vivencias para su ingreso a la cultura, al mundo propio, a la vida social.
Justificación
El impacto de la recreación y la actividad física en el bienestar físico, psicológico y social del adulto mayor y en la transformación educativa de la primera infancia como mecanismo cultural, presente en las dificultades sociales, económicas y de movilidad que impiden su fácil acceso a las actividades recreativas privadas y públicas, lo que genera que la población, la niñez y la juventud, a que su ocupación del tiempo libre se torne dañina, reflejándose en el incremento de factores de riesgo asociados al sedentarismo, así como la ausencia de conductas sociales tales como auto control, respeto de las reglas de convivencia ciudadana y sentido de pertenencia, comportamientos de violencia, deterioro de los lazos familiares, segregación, entre otras, que afectan la construcción del tejido social. (Recreación Activa 365, 2016, p. 3)
Las motivaciones externas del contexto actual aleja casi permanentemente la práctica de valores morales, sociales y religiosos; atraen por el contrario a actividades que pueden ser dañinas o destructivas, pero una correcta ocupación del tiempo libre, justifica en la medida en que se contribuya al tan anhelado desarrollo integral del ser humano, dicho desarrollo integral contempla no solo las áreas de lo cognoscitivo, sino también, lo sicomotor, lo afectivo y lo autoexhortativo. El ser humano es un ser social en espacios de mayor diversidad, como la escuela, en esta por muy numerosa que sea la familia, supera el espacio para la convivencia porque además de encontrarse con estos miembros, lo que va a primar son los códigos sociales y culturales que definen la convivencia grupal de la escuela. Una de las características fundamentales de la adolescencia es la tendencia grupal. El ritmo normal de los grupos no basta para favorecer la socialización, entendida como la oportunidad de formarse y desarrollarse integralmente tendencia grupal y ambiente propicio para la formación de estos con el peligro de dejarse encausar hacia los vicios. Se debe pensar en un ambiente escolar dinámico que convoque la buena utilización del tiempo libre, no solamente como parte de una actitud positiva del individuo hacia la vida en el desarrollo de actividades para el tiempo, sino que le permitan trascenderlos límites de la conciencia y el logro del equilibrio biológico, psicológico y social, que dan como resultado una buena salud y una mejor calidad de vida, transformándose en un factor esencial en la vida moderna, en un medio para mejorar la salud física y mental, desarrollar el carácter y mejorar su equilibrio individual. Los deportes, los juegos y las actividades recreativas contribuyen en gran medida al desarrollo de los organismos vitales. La recreación vigorosa que se efectúa al aire libre, donde se hace uso de la capacidad física, es el medio más notable para el mantenimiento de órganos saludables. Por esto, el uso de las infraestructuras deportivas es propicio para fomentar una cultura deportiva. El individuo que participa de un programa de tiempo libre y goza de una vida plena de actividades, probablemente será un ciudadano saludable y equilibrado. (Pinto, Reyes, Medrano, 2012, p. 5- 6)
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